En este libro, Eduardo Martínez nos trae una historia de aventuras en el más puro estilo de las novelas de Dan Brown, pero con un estilo personal y una ubicación que nos es mucho más familiar, como veréis ahora. Os cuento.
El Diario de Lázaro se desarrolla en Madrid, durante el periodo inmediatamente posterior a la Guerra Civil, y en ella, un joven historiador, Lázaro Salcedo, se arroja a la búsqueda de un misterioso objeto capaz de cambiar el destino del mundo, la Tabla de Salomón. Este objeto, que teóricamente habría estado custodiado en el Templo de Jerusalén hasta la toma de la ciudad por Tito, el hijo del Emperador Vespasiano, llevado luego a Roma, y traído después a España por los Visigodos después de que estos saquearan la Ciudad Eterna antes de asentarse en la Península Ibérica, estableciendo su capital en Toledo. Pero Lázaro, al que le mueve solo su curiosidad personal, se encuentra, como era de esperar, con que no es el único interesado en encontrar la Tabla, lo que le sitúa en medio de un conflicto secular entre dos organizaciones dispares que tratan de conseguir el objeto cada uno para sus propios fines (La Orden del Espejo y la Hermandad Dorada), y un nuevo grupo que llega para hacer que todo el mundo se tambaleé. Y es que los Nazis han enviado a España a un grupo de su sección dedicada a las ciencias ocultas y la arqueología mítica para buscar la Tabla, auspiciados por Himmler y su afán de conseguir elementos místicos. Así, mientras Lázaro trata de encontrar la Tabla (o al menos ubicarla, o verificar que realmente existió), la Orden, la Hermandad y los Nazis le ayudan o se oponen a él, poniendo en peligro al muchacho y todo lo que le rodea. Para hacerles frente, Lázaro sólo cuenta con la ayuda de dos personas: Atilano, un viejo amigo de la infancia acostumbrado a moverse por los puntos más turbios de Madrid, e Inés, la novia de uno de sus compañeros de la facultad... y que puede convertirse en algo más.
Con estos hilos plantados sobre la mesa (o la Tabla, nunca mejor dicho), Eduardo comienza a tramar su historia, llena de descubrimientos, giros argumentales, momentos de acción y revelaciones, en la que poco a poco y a través de una narrativa cercana, va consiguiendo que el lector se encariñe con los personajes y pueda llegar a ver el Madrid de la post guerra desde los ojos de sus protagonistas.
ShotWords acaba de comenzar en el mundo editorial, y aún le queda mucho camino por delante, y El Diario de Lázaro es también sólo el principio de una historia que se va a alargar sin duda mucho más... pero es un gran principio.
¡A leer todos!
1 comentario:
Tomás, muchísimas gracias por esta reseña. Espero que los próximos libros que tengan que venir al menos te entretengan tanto como este. Ah, y muchas gracias por "dejarme" tu apellido para un personaje.
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