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viernes, 1 de marzo de 2013

LOS VIERNES DE MARCO: VIERNES 13


Bienvenidos al Campamento de Crystal Lake

Y es que, viendo el otro día con Tommy “Scre4m”, me acordé de la saga que lo inició todo. Y esa no es otra que “Viernes 13”. Y ya sabemos lo que nos gusta a todos los viernes, ¿verdad? Por los viernes de Marco, ¿cierto? ¡Al lío, que me lío!



Sean S. Cunningham aún no sabía que había creado un mito...

Que si, que “La Noche de Halloween” fue anterior (2 años antes, para ser exactos), pero Viernes 13 es la que inició el “género” de “vamos a juntar unos cuantos adolescentes indefensos y a cargárnoslos”. Aviso que a partir de ahora se me puede colar algún spoiler, pero fijo que habéis visto la película. Y si no la has visto… ¡ya estás tardando!
Aunque no nos vamos a engañar: La película no destaca por su calidad. Pero tiene ese “algo” que no se puede explicar. Bien es cierto que, a las nuevas generaciones, esta película les puede parecer una chufa. Pero sin esta no existirían las demás. Así de clarito. Porque Viernes 13 lo rompió allá por 1980. Porque tras la ya mencionada obra maestra “La Noche de Halloween”, el público pedía más. Y la principal diferencia entre este Viernes 13 y el Halloween de Carpenter es el elemento gore. Y es que, aunque a día de hoy Viernes 13 puede parecer muy “cándida”, en su día fue algo nunca visto. Tanto, que se clasificó “S” en España, por ejemplo. No se sabe si por el “exceso” de sangre o por el exceso de tetas (y tampoco es que salgan muchas, la verdad), pero fue el primer atractivo del film… ¡su clasificación! Y todos sabemos que España es el país del morbo… así que ya estaba todo hecho. Y es que la peli tiene los ingredientes perfectos de este tipo de películas: adolescentes descerebrados, sangre y tetas. Y no es justo decir que es “como todas” porque realmente todas son “como esta”.


Crystal Lake os da una sangrienta bienvenida...

Viernes 13 cuenta la historia de un grupo de monitores que vuelven a abrir “Crystal Lake”, al que llamaban el campamento sangriento, ya que todo el que lo pisaba… ¡zas! al hoyo. Un grupo de valientes lo abren un verano. Y claro, van muriendo uno a uno. Aunque a partir de la segunda parte sabemos que el asesino es Jason, en Viernes 13 no sabremos la identidad del mismo hasta el final. ¿Qué quien es Jason? En esta película es un crío que murió ahogado en el lago por el fatal descuido de uno de los monitores. Y aquí viene el spoiler gordote: El asesino de Viernes 13 es la Señora Voorhees, no Jason. Si habéis visto Scream, Drew Barrymore palma por contestar mal esta pregunta. Bueno, creo que el que realmente palma es el novio… pero al lío que me voy por las ramas.
Cunningham, director de la misma, le dijo a los de casting que quería actores que pudiesen “hacer un anuncio de Pepsi”. Y aquí es cuando llega ese gran repartazo (nótese la ironía) donde vemos a un famosete hacer sus primeros pinitos: Kevin Bacon. Y lo siento por él, pero palma. En la que quizás sea la muerte más currada. Una flecha le atraviesa el cuello. El de efectos especiales, Tom Savini, dice que falló en el último momento y solo tenían una toma. Así que tuvo que soplar por un tubo (valga la redundancia al hablar) para que saliese la sangre. Por eso se ven esas burbujitas. El caso es que queda muy chulo el efecto.
Como el del hachazo en la cabeza, por ejemplo. Savini preguntó a Cunningham si quería una prótesis en forma de cabeza y darle el hachazo o un hacha “pegada” a la cabeza de la actriz. Eligió la segunda. Y creo que fue un gran acierto. En esta escena solo se ve como el asesino levanta y baja el hacha y, con un cambio de plano, la muchacha ya tiene el hachazo en plena cara. El efecto queda bien y no canta como si le ponemos un “maniquí” y le arreamos. Aunque habría quedado mucho más cafre.


Se apellidará Bacon, pero debería tener más cuidado con su adicción al ketchup...


Betsy Palmer, actriz que interpretó a la Sra. Voorhees, dijo que aceptó el papel porque necesitaba la pasta… para comprarse un coche nuevo. Cuenta que cuando leyó el guión lo primero que pensó fue: “Menudo montón de mierda”. ¡Y lo cuenta tan pichi! Luego dijo estar encantadísima de la vida por haber formado parte de esta mítica cinta. Sin embargo, Adrienne King (protagonista de la película), las pasó canutas con un acosador. Tanto, que en la segunda parte solo aceptó salir si su personaje moría. Por cierto, impresionante la escena final con la Señorita King en el lago… no digo más.
Otra anécdota que cuenta la actriz Robbi Morgan (que interpreta a Anne) es que tal fue la repercusión de la película, que su hermano la llamó para decirla “que los cines están llenos para ver la peli en la que tú sales”. Y vaya si lo estaban. ¡Viernes 13 se convertiría en un clásico atemporal! Aunque el tiempo no la ha tratado tan bien como a otras pelis ochenteras, la verdad sea dicha.
Y me despido destacando lo que, seguramente, sea tan mítico como el nombre… y es el “score” de la cinta. No es por la música en sí. Es por el ya mítico “Ki ki ki M a ma ma” que suena en forma de susurro. Para mí, el efecto de terror más conseguido de la historia del cine. Y eso que fue de casualidad… ya que Harry Manfredini (compositor de la BSO) dijo el “Kill her, Mama” tan famoso de la peli (cuando a la madre se la va la bola ya por completo) y, con un bonito golpe de suerte, el “Ki” se repitió en forma de eco y el “Ma” también, formando ese susurro que tiene tan aterrados a los visitantes de Crystal Lake…
(Y si, lo suyo habría sido poner el post un viernes 13, pero el próximo es en Septiembre y aún queda lejos… no voy a ser tan oportunista como los creadores del remake, claro. ¡Valiente castaña, por cierto!)

¡¡Felices pesadillas!!

1 comentario:

Tomás Sendarrubias dijo...

Y yo que no la he visto...

Un gran post, Marco, ¡que de cosas curiosas sabes sobre la peli!

Un placer tenerte aquí, como siempre.