Hoy, desde Méjico, Álvaro nos hace llegar sus cinco canciones elegidas para compartir con nosotros, y además, nos las comenta él mismo:
1-Héroes del Silencio, La Sirena Varada: Elegiría cualquier canción de El Espíritu del Vino, por muchas cosas, la poética, los registros musicales, o la época de mi vida en la que salió el disco (el primer viaje en el instituto) y como me ha seguido acompañando invariablemente hasta ahora. He dudado entre La Herida y La Sirena Varada, pero si tuviera que elegir una canción con la que identificarme personalmente sería esta. Me sigue pareciendo una canción llena de sugerencias e inspiraciones.
2-The Doors, Riders of the Storm: Una de las canciones más exquisitas de una de las bandas míticas del rock. La escena de la película, el aire de rock movie, una música muy sugerente que te mece, y la sensación de desconectar de todo al escucharla. Muchas veces pienso que casi siempre somos jinetes bajo alguna tormenta. Todo eso, y muchos recuerdos de la Universidad y de alguna noche de verano con amigos escuchándola bajo las estrellas en el Lago Sanabria.
3-The Beatles, Yesterday: Nos la enseñó una profesora de inglés en el colegio y aún me acuerdo de aquel día. Melancólica y emocionante, escucharla en un triste día de lluvia gris aún me sigue trasladando a otra dimensión.
4-Patxi Andión, Oda a Walt Whitman: Uno de los poemas más emocionantes y desgarradores que he leído, lleno de oscuridad, anhelos, frustraciones, utopías, crítica social, emoción y espiritualidad, envuelto en una música conmovedora dominada por la voz grave y apasionada de un cantautor desgarrador. Una obra de arte.
5-Vangelis, Chariots of Fire (Intro): El ritmo creciente y penetrante, el afán de superarse a uno mismo, todo lo que el ritmo sugiere y todo lo que la película evoca, especialmente la vida en Cambridge, pero también la sensación de eterna juventud cuajada de valores humanos y aspiraciones espirituales. La sensación de que hay cosas que trascienden lo mundano, y a veces puertas entreabiertas a algo parecido a lo sublime.
Esa podría ser mi selección, pero también me encanta la música turbia y la voz desgarradora de Andrés Calamaro, la emoción de las letras y la voz de Bruce Springsteen, la forma de jugar con el lenguaje de Joaquín Sabina, la raíz escalofriante de Extremoduro, el retrato social e incomfomista de Reincidentes, el rock personal de Loquillo, la forma de poner los pelos de punta de Leonard Cohen, la cálida emoción con la que Paco Ibáñez resucitó la historia de la poesía española para ver lo poco que ha cambiado casi todo lo importante, la inexplicable emoción interior que me genera el Adagio de Albinoni, el ritmo trepidante de la Cabalgata de las Valquirias de Wagner, y la mirada hipnótica que se me queda cada vez que escucho a Carlos Gardel...
2 comentarios:
Ha habido un error en la publicacion, esta noche subo el resto de las canciones. Lo siento!
*México
Españolete ignorante…
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