No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

lunes, 28 de febrero de 2011

RECUERDOS DE OTRAS HISTORIAS: EL VELO DE LA NOCHE

            Hoy, por diferentes motivos, no hemos podido tener partida, así que el post de los Lunes sobre la partida rolera del domingo se me ha chafado un poco… o no, porque he decidido hablar de una vieja historia…



            Hace algún tiempo, con el mismo grupo con el que dirijo ahora, jugamos una de las Crónicas de Edad Oscura que más me ha motivado. El nombre que le pusimos, El Velo de la Noche, era directamente el del suplemento de Vampiro: Edad Oscura dedicado a estudiar en profundidad los dominios, tradiciones y peculiaridades de los Ashirra, los Cainitas del mundo islámico. Reuní un grupo de jugadores con personajes todos ellos de origen musulmán: Nebekhsebekhmere, un Walid Set (Setita) conocido como El-Nebi, un Bay´t Mutasharid (Nosferatu) llamado Bursuq al-Hamzab, Qadir al-Nasih, visir del Banu-Haqim (Assamitas), un Qabilat al-Khayyal (Lasombra) de nombre Rashid al-Hall ibn Da´ud  y un al-Amin (Salubri) llamado Yusuf al-Asim fueron convocados por el Sultán de El Cairo. Su objetivo era actuar como embajadores en la Gran Corte, en Francia, el dominio del Príncipe Ventrue Alexander y la Condesa Saviarre, con el objetivo de impedir a través de la diplomacia que los Cainitas de la Gran Corte apoyasen una nueva Cruzada contra las tierras del Islam. Para acostumbrarse a las costumbres occidentales y dar a su misión la discreción necesaria, en lugar de partir directamente desde El Cairo hacia París, el grupo se unió a una caravana de refugiados de la caída de Constantinopla que se habían reunido en Adrianópolis, y que ahora buscaban seguridad en diferentes puntos de Europa. El Setita Ankhesenaten sería el guía de la caravana, que tendría su destino final en Normandía, más allá incluso de París. Y con ellos, irían otros Cainitas, entre ellos el Ravnos bizantino Gregorio Lakeritos (el Creador de Maravillas) y su chiquilla, Zoe.
            Durante el camino, que les llevó varios años, ya que se hizo por tierra, siguiendo la costa mediterránea hasta llegar a Italia para luego adentrarse por los Alpes y la Saboya francesa, tuvieron que hacer frente a los intereses de Príncipes locales, a la Herejía Cainita, y a los monjes de la Orden de San Teodosio, cazadores de brujas y vampiros que destruyeron al propio Lakeritos en Saboya, pero finalmente consiguieron llegar a París, sólo para encontrarse con que la Gran Corte era mucho más peligrosa que el camino que habían transitado.
            Alexander de París, un Matusalén que había vivido por más de mil quinientos años, era un auténtico monstruo; su esposa, la condesa Saviarre, estaba enloqueciendo por la proximidad de un cometa que traía apocalípticas profecías; la Herejía Cainita amenazaba con dominar la ciudad; y una docena de facciones trataba de hacerse con la mayor cantidad de poder o atención del Príncipe. Poco a poco, los personajes se convirtieron en piezas activas de la política parisina, aliándose con la embajadora de los Antasianos, Veronique d´Orleans, y con los antiguos de las Cortes de Amor, dirigidos por la Matriarca Salianna. Ayudaron a Anatole, el Sacerdote Ceniciento que predicaba entre los refugiados bizantinos a enfrentarse a los líderes de la Herejía, destruyendo al propio Obispo Antonio de Santa Lys en las obras de la catedral de Nôtre-Dame, y finalmente, participaron del “golpe de estado” dado por la propia Matriarca Salianna y el Chiquillo de Alexander, Sir Geoffrey, recién llegado de Tierra Santa.
            La Crónica concluyó cuando Alexander fue expulsado de la ciudad, con la victoria de los jugadores al firmar con ellos la Matriarca Salianna un tratado de No Agresión (aunque años después, los mortales, dirigidos por Luis de Francia, San Luis IX, lanzarían una nueva cruzada a pesar de los pactos firmados por los Cainitas).
            ¿Y por qué recordar esto ahora?
            Porque las historias nunca empiezan… ni acaban… sólo las cuentas desde un punto… o desde otro…

sábado, 26 de febrero de 2011

FRA ANGÉLICO: LA ANUNCIACIÓN

            Este fin de semana toca hablar de arte, de un pintor y una obra en concreto. Quizá no sea la pintura ni el autor más conocidos del mundo, pero se merece abrir los posts dedicados a arte que tendrá este blog (sí, también al arte, cuando dije que iba a hablar de todo… era verdad), porque es MI cuadro, MI pintura La primera vez que lo vi, en una visita organizada por mi profesor de literatura de 3º de BUP al museo del Prado, reconozco que esta pintura me dejó marcado, hasta el punto de que cuando durante la Carrera tuve que hacer un trabajo de Historia del Arte, no lo dudé, el tema elegido fue este.
            Aquí lo tenéis, La Anunciación de Fra Angélico.



            Guido di Pietro da Murello, conocido a día de hoy como “Beato Fra Angélico”, desde su beatificación por parte de Juan Pablo II en 1982, nació en Florencia más o menos hacia 1390 y moriría con 65 años en Roma, una edad más que respetable para la época de la que estamos hablando.  No hay noticias de donde o con quien se formó como pintor, aunque el estilo que muestra en sus pinturas posteriores, probablemente se formara como ilustrador o iluminador de misales. Y alguna relación con la Iglesia debía tener cuando en 1418 ingresó en un convento dominico en Fiesole, convirtiéndose finalmente en hermano de la orden de Santo Domingo en 1425 tomando el nombre de Fray Giovanni de Fiesole. Enseguida Fra Angélico comenzó a hacerse un nombre entre los artistas italianos, pintando varias obras durante su estancia en Fiesole que demuestran un estilo ya plenamente formado. A partir de 1436, los dominicos de Fiesole se trasladaron al monasterio florentino de San Marcos, y allí, Fra Angélico hizo lo que probablemente fuera su obra maestra: los frescos con los que pintó las celdas del Monasterio.
            Como no podía ser de otra manera, el fraile pintor sería llamado a Roma por los Papas Eugenio IV y Nicolás V, trabajando el fresco en diferentes estancias, algunas de las cuales, hoy ya han desaparecido, y formando en el proceso al que sería su sucesor, Bennozo Gozzoli, con el que trabajaría, por ejemplo, en la catedral de Orvieto. Como he dicho antes, moriría en 1455, convertido ya en un auténtico genio, como reconocería el gran estudioso del arte renacentista Giorgio Vasari en su célebre Vida de los mejores pintores, escultores y arquitectos.
            Todo el trabajo que conocemos de Fra Angélico tiene un trasfondo religioso (de ahí su nombre de “Angélico”, por su habilidad para pintar ángeles), y al contrario que su coetáneo, Fra Filippo Lippi, cuya obra estaba rodeada por el escándalo, el trabajo de Fra Angélico siempre ha estado marcado por la trasmisión de dos virtudes: la inocencia y la pureza. No hay pintor en la historia de la pintura que haya sabido reflejar esas virtudes como lo hizo el monje dominico de Fiesole, como podéis ver si estudiáis detenidamente la imagen que os he puesto… o mejor aún, si os acercáis al Prado y le echáis un ojo al original, que está en el Prado. Fra Angélico representa el puente entre los últimos años del arte gótico (lo podemos ver en su utilización de los dorados, por ejemplo), con los primeros maestros del Renacimiento, los florentinos Masaccio, Ghiberti o Donatello.
            Su Anunciación, que a mi me dejó completamente fascinado y que podéis ver arriba, es un pintura al temple sobre tabla que fue pintada hacia 1430 en el convento de Fiesole, donde Vasari la sitúa en su obra, y llegó a España tras ser vendida por los frailes a la familia Farnesio, que la regaló al Duque de Lerma, valido y mano derecha del rey Felipe III. Tras pasar por el convento dominico de San Pablo de Valladolid, la Anunciación se asentó por mucho tiempo ya en Madrid, en el Convento de las Descalzas Reales, hasta que en 1862, el esposo de la reina Isabel II, Francisco de Asís de Borbón, lo envió al Museo del Prado como donación real.
            El tema es simple: Fra Angélico hizo una representación del momento en el que el Arcángel Gabriel aparece ante la Virgen María para anunciarle (de ahí el nombre del cuadro) que porta al Hijo de Dios en su vientre. El fraile pintó, con un estilo que destila inocencia, la aceptación de la Virgen y la transmisión del Espíritu Santo, que se hará carne en Cristo, y que aparece como una paloma transportada por un rayo de luz que brota de una mano (la de Dios, claro), situada en la esquina superior izquierda de la tabla, rayo que cruza en diagonal la pintura, en dirección a la Virgen, señalando la Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Al mismo tiempo, para completar el cuadro, y con  ese estilo tan característico de la Edad Media en el que los símbolos son aún más importantes que la propia realidad, Fra Angélico representa el jardín de la casa de María como un Jardín del Edén, donde podemos ver la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, de manos de un ángel que, curiosamente, va igual vestido que aquel que anuncia a María la llegada del Hijo de Dios. De este modo, Fra Angélico, sobre una misma tabla, refleja la consecuencia del Pecado, la expulsión del Paraíso, con el origen de la Redención, la llegada al mundo de Cristo para redimir el Pecado de la humanidad.
            Bueno, no puedo decir mucho más, simplemente espero que, con estas líneas, a todos os hayan entrado unas ganas locas de ir a verlo en vivo, porque hay algo que está claro. Yo descubrí MI cuadro allí, incluso por casualidad, y estoy totalmente seguro que, si vais, encontraréis allí el vuestro.

viernes, 25 de febrero de 2011

EL MUNDO EN NUESTRAS MANOS

Hoy toca hablar de libros y de fútbol. Más concretamente, de un libro que habla de fútbol. Y es que eso es lo que es El Mundo en Nuestras Manos, un libro sobre el fútbol, obra de un escritor muy especial.
            Y es que se trata, ni más ni menos, que de Pepe Reina, portero oficial del Liverpool, segundo portero de la Selección Española de fútbol, y speaker no oficial pero sí efectivo de cualquier evento relacionado con la Roja. En El Mundo en Nuestra Manos, Pepe nos habla, como no, del que ha sido el mayor hito en la historia del fútbol español, la Copa del Mundo de 2010, y lo hace con el mismo estilo que tiene cuando ejerce de “alma de cualquier fiesta” al frente de la Selección.
            Dedicando cada capítulo a uno de sus compañeros, y con prólogo y epílogo de Casillas y Víctor Valdez respectivamente, Pepe desgrana la competición, sus vivencias y las de sus compañeros, el cómo vivieron cada uno de sus partidos… y lo riega todo con anécdotas, con las de la Selección (Genial cuando cuenta que, después de una racha sin ganar, y tras una noche en la que tenían más hambre que vergüenza por la dieta a la que les tenía sometido el nutricionista de la Selección, él y algunos de sus compañeros pidieron en el hotel una fuente de croissants con cola-cao, que se comieron en la misma habitación. Al día siguiente ganaron, y las reuniones en la habitación de Pepe para comer croissants y cola-cao se han convertido en tradición… aunque a Busquets no le dejan participar, porque la primera vez que fue a una de ellas fue la noche anterior del España-Suiza con el que abrimos el Mundial, y que fue el único partido que perdimos, así que Busquets va a la reunión pero no puede comer…), y con las de su propia vida, narrando cómo llegó al fútbol de mano de su abuelo y su padre, y su trayecto por el Barça, el Villarreal y el Liverpool.
            Se trata de un libro fácil de leer, muy entretenido, cuajado de fotografías del propio archivo personal de Pepe Reina, y que sirve a la perfección como epílogo y recordatorio de la mayor gesta conseguida por la Roja. Futboleros del mundo, no lo dudéis. Este es un libro que hay que leer.

jueves, 24 de febrero de 2011

MUNDO DE TINIEBLAS: VAMPIRO

Ayer, dándole vueltas, me di cuenta de que cuando hablo de rol, muchas veces hablo de cosas que no todo el mundo tiene por qué conocer, así que he decidido realizar una serie de posts sobre los diferentes juegos  de rol que manejo, para explicar sus entornos y demás. Y por supuesto, voy a empezar con los que componen esa ambientación compartida que la compañía americana White Wolf llamó “Mundo de Tinieblas”. Y para empezar, lo que durante mucho tiempo fue su caballo de batalla: Vampiro.

            El Mundo de Tinieblas juega con un concepto muy interesante: se desenvuelve en nuestra realidad, en nuestra historia, pero introduce en el juego a varios tipos de criaturas paranormales que llevan (más o menos) conviviendo con la humanidad por siglos. Es nuestro mundo… pero más oscuro. Y la línea de juegos de Vampiro, te permite convertirte (por unos ratitos, eso sí), como su nombre indica, en vampiros. Según la historia de Mundo de Tinieblas, los vampiros llevan existiendo tanto tiempo como  los hombres, pues el primero de los Vampiros fue ni más ni menos que Caín, ya que el vampirismo sería la maldición lanzada por Dios sobre él por el asesinato de Abel. Caín convertiría a tres vampiros, Enoch, Zillah e Irad, la Segunda Generación, y estos, finalmente, Abrazarían (convertirían) a trece chiquillos, los Antediluvianos, fundadores de los Trece Clanes vampíricos entre los que cualquier jugador puede elegir para su personaje. El poder de los vampiros está en la sangre, y por ello, cuanto mayor es la distancia con Caín (la Primera Generación) hace que más débiles sean los Chiquillos. Así, la mayoría de los personajes comenzarán el juego con personajes de Undécima a Decimotercera Generación, en un mundo donde los Cainitas  se han infiltrado en muchas de las instituciones políticas y culturales de la humanidad y donde prima la ley del Dominio. 


            En la edad actual, los Vampiros siguen una norma importante, la Mascarada, el ocultar su existencia a la humanidad, permanecer siendo poco más que criaturas de leyenda… o al menos una parte de ellos lo hace. Existe una guerra abierta entre dos Sectas que aglutinan a la mayoría de los Vampiros existentes: la Camarilla, donde se reúnen los Vampiros más “civilizados” y con mayor influencia entre los humanos, y formada por siete Clanes (los irascibles Brujah, los salvajes Gangrel, los locos Malkavian, los sigilosos Nosferatu, los elegantes Toreador, los hechiceros Tremere y los elitistas  Ventrue); y el Sabbat, vampiros más místicos y guerreros que quieren volver a las noches en las que los Cainitas dominaban las noches (formados por dos clanes, los manipuladores Lasombra y los terroríficos Tzimisce, pero también con representantes Antitribu del resto de los clanes). Entre ellos, cuatro Clanes independientes, tratan de sobrevivir y mantener el equilibrio entre unos y otros, los asesinos Assamitas, los nigromantes Giovanni, los impredecibles Ravnos y los perturbadores Seguidores de Set.  Y además de la guerra, una amenaza se cierne sobre el horizonte: la llegada de la Gehena, el despertar de los Antediluvianos y el fin del mundo tal y como lo conocemos…
            El éxito del primer libro de Vampiro que pudimos disfrutar y en el que se cuenta todo lo que he comentado, Vampiro: La Mascarada, fue tal que le siguieron dos nuevas ambientaciones en las que poder jugar. En Vampiro: Edad oscura, nos hundimos en la Edad Media, el tiempo previo al establecimiento del Sabbat  y la Camarilla, a las noches previas a la Inquisición en las que los Cainitas dominaban la noche. Y en Vampiro: Edad Victoriana, nos podemos sumergir en las noches del siglo XIX, el tiempo de la luz de gas y el inicio de la Revolución Industrial. 


            Lo genial de Vampiro, en cualquiera de sus encarnaciones, es que permite a los jugadores participar en cualquiera de estas situaciones, pero además, les obliga a luchar contra la degradación de sus propios persoajes,  pues dentro de cada Vampiro acecha la Bestia, esperando su oportunidad.
            Una gozada, señores. Una auténtica gozada.

miércoles, 23 de febrero de 2011

LAVANDEIRA DA NOITE

Miércoles, y aquí está la música correspodiente. Hoy toca ponernos un poco tradicionales: Carlos Nuñez con la fantástica voz de Noa cantando un tema tradicional gallego,  la historia de una joven que se encuentra con una lavandeira, una especie de aparicion... No sé a vosotros, pero a mi me encanta.






martes, 22 de febrero de 2011

EL ASCENSO DE ARSENAL


            Chicos (y señoritas, si alguna se pasa por estos lares), a partir de aquí, Spoilers y de los gordos para quien no haya leído JLA: Cry for Justice. Avisados quedáis.

            Hace ya varios meses que comenzaron a llegar noticias de algo llamado “La Caída de Green Arrow” y “El Ascenso de Arsenal”, dejando claro que se acercaban tiempos difíciles para los arqueros más famosos del mundo del cómic (con permiso, por supuesto, de Clint Barton). Poco después, comenzaron a aparecer en algunos foros (cuidadosamente protegidos por avisos de spoiler) comentarios sobre “la salvajada que habían hecho con Arsenal”, “el modo en el que habían destrozado el personaje, sin posibilidad de redención, más allá incluso de lo que había ocurrido con Parallax/Hal Jordan o Wonder Woman y la muerte de Maxwell Lord”. Y reconozco que me acojoné vivo. ¿¿Qué demonios le estaban haciendo a mi Roy?

            Para mi desgracia, yo mismo me spoileé una parte de lo ocurrido leyendo Brightest Day (aviso de nuevo, si no habéis leído JLA: Cry for Justice y estáis interesados en leerla, dejad de leer este post YA): Star City devastada por una explosión que había dejado una cicatriz en forma de estrella en la ciudad, y la noticia de la muerte del que probablemente fuera el personaje más inocente del Universo DC. Lian Harper, la hija de seis años (más o menos) de Roy Harper y la asesina Chesire, moría víctima de la devastación provocada por un infame plan de Prometeo, el viejo enemigo de la JLA creado por el genial Grant Morrison, capaz de cargar cualquier tipo de habilidad en su cerebro a través de un casco especial, y con acceso a una especie de Zona Fantasma dimensional. No voy a comentar mucho más Cry for Justice ya que no es el objetivo del post, pero sí debo decir que en esta miniserie está el origen de la nueva encarnación de la JLA de Robinson y Bagley, con algunos personajes de lo  más original, pero sí que acaba con un acto de lo más discutible. Para vengar la absurda muerte de Lian, Green Arrow mata a Prometeo.
            Y ese es el punto de partida del tomo de JLA publicado por Planeta este mes, que incluye, además de un número de la serie regular, las anteriormente mencionadas La Caída de Green Arrow y El Ascenso de Arsenal: Green Arrow se ha convertido en un asesino, y ha ocultado este hecho a sus compañeros, incluso a su propia esposa, Canario Negro. No voy a entrar a detallar mucho de lo que ocurre en el volumen, pero sí quiero hablar de lo que ocurre con Roy Harper, Red Arrow, y ahora de nuevo, Arsenal. La que ha muerto  es su hija, una niña de seis/ocho años, una cría inocente, que encima, ahora sabemos que no tuvo exactamente una muerte bonita. Lo que Roy quiere no es justicia, es venganza… y el acto asesino de Green Arrow le priva incluso de eso. Y que a nadie se le olvide: Roy tuvo ya un momento turbio en el pasado, una adicción a la heroína de la que tuvo muchos problemas para salir. 


            Exáctamente, ¿qué rumbo debería haber tomado Roy? ¿Haberse apuntado a clases de autoayuda? ¿Haberlo superado apoyándose en sus amigos y compañeros? ¿Pedirle a Zatanna que le borre la memoria? Cualquiera de ellos hubiera sido válido, y probablemente lo hubiéramos contemplado de forma distante, y satisfechos de la entereza de nuestro héroe. Hubiéramos tenido a un Arsenal mutilado y cuya hija ha muerto por culpa de un villano, pero heroico y centrado.
            J.T Krul recoge el testigo de Robinson, y decide la segunda opción. Roy es derrotado por su ira, por su rencor, por sus antiguas debilidades. ¿Enloquece? No, vemos que es plenamente consciente de lo que hace. A lo que asistimos en El Ascenso de Arsenal es, irónicamente, a un descenso a los infiernos de este personaje. Un infierno personal y también social. ¿Impropio de un héroe? Puede ser, aunque yo soy de los que considera que la culpa de todo lo que haga el Joker la tiene Batman por no haberle frenado… de verdad. ¿Una conducta humana? Desde luego. Y cuestionable como todas, como la decisión de Cíclope de crear un grupo de asesinos e incluir en él a dos niños (X-23 y Elixir no son más  que niños, y ahí están, en X-Force). Desde ya hace mucho tiempo, sabemos que nuestros héroes no son perfectos (sí, es lo que nos trajo Watchmen), hemos visto la locura de la Bruja Escarlata, a Hal Jordan matar a docenas de Green Lantern, a Wonder Woman ejecutar a Max Lord, a Green Arrow hacer lo mismo con Prometeo, a Sue Dibny morir en manos de su vieja amiga Jean Loring (mucho más interesante cuando no estaba dominada por Eclipso, cuando era una perturbada y no una supervillana), al Capitán América enfrentarse a Iron Man por sus ideas, a Hulk buscando venganza en otros héroes… Hemos visto que nuestros héroes, en muchos casos tienen los pies de barro.
            Y ahora hemos visto a Roy Harper perderlo todo, caer desde lo más alto, y eso escuece. Pero si empatizas con el personaje, si te pones en su lugar… no me creo que no sintáis un nudo en la garganta y os planteéis “Y… ¿si fuera yo?”
            La muerte de Lian Harper fue totalmente injusta, sorprendente y brutal, y vemos como ese hecho ha arrastrado a su padre en una misma espiral, injusta, sorprendente y brutal. Injusta, sorprendente…y brutalmente humana.

lunes, 21 de febrero de 2011

LAS REVOLUCIONES DEL MUNDO ÁRABE, HOY.

            Hace una semana y pico escribí un post sobre la situación en los países árabes, y a día de hoy, aprovechando un ratito, voy a aprovechar para poner al día este tema, que ha seguido evolucionando, como era de esperar.
            Egipto y Túnez parecen haberse asentado tras el abandono de Mubarak y Ben Ali (que por cierto, está en coma en Arabia Saudí), pero la revolución se ha extendido, también como era previsible a otros lugares, como Marruecos, Bahrein, Yemen y Libia. ¿Qué ocurre y qué puede ocurrir?
            El caso marroquí es quizá el que nos toca más de cerca, debido a su cercanía, y de hecho, ayer hubo algunas manifestaciones en Madrid y Barcelona en apoyo de la revolución que, aclaremos, no se hace contra el rey Mohammed VI, sino contra su primer ministro Abbas al-Fassi. Desde la organización 20 de Febrero, que intenta coordinar este movimiento de oposición se ha intentado mantener el control sobre los manifestantes para evitar las acusaciones de violencia que el gobierno lleva vertiendo sobre ellos desde antes incluso de que se convocasen las manifestaciones, pero fue inútil. Jóvenes procedentes de las regiones agrarias provocaron disturbios en varias ciudades, como Alhucemas, Marraquech o Larache. Quizá la revuelta marroquí sea la más imprevisible, la que no se puede predecir por dónde puede dirigir su camino, pues falta por tener en cuenta un factor. ¿Cómo afectará esta situación interna a la política marroquí con el pueblo saharaui?
            En Yemen, ha habido manifestaciones en la capital Saná y en la portuaria el-Adén, con diferentes resultados. En el-Adén la policía tuvo que intervenir para frenar a los manifestantes (con un chico de 17 años muerto como resultado de este encontronazo). En Saná, los manifestantes fueron atacados por los partidarios de Alí Abdulah Saleh. Pero es que el conflicto yemení tiene un trasfondo mucho más complicado de lo que parece a primera vista, ya que tras este juego en apariencia sencillo de oposición o apoyo a Saleh, hay un complejo tapiz de relaciones tribales que se extienden a los tiempos previos a la aparición del propio Islam. Si la revolución continúa en Yemen, es el país que más papeletas tiene para encontrarse con una guerra civil con todas las de la ley…
            Algo que también amenaza Bahrein. Este pequeño país del Golfo Pérsico tiene un simulacro de parlamento al que los manifestantes quieren dotar de más poder, pero hay, de nuevo, un trasfondo que complica la situación de Bahrein, y es que hay un componente religioso en la revuelta que no han tenido Túnez ni Egipto (por mucho que Irán y al-Qaeda ahora traten de decir que estas revueltas son un triunfo del Islam… mientras Irán trata de impedir que sus propios demócratas se alcen), y es que Bahrein es un país de mayoría chií bajo un gobierno de marcado carácter sunni (por si alguien no sabe la diferencia entre chiítas y sunnitas, otro día las explicaré, a día de hoy sólo decir que son dos formas completamente diferentes de entender el Islam). La revuelta de Bahrein trata de democratizar su monarquía, pero probablemente también de eliminar diferencias en las capas altas del gobierno entre sunníes y chiíes, situación contra la que es posible que Arabia Saudí (país sunní donde los haya), esté presionando, poniendo al gobierno bahreiní en una situación de lo más incómoda. Por cierto, aunque Siria parece no haber comenzado todavía a vivir este proceso revolucionario, viviría una situación contraría a la de Bahrein, una mayoría sunní gobernada por una élite chií.
            Y bueno, ya sólo me queda hablar de Libia, donde los muertos se agolpan en las morgues de los hospitales por obra y gracia de ese dictador/fantoche/terrorista que es Muammar el-Gadafi, el tirano populista que lleva 42 años gobernando su país con una mezcla de islamismo/sociocomunismo/falsa democracia que trató de inspirar en esa maraña caótica que es su Libro Verde. En Libia, la lucha sí es contra la dictadura, y es una lucha que, como el propio dictador avisó, se está combatiendo con metralletas contra gente desarmada, hasta el punto de que los propios cortejos fúnebres de los muertos están siendo atacados por francotiradores….

            Sí, señores, así está el mundo hoy. Y si quieren saber más, hoy Robert Fisk tiene un interesantísimo artículo en El Público sobre la relación (o no relación más bien) entre los movimientos populares árabes y el islamismo.

            Seguiremos informando.

CENIZAS DE ULTRAMAR (II)


Con la Quinta Cruzada estancada en San Juan de Acre, los Cainitas alojados en los dominios del bashirita Etienne de Fauberge comenzaban a aburrirse y el aburrimiento es de las peores cosas a permitir dentro de un ejército. Por ello, Etienne convocó un torneo que entretuviera a los Cainitas. Durante el torneo, y mientras  el Lasombra Pier Francesco conseguía vencer en duelos a primera sangre a la embajadora del voivodato y a su propio patrocinador, sus compañeros fueron sondeados tanto por Aram Hovannes, enviado del líder bashirita Varsik como por la Lasombra María d´Agostino, sobre las posibilidades de recibir su apoyo ante un posible cambio de manos del poder, consiguiendo d´Agostino atraer la atención del Toreador Antoine Henri. Sin embargo, mientras se llevaba a cabo una batalla reglada, el torneo de Etienn se vio inesperado por algo imprevisible: la desaparición del aura de fe que protegía Acre.
            La misma noche siguiente, y favoreciendo los intereses de Heinrich von Achern (y por lo tanto, de Jurgen) los personajes se internaron en la ciudad, consiguiendo un refugio en un antiguo palacete abandonado, y averiguando que Gauthier de Dampierre había estado predicando en la ciudad desde el Monasterio de los Apóstoles. Además, Mihail, infiltrado entre los Vlaszy, que se habían hecho con el control de la Torrre Maldita de la muralla de Acre, descubrió que Kara Lupescu estaba interesada en el paradero de la reliquia que había dado el aura a Acre. Buscando la reliquia, finalmente, los jugadores se dirigieron al Monasterio de los Apóstoles, donde tras hacer frente a la profunda fe que impregnaba el lugar, encontraron a dos caballeros, a los que  tuvieron que hacer frente, matando a uno de ellos y torturando al otro hasta descubrir que la reliquia había sido un fragmento de la Vera Cruz, enterrado en el Altar de San Pablo el Misionero desde los tiempos de los Apóstoles. Pero desconocían el actual paradero de la Cruz, que había sido sacada de allí por Gauthier de Dampierre.
            En las semanas siguientes, la situación de Etienne se fue  complicando, haciendo ya público Aram el desprecio de Varsik por su Chiquillo, y ofreciendo la amistad del poderoso Ravnos a aquel que recuperase la Cruz. De hecho, la situación se hizo tan insostenible que María d´Agostino comenzó a actuar como Príncipe, reuniendo a su alrededor a Alexia de Nicosia, Kara Lupescu y Dieter von Karlach, y tratando de recoger también el apoyo de los personajes, que finalmente decidieron oponerse a ellos. Duqaq, el escriba Toreador de Etienne accedió a decirles a los personajes donde estaba la Cruz a cambio de que usaran toda su influencia para que la Cruzada se dirigiera a Egipto. Aceptaron, y así descubrieron que Gauthier se había dirigido a Athlit, donde los Templarios iban a construir la que sería una de sus fortalezas más importantes. Y hacia allí se encaminaron los personajes, acompañados por unos recién llegados a Acre, Sir Michael de Durham y sus Caballeros de las Cenizas Amargas. Sin embargo, Gauthier y sus hombres consiguieron huir, topándose de frente con la comitiva del rey Andras de Hungría, en la que viajaba también von Achern. Gauthier se puso al servicio del cristiano rey, y el poder de la Vera Cruz hizo que von Achern revelara su auténtica condición, siendo destruido por el propio Gauthier. Los personajes, sabiendo que la Cruz estaba ya fuera de su alcance, volvieron a Acre, aunque Michael de Durham se comprometió a intentar aún conseguir la Cruz para la orden de las Cenizas Amargas, quedando en deuda con los personajes.
            A su regreso, Etienne se reunió con ellos, sabedor de que Aram pretendía derrocarle, dispuesto a realizar un juramento de fidelidad a Jurgen para que este le apoyara como Príncipe de Acre, descubriéndose además que el escriba de Etienne no era un Toreador, sino un Setita, aunque eso el Príncipe ya lo había descubierto. Los personajes aceptaron, y lo que Aram Hovannes había preparado como destitución de Etienne, se convirtió en la reafirmación de Etienne, que rindió vasallaje a los personajes como representantes de Jurgen von Verden. Tras ciertas tensiones, los antiguos apoyos de María d´Agostino, así como la propia Lasombra, aceptaron el dominio de Etienne, y a través de él, el de Jurgen y la Cruz Negra. Los barcos frisios llegaron poco después, y la Quinta Cruzada finalmente se dirigió a Egipto… pero los jugadores decidieron que su implicación en ella había terminado.

HASTA SIEMPRE, OT.

            Bueno, todos los que me conocéis bien supongo que estabais esperando este post. He pensado mucho en qué escribir, en qué decir, y no creáis que lo tengo todavía muy claro. En estos momentos, mientras escribo estas líneas, en la tele están echando el que será el último programa de Operación Triunfo, y sinceramente, eso es algo que no esperaba vivir.
            Sé que hay mucha gente que se alegra, auténticos detractores del programa, pero gente… yo no soy uno de ellos. Como he leído por ahí, estoy “sufriendo como Geno”. He visto Operación Triunfo desde la primera edición, desde que Rosa, Bisbal, Chenoa y Bustamante eran unos críos que nos sabían dónde se estaban metiendo, y que terminaron revolucionando (para furia de muchos) el mundo musical de nuestro país. Una edición tras otra, empalizando más o menos con los concursantes, disfrutando más o menos de lo que hacían, y viviendo con más o menos interés la parte reality del concurso, que, curiosamente y pese a que soy fan declarado de Gran Hermano, siempre ha sido en este formato lo que menos me ha interesado.
            Hoy, tras un intento de cambio radical de imagen, tras situarlo en un momento de la parrilla televisiva donde era previsible desde el principio que no funcionara, se acaba el programa que más música ha traído a la televisión, el único dedicado por completo a la música en directo (vale, sí, siguen echando “A Solas” en Sol Música… pero no es lo mismo). Telecinco ha decidido no confiar más en el programa, y lo retira de mala manera, a lo bestia y sin contemplaciones, ni para los concursantes, ni para el equipo… ni para los espectadores.
            Así que nada, mañana será el día de una nueva era, una era sin OT.
            Y sí, señores, me jode mucho.

            ¿Qué se le va a hacer?

domingo, 20 de febrero de 2011

LEONOR DE AQUITANIA

            A día de hoy, cuando pensamos en Francia, nuestra mente inmediatamente vuela a París, y extrapolamos tal situación inconscientemente a toda la historia anterior. Realmente, y durante muchos siglos, no fue así.
            Por ejemplo, en el siglo XII, lo que hoy Francia apenas se extendía más allá de los alrededores de París, la zona llamada “Ilê de France” era el dominio de la dinastía de los Capeto, una familia de origen renano que había ascendido hasta el trono francés en el siglo IX. Muchos de los nobles cuyas tierras rodeaban la Isla de Francia (los señores de Champaña, Borgoña, Aquitania…) eran en muchos casos más poderosos y más ricos en tierras que el propio rey de Francia, del que, en muchos casos, eran vasallos.
            Y uno de esos señores, quizá el más poderoso de lo que hoy es Francia, era sin duda el Duque de Aquitania, Guillermo X. Sus tierras incluían prácticamente la mitad sur de lo que hoy es Francia, todo el dominio entre el Loira y los Pirineos, y su capital era la ciudad de Poitiers. Y mientras París era una ciudad prácticamente bárbara, las tierras aquitanas crecían exponencialmente en arte y cultura. Era la tierra de los troveurs, los trovadores que posteriormente definirían la cultura del Amor Cortés y que aún acuden a nuestra cabeza cuando pensamos en la Edad Media. Guillermo X fue padre de dos hijos junto a su mujer, Leonor de Châtelleraut. La mayor de los dos, nacida en el año 1122 en Poitiers, llevaría el nombre de su madre, y tras la muerte de su hermano menor en 1130, con sólo ocho años, se convertiría en la mujer más importante de Francia… y de toda Europa. Pasaría a la historia con el nombre de Leonor de Aquitania, y es el objeto principal de este post. Leonor, convertida en el ojo derecho de su padre, fue una niña inteligente que se convirtió en una mujer culta, pero sobre todo, consciente de su poder, de su influencia y de su posición, algo que siempre tuvo claro. Pero aún así, aceptó un matrimonio acordado entre su padre y el Rey de Francia, Luis VI, y aunque Guillermo X moriría en el Abril de 1137 (cuando Leonor tenía quince años) haciendo el Camino de Santiago, ella honraría aquel compromiso.
            En Julio de ese mismo año, Leonor se casaba en Burdeos con Luis Capeto, el heredero de Luis VI, y como dote, aportaba a la corona francesa sus dominios aquitanos, lo que triplicaba la extensión del Reino de Francia: la Guyena, Gascuña, el Poitou, el Lemousin, el Angumois, Santoigne y Périgord… las regiones más prósperas cultural y económicamente pasaban a formar parte ahora de los dominios de los Capetos. Pero Leonor y Luis (que a finales de ese mismo año, 1137 se convertiría en Luis VII al morir el rey Luis VI el Gordo), tendrían un matrimonio desdichado prácticamente desde el mismo inicio de su relación. Leonor era una mujer “de mundo”, acostumbrada a estar rodeada de trovadores, que sabía leer y desenvolverse entre la gente, una mujer enamorada de la propia vida y que quería vivir. Luis era un hombre tímido, que probablemente hubiera sido mucho más feliz si su hermano mayor, Felipe, no hubiera muerto, lo que le hubiera permitido dedicarse a su verdadera vocación, la Iglesia. De hecho, sus dos grandes consejeros serían hombres de religión, el Abad Suger de Saint-Denis, y el archifamoso Bernardo de Clairvaux, que pasaría a la historia como San Bernardo de Claraval, y que cualquier día de estos merecerá su propio post en este muro. Y de inmediato, desde el mismo momento de su boda, la relación de Leonor con estos dos hombres fue, como poco, tensa, a lo que se sumó su mala relación con su suegra, la Reina Madre, Adelaida de Saboya.
            Bueno, supongo que a nadie le sorprenderá el hecho de que en aquellos años, el matrimonio no era desde luego una cuestión de amor en lo que a las casas reales se refiere, y que el motivo más importante para un matrimonio real era la procreación. Todo reino necesitaba un heredero, y Leonor parecía no ser capaz de dar un hijo a Luis… o Luis no era capaz de engendrar un hijo en Leonor. Hasta que finalmente, en 1145, tras ocho años de matrimonio, Leonor dio a luz a una niña a la que llamaron María. Ese mismo año, y tras solucionar un conflicto con el Papa surgido a raíz del nombramiento del Obispo de Langres, para cerrar cualquier herida posible, Luis VII hizo voto de Cruzado, y se comprometió a unirse a la Segunda Cruzada, que promulgaría el propio Bernardo de Clairvaux, como respuesta a la toma por los musulmanes del Principado de Edesa (Urfa, en la actual Turquía), uno de los principados cristianos del Reino Latino de Jerusalén. Luis VII tomaría la Cruz en Vezelay en 1146, y en 1147, partió hacia oriente… acompañado de su esposa.
            La decisión de Leonor de unirse a la Cruzada escandalizó a toda la cristiandad, el propio Luis VII no aceptó de buen grado el hecho de que su esposa dejara atrás a una niña de dos años y se uniera a un ejército. Pero Leonor, además de Reina de Francia, era la máxima mandataria del país, y nadie pudo impedirle que se uniera a la Segunda Cruzada… junto a sus damas, camareras, y todo su personal de compañía. Hay historias que dicen que Leonor y sus mujeres cabalgaban junto al ejército como las Amazonas de las leyendas, armadas y con un pecho descubierto. Lo más probable, es que se convirtieran en una auténtica molestia y fuente de distracción para el ejército, pero no había nadie que pudiera decirle a Leonor qué hacer y qué no hacer. A su paso por Constantinopla, enseguida hubo rumores de que la belleza de Leonor había dejado prendado al basileus bizantino Manuel I Comneno, que la colmó de regalos, pero aún así, Luis VII decidió continuar adelante (esta vez, eso sí, negándose a dejar a su esposa atrás). Y así, llegarían a la ciudad de Antioquía, sede del Ducado de Antioquía, otro de los principados latinos de Tierra Santa, y cuyo duque, Raimundo de Antioquía, era el tío de Leonor. Luis y Leonor fueron recibidos con todos los honores en la ciudad oriental, pero pronto las relaciones entre tío y sobrina trascendieron del límite de lo decoroso y familiar. Raimundo era un hombre de renombrado atractivo, culto, formado al igual que ella en la cultura de los trovadores y las Cortes del Amor, con mucho más en común con Leonor (aparte de la sangre) de lo que Luis VII llegaría nunca a tener. La notabilidad de su relación fue tal que, finalmente, el Rey de Francia abandonó la Cruzada, arrastrando a su mujer tras de sí, alejándola de la ciudad (y el lecho) de su tío. La Segunda Cruzada terminó siendo un fracaso, y el matrimonio de Luis y Leonor podría haber terminado también allí de no haber sido por la intervención del propio Papa, con quien se reunieron en Roma y que forzó una reconciliación entre ambos, fruto de la cual sería su segunda hija, Alicia.
            Pero aquello fue sólo una prórroga, Luis y Leonor estaban viviendo tiempo prestado, y así se demostraría cuando, en 1151, cuando a la muerte del Abad Suger, el matrimonio se rompió. Cansado ya de su “casquivana” esposa, Luis VII alegó razones de parentesco ante el Concilio de Beaugency… y Leonor aceptó el divorcio, aunque se llevó con ella todas sus posesiones aquitanas. El divorcio se llevaría a cabo el 18 de Marzo de 1152, y el 18 de Mayo de ese mismo año, dos meses después, Leonor contraía un segundo matrimonio en la ciudad de Burdeos, esta vez con Enrique Plantagenet, hijo de Godofredo de Anjou y de Matilde de Inglaterra, lo que le convertía en señor de Anjou y de Normandía. Luis VII debió de darse de cabezazos con la pared más cercana, ya que el nuevo matrimonio cercaba y casi asfixiaba sus propios dominios, aunque fuera el señor feudal de ambos. Y la situación se complicó más cuando murió en 1154 el rey Esteban I de Inglaterra, ya que su heredero designado era su sobrino… Enrique II Plantagenet. Esto crearía una situación que se extendería durante varios siglos y que desembocaría, más de doscientos años después, en la Llamada Guerra de los Cien Años, pues desde Enrique II Plantagenet, los reyes de Inglaterra estuvieron sujetos a vasallaje de los reyes de Francia por sus tierras en el continente. Es decir, Enrique II era rey de Inglaterra, pero también Duque de Normandía, y como tal, le debía vasallaje a Luis VII. Y esta situación se repetiría en los descendientes de ambos.
            Curiosamente, tanto Leonor como Luis VII (que se casó con Constanza de Castilla) fueron prolíficos en cuanto a hijos con sus nuevos esposos. Enrique y Leonor fueron los padres de Guillermo, Enrique, Matilde, Ricardo, Godofredo, Leonor, Juana y Juan de Inglaterra. Luis VII y Constanza  fueron padres de dos mujeres más, Adela y Margarita, siendo en su tercer matrimonio con Adela de Champaña cuando al fin tendría a su heredero, Felipe de Francia, que pasaría a la historia como Felipe Augusto, probablemente el más grande de los reyes de la dinastía de los Capeto.
            De lo hijos de Leonor, sin embargo, los que pasarían con mayor renombre a la historia, serían sin duda su favorito, Ricardo, que terminaría siendo rey de Inglaterra bajo el nombre de Ricardo I Corazón de León; y su hermano pequeño, hecho famoso por la iconografía popular como Juan Sin Tierra. Y si lo que la llevó a distanciarse de su primer esposo fue la diferencia de caracteres, lo que la hizo enfrentarse a Enrique II sería precisamente que los dos eran personas de armas tomar. A pesar de ser reina de Inglaterra, Leonor detestaba aquellas tierras, que consideraba salvajes, y estableció su propia corte en Poitiers, donde favoreció a los trovadores y el Amor Cortés: lo que podía llamarse una verdadera Corte de Amor. Y además, mantuvo con ella a sus hijos, especialmente a su favorito Ricardo, que se crió por completo en tierras francesas, y que tuvo una gran cercanía con los Capeto, especialmente con Felipe Augusto, con el que entabló una relación homosexual que fue la comidilla de toda Europa, y que permitió a Luis VII manipular a Ricardo para ponerle en contra de su padre… lo que también hizo Leonor al descubrir que Enrique II se había conseguido una amante oficial, la bella Rosamunde Clifford. El momento de enfrentamiento total llegó cuando tras morir esta, Enrique II sedujo a la prometida de Ricardo, Adela de Francia, hija de Luis VII y Constanza de Castilla, y a la que convirtió en su concubina. Leonor consiguió alzar a sus hijos contra Enrique, y este decidido a apartarles de la influencia de su madre, la encerró en Chinon, y luego la trasladó a Salisbury, en Inglaterra, lejos de sus partidarios.  

       
            Sin embargo, tal situación no ayudó a reducir la tensión entre Enrique y sus hijos, e incluso desde su encierro en Salisbury, Leonor instaba a sus hijos a desafiar a su padre. Tal situación se prolongó hasta la muerte del propio rey de Inglaterra en Chinon, enfrentándose a su hijo Ricardo y a Felipe Augusto de Francia en 1189. Ricardo, convertido en rey de Francia (sus hermanos mayores habían perecido años antes), liberó de inmediato a su madre, que se convirtió en una de sus más importantes consejeras. Y en cuanto fue coronado rey de Inglaterra, tomó la Cruz (como había prometido en 1187 cuando sólo era Conde del Poitou), y junto a su antiguo amante, Felipe II, comenzó a organizar la que sería la Tercera Cruzada, con el objetivo de hacer frente a los avances musulmanes en Tierra Santa, donde la propia Jerusalén había caído en manos del fascinante Salah al-Din ibn Yusuf Ayubb, el mítico Saladino. Desconfiando el uno del otro, Felipe y Ricardo partieron hacia oriente, y en la comitiva de Ricardo, como no podía ser de otra forma, viajaba Leonor, ahora ya con sesenta y siete años (toda una edad en aquella época). Hubo muchos grandes momentos en la Tercera Cruzada, que desarrollaré en otro momento, pero lo principal es que Leonor volcó toda su fuerza en este viaje en conseguir que Ricardo se casara y tuviera un nuevo heredero al que dejar el imperio angevino. Lo primero, lo consiguió precisamente a su paso por España, pues Ricardo se casó con la joven Berenguela de Navarra. Por lo que sabemos a día de hoy, el matrimonio nunca fue consumado, Ricardo sentía auténtico asco por el cuerpo de las mujeres, y el deseado heredero no llegaría nunca, lo que supondría probablemente la más importante de las derrotas de Leonor; que aún así, y aunque en esta Tercera Cruzada no llegó a poner pie en Tierra Santa (fue retenida junto a Doña Berenguela por el Rey de Chipre, aunque Leonor resistió con energía las acometidas del rey chipriota y no tardarían en ser rescatadas por su hijo, que puso Chipre bajo su dominio y luego lo entregó a su amigo Gui de Lusignan), el hecho en sí de que realizara un viaje tan duro y en esas condiciones, es demostración de por sí del espíritu de esta mujer indomable, que además, tuvo que luchar en el camino de vuelta con el célebre cautiverio de su hijo en manos del Duque Leopoldo de Austria.
            Tras su liberación, que costó un buen rescate a Inglaterra, Ricardo volvió a sus dominios franceses, y pasó varios años enfrentándose a su antiguo amante, Felipe II de Francia y sus aliados, así como a sus propios y levantiscos vasallos. Y en sus propias tierras se encontraba, en el Lemosín occitano, cercando la pequeña fortaleza de Chalus, cuando una flecha disparada por un niño, le hirió en un brazo. Probablemente de haber contado con un buen médico (incluso en aquella época) Ricardo hubiera sobrevivido, pero lo que ocurrió allí fue una carnicería y la herida se gangrenó, llevándose finalmente la vida del que probablemente sea el rey más famoso de los ingleses a pesar de que apenas puso los pies en Inglaterra. La corona angevina pasó a manos de su hermano pequeño, Juan I de Inglaterra, al que ya hemos mencionado antes como Juan Sin Tierra, pero Leonor, cansada ya de la vida cortesana y viendo al hijo por el que menos cariño sentía convertido en señor de todas sus tierras, decidió apartarse finalmente de la vida secular. Leonor se recluyó en la Abadía de Fontevrault, donde ya había pasado algunos años previos y de donde había salido sólo para asegurarse de que el trono de Inglaterra pasaba a manos de Juan (a pesar del propio cariño que sentía por él) en detrimento de su nieto Arturo, hijo de Godofredo de Bretaña.
            Ya sólo abandonaría su retiro una vez más, en el año 1200, con setenta y ocho años, cruzando los Pirineos para elegir entre sus nietas castellanas a la futura esposa del Delfín de Felipe II Augusto, eligiendo entre las infantas (hijas de su hija Leonor de Inglaterra y del rey Alfonso VIII) a su nieta Blanca de Castilla, futura reina de Francia. Hecho esto, volvería a Fontevrault, donde moriría en 1204, a los ochenta y dos años de edad, y donde aún hoy se encuentra enterrada junto a su esposo Enrique II y su hijo Ricardo.
            Pero el espíritu de Leonor no moriría con ella, y viviría durante muchos años en al menos dos de sus descendientes. No en el que sería el rey Juan, convertido en un títere de sus barones, sino en su hija María y en su nieta Blanca. María de Champaña, si bien no aglutinó el poder político que había tenido su madre, fue desde luego su heredera cultural, convirtió Champaña en una verdadera corte de amor, patrocinó a docenas de trovadores y poetas, y sobre todo, promovió la carrera de Chrètien de Troyes, el creador de buena parte del mito artúrico medieval. Blanca de Castilla, digna heredera de su abuela, fue reina de Francia, y tuvo aún más importancia cuando actuó como Reina Madre junto a su hijo Luis X de Francia, que pasaría a la historia como San Luis de Francia, teniendo un gran papel en el crecimiento de lo que eran las tierras dominadas por los Capetos utilizando para ello la lucha contra la propia herejía cátara que llevaba años desarrollándose en el sur de Francia, en el Languedoc.
            Desde mis tiempos de estudiante de Historia, reconozco que la historia de Leonor de Aquitania me ha fascinado, y aún hoy, cuando profundizo en ella un poco más, sigue sorprendiéndome. Espero haber estado a la altura de lo que la que puede ser la mujer más importante de la Edad Media se merecía.

viernes, 18 de febrero de 2011

VAMPIRO LA MASCARADA: NOVELAS DE CLAN

Hoy voy a  hablar de libros. Y de rol. Y además, no voy a comentar una novela, no. Catorce. Sí, sí, habéis leído bien. Las catorce novelas que forman las llamadas Novelas de Clan de Vampiro: La Mascarada. El concepto en sí fue novedosos en su día: una sola historia contada  y desarrollada desde múltiples perspectivas, y  con cada  una de las novelas dedicada a un clan vampírico en concreto; y dio buen resultado: posteriormente, el esquema se repitió con  las Novelas de  Tribu de  Hombre Lobo  y las Novelas de  Clan de Vampiro: Edad Oscura. Hablaremos de todas ellas más adelante,  pero hoy centrémonos en lo que tenemos entre manos. 
            Las Novelas de Clan de Vampiro: La Mascarada desarrollan en trece partes una doble historia. Por un lado, asistimos a la Cruzada del Sabbat  contra las ciudades que la  Camarilla  gobierna en la Costa Este de  EE.UU, y la resistencia de los Vástagos que pertenecen a esta cuando las hordas de la  Espada  de Caín irrumpen en sus ciudades. Y por otro lado, la búsqueda por  un grupo de vampiros de diferentes características del  místico Ojo de Hazimel,  una reliquia perteneciente a un  poderoso  Matusalén  Ravnos. Hablaré específicamente de cada novela…

Novela de Clan: Toreador, por Stewat Wieck. Es donde todo empieza. La Primogénito Toreador de Atlanta, Victoria Ash, trata de  ascender posiciones en la ciudad a través de la manipulación de otros Vástagos, y para ello, organiza una fiesta en el Eliseo de  la ciudad. Mientras,  otro Toreador, el escultor Leopold, investiga su propia historia, pues  sufre de  amnesia. Ambas historias se entrecruzan cuando, durante  la fiesta,  el Sabbat   ataca la ciudad, y Leopold consigue de forma casual el Ojo de Hazimel, que no tardará  en convertir al Toreador en una criatura de extraños poderes.

Novela de Clan: Tzimisce, por Eric Griffin. Aquí vemos la preparación del asalto a Atlanta, así como su continuación  más allá de esta ciudad, todo ello a través del triunvirato  formado por el Arzobispo de Nueva  York y el Arzobispo de Miami,  los  Lasombra Francisco Domingo de Polonia y Borges,  y  sobre todo de la protagonista  de  la novela, Lady Sascha Vykos, probablemente  el personaje más interesante de La Mascarada .

Novela de Clan: Gangrel, por Gherbod Flemming. Con una neonata Gangrel llamada Ramona como protagonista, vemos en qué ha convertido a  Leopold el  Ojo de Hazimel, y  el precio será  muy alto para los Gangrel…  y toda la Camarilla. 

Novela de Clan: Setita, por  Kathleen Ryan. Presenta a dos de los personajes esenciales de la historia, el Setita Hesha Ruhazde y el Ravnos Khalil Ravana. La historia de ambos se entrecruza alrededor  de  la búsqueda del Ojo,  además de asistir a las consecuencias de la Semana de las Pesadillas: el despertar del  Antediluviano  Ravnos.

Novela de Clan: Ventrue, por Gherbod Flemming. La Camarilla trata de responder al ataque del Sabbat,  y para ello, Jan Pieterzoon, Chiquillo del propio Hardestadt, acude a Baltimore, donde  mientras evita que el Sabbat acabe con su no-vida, debe conseguir que los refugiados de las ciudades tomadas por la Espada de Caín se maten los unos a los otros.  Y además,  un clan al completo abandona  la Camarilla, que queda más debilitada  que  nunca.

 Novela de Clan: Lasombra, por Richard Dansky. Cuando parece que nada puede detener al  Sabbat, llegan rumores de que una de las mejores asesinas vampíricas tiene  como  objetivo a uno de los dirigentes de la Cruzada. ¿Vykos, Borges o  Polonia?  El Arzobispo  de Madrid, Ambrosio Luis Monçada envía a su sabueso, Sir Talley para  evitarlo, pero detener a  la propia Chiquilla  de Monçada, Lucita de Aragón, puede  ser más de  lo que ninguno de ellos puede llegar a esperar.

Novela de Clan: Assamitapor Gherbod  Flemming. Mientras el clan de los Asesinos se ve convulsionado por ur-Shulgi, el Pastor, y se ven obligados  a elegir entre su devoción a Alá  y su lealtad al  propio clan,  Fátima al-Faqadi recibe  una misión  imposible: acabar  con el Arzobispo Monçada…y  no sabe si su antigua aliada y   amante, Lucita, estará a  su  lado o apoyará  a su  odiado Sire .

 Novela de Clan: Ravnos,  por Kathleen Ryan. El matusalén Hazimel trata de manipular a  Khalil Ravana, pero Hesha Ruhazde está decidido a conseguir  el Ojo de Hazimel, cueste lo que cueste.

Novela de Clan: Malkavian, por Stewart Wieck. El Malkavian Anatole parece ser el único  que  entiende todo lo que ocurre a su alrededor…pero  parece  que nadie puede  entenderle  a él. ¿Está completamente loco o simplemente  dispone  todas las piezas  para  la conflagración final? Y  quizá…las dos cosas.

Novela de Clan: Giovanni, por Justin Achilli.   Isabel Giovanni  tiene que mediar entre su Clan  y la Camarilla, buscando el mayor beneficio para los Nigromantes en la guerra que  enfrenta a  las dos sectas. Aunque quizá los Giovanni  tengan que perder su secular neutralidad para sobrevivir a una amenaza procedente de su más oscuro pasado.

Novela de Clan: Brujahpor Gherbod Flemming. La Camarilla prepara su última resistencia, pero hay un traidor entre ellos, y el arconte Brujah Theo Bell debe descubrirlo si quieren  evitar ser  barridos  de la Costa Este. Pero  la   Torre de Marfil aún  tiene  mucho que decir antes  de  caer…

Novela de Clan: Tremere, por Eric Griffin. Aisling Sturbridge ha dirigido la Capilla  de los Cinco Distritos en  pleno territorio Sabbat por mucho tiempo. Ahora, pueden jugar un papel clave  en los  planes de Pieterzoon, pero para  ello, Aisling tiene que hacer frente a amenazas externas  y una dolorosa traición. Y salir viva  de  todo ello para contarlo.

Novela de  Clan: Nosferatu, por Gherbod  Flemming.  De la mano del Nosferatu Calebros, asistimos al  final de  la epopeya. Mientras la lucha entre  el Sabbat  y  la  Camarilla  se decide en  las calles  de Nueva  York; Ruhazde, Ramona, Theo Bell y  Victoria Ash tienen que  hacer frente a la verdad que hay  tras Leopold.

Novelas  de Clan: Antologíapor VV.AA. Trece historias cortas, una por Clan, que se adentran en  el pasado de los protagonistas de  las  Novelas de  Clan,  nos descubren misterios que aún  no se habían solucionado…y nos  adelantan detalles de la futura metatrama de Vampiro. La Gehena está más cerca que nunca…                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                              
                                                                                                                                                                                   
                 
 
                                                                                                                             

jueves, 17 de febrero de 2011

ANÁLISIS: CRISIS FINAL


Bueno, hace unos días, a raíz de un post de David Guirado en su blog, “Delirios de Grandeza” sobre el Batman de Morrison, surgió un tema que parece recurrente cuando se habla de ese genio del cómic que es el escocés Grant Morrison. Y como no, el tema es Crisis Final, la saga más controvertida de DC. Tiempo atrás, hablando de este mismo tema con  Ángel Guerrero, preparé un resumen/desarrollo/análisis de la Crisis, y quedé  con David en que lo adaptaba a un post  y lo publicaba por aquí. No he incluido más que la saga principal, ni Superman Beyond ni nada, si alguien tiene dudas sobre eso… que me lo diga y preparo otro…

Señores, bienvenidos a una de las historias más grandes jamás contadas.

Todo empieza con una guerra, una guerra sucedida hace tiempo, antes incluso de la Crisis Infinita y el retorno del Multiverso. La guerra en la que el Mal Venció. No se ha explicado nunca como ocurrió, pero ya en Seven Soldiers, vemos que Mister Milagro (Shilo Norman) tiene que enfrentarse a algunos de los dioses de Apokolips, que han sobrevivido a esa guerra y se encuentran vinculados a un siniestro club de Nueva York, el Club Dark Side, dirigido por el llamado Jefe Darkside. En su enfrentamiento, Shilo Norman descubre dos cosas: que es inmune a la Ecuación Antivida (como serán otros personajes en Crisis), y descubre también el efecto de la Sanción Omega de Darkseid, que no es la muerte, si no que transporta a su víctima en el tiempo y el espacio, condenándole a vivir diferentes vidas, todas traumáticas y destructivas.

Bien.

Durante Countdown, entre las muchas cosas que ocurren está el proyecto de Amanda Waller que llevaría a la serie limitada Salvation Run. En ella, vemos que un renacido Escuadrón Suicida está capturando villanos, que son enviados a un planeta prisión. En origen, dicho planeta se supone un lugar no idílico pero sí en el que los villanos puedan sobrevivir sin hacer daño. Pero en realidad, algo interfiere la señal teleportadora, y aparecen en un planeta que es una pesadilla, lleno de criaturas terribles con instintos asesinos. Entre ellos, se encuentra J´onn J´onnz, que se hace pasar por el villano Blockbuster por sugerencia de Batman. Pero cuando va a ser ejecutado, un grupo de parademonios de Apokolips ataca el planeta, evitando que J´onn muera, aunque los villanos consiguen volver a la Tierra.

Bien.

Estos mismos villanos, nada más llegar a la Tierra, son convocados por una nueva figura. Se trata de Libra, que aparece tratando de unir a los villanos bajo su égida, hablándoles de la aparición de un nuevo dios. Un dios que tiene un libro sagrado, la Biblia del Crimen, un dios que traerá el Día de Apokolips y que está dispuesto a conceder a sus seguidores todos sus deseos.

Al principio de los tiempos, Metron aparece ante un hombre, un guerrero del Clan del Oso, Anthro, y es Metron, de los Nuevos Dioses, quien le entrega el conocimiento, el fuego primordial que Anthro no tarda en convertir en un arma (aunque sea para derrotar a un clan enemigo liderado por Vandal Savage que está atacando a su gente).

Con la muerte de Orion, el mundo comienza a volverse loco. Ya sabes, los cielos rojos. Ten en cuenta que el resto de los dioses no han muerto, se encuentran atrapados en cuerpos humanos, y es lo que Orion le dice a Turpin. Él (Darkseid) no ha muerto, está en todos vosotros. John Stewart es el primero en llegar al puesto, y solicita refuerzos, pero Hal Jordan tarda en llegar… porque estaba durmiendo. Cuando los Guardianes son informados de la muerte de un dios (y se supone que los dioses no mueren, es parte de su divinidad), decretan la transformación de la Tierra en una prisión para evitar que el deicida escape. Y por supuesto, envían a los Alpha Lanterns a la Tierra. Mientras, Libra envía a algunos de los suyos a conseguirse un trono, que no puede ser otro que, ni más ni menos la Silla Moebius de Metron. ¿Dónde está Metron? Es un Nuevo Dios, y por lo tanto, como el resto de sus compañeros, cayó en la Guerra que envió a los dioses a la Tierra. Es entonces cuando se revela que quien organizó el ataque de los parademonios a Planeta Prisión, y quien tiene en sus manos a J´onn no es otro más que Libra, que mata a J´onn a petición de la Llama Humana, como demostración de que su nuevo Dios va a conceder realmente los deseos a sus seguidores. Mientras Turpin acude a NY para investigar el Dark Side Club, nos encontramos con otras señales de los Nuevos Dioses en la Tierra. Un reverendo que se hace llamar Good (Glorious Godfrey, claro), ha convertido la ciudad de Blüdhaven en el centro de su prédica. Y en Nueva York, el Jefe Dark Side se dirige a sus “matones” como Kalibak y Kanto. Más Nuevos Dioses. El Jefe Dark Side le muestra a Turpin su obra, el rostro de la nueva humanidad. El rostro de la Antivida. Por otro lado, en el Planetario de los Monitores, influidos por el Monitor Ogama, el Consejo decide castigar a al Monitor Nix Uotan, por haber fracasado en su vigilancia sobre Tierra 51, que fue destruida en la guerra entre los Monitores, Monarca y Superman Primo, destrucción de la que se responsabiliza a Nix Uotan, ya que pese a la prohibición de los Monitores, había consentido la presencia del Ray Palmer de Tierra 1 como “refugiado” en Tierra 51, remplazando al Ray Palmer de aquella tierra. Nix Uotan es enviado a la Tierra y atrapado en un cuerpo humano, desestabilizando el Colegio de Monitores, lo que, de algún modo, favorece al Monitor Ogama, que ha favorecido este asunto. Y por primera vez, el tiempo se dobla. Anthro se ve de pronto en el distópico futuro de Kamandi, y es este mismo el que revela que Metron le dio a Anthro algo más que el fuego. Le dio un arma contra Darkseid. Y Anthro se la muestra a Kamandi, un extraño símbolo que se pinta en el rostro.
En Japón, Shilo Norman acude a buscar a Sonny Sumo, que, al igual que Ray Palmer en Tierra 51, es un refugiado de otro mundo en Tierra 0. Allí, además de dejarnos ver que el mejor escapista del mundo ha podido escapar incluso de la Muerte, revela que tiene una Madre Caja, la única que ha sobrevivido a la Guerra en el Cielo. Shilo, que ya se ha enfrentado a los dioses caídos, sabe que estos están en la Tierra, y quiere reunir un grupo para hacerles frente. Además, vemos que Nix Uotan, pese a estar atrapado en un cuerpo humano, no ha olvidado todo lo referente a su vida como Monitor. Ha soñado con la Guerra en el Cielo, y ve otras cosas, como la presencia de Mandrakk acechando el Multiverso. Turpin, que ha sido liberado del Club Dark Side, tiene un encuentro con el Sombrerero Loco, y descubre que ha diseñado para el Jefe Dark Side una serie de circuitos de control mental basados en sus sombreros y ha sido remitido a… claro, a Blüdhaven.

Aunque muchos villanos han aceptado el camino de Libra tras ver lo que ha hecho al Marciano, Luthor exige un acto más representativo, y por supuesto es dañar a Superman. Mientras Libra planifica, Superman y el resto de la JLA, con Batman al frente, tras el funeral de J´onn, se dedican a investigar la muerte de Orión, acompañados por la enviada de los Guardianes, la Alpha Lantern Kraken. Batman (que acaba de enfrentarse al Guante Negro), asegura que Orión a muerto a causa de un disparo, lo que causa la hilaridad de la Alpha Lantern, pero queda corroborado cuando en el lugar del atentado, John Stewart y Opto encuentran una bala forjada con Radion, un material teotóxico, es decir, venenoso para los dioses… pero se encuentra en un sustrato con 50 años de antigüedad. Sin embargo, antes de que puedan pensar mucho en ello, los anillos de Stewart y Opto dejan de funcionar (algo que sólo pueden conseguir los Alpha Lantern) y son atacados. Opto muere y Stewart es herido de gravedad. Los Alpha Lantern, capitaneados por Kraken, acusan del ataque a Hal Jordan, afirmando que al igual que fue poseído por Parallax, ahora ha sido poseído por un Nuevo Dios, y que debe ser juzgado en Oa. Batman, que sospecha de Kraken, la acusa de haber amañado la captura de Jordan, y ella no duda en atacar a Batman, al que captura y envía a un nuevo destino por un Boom Tubo (el destino no es otro que Blüdhaven, para que los seguidores de Darkseid experimenten con él, como se ve en Extremaunción). Mientras, Turpin burla el cerco de Blüdhaven, esquivando a los Caballeros Atómicos que quedaron al cargo de la ciudad después de La Batalla por Blüdhaven, y es recibido por el Reverendo Good, que le conduce a los subterráneos que los dioses de Apokolips han establecido bajo la ciudad, y donde estos han comenzado a experimentar con sus propios cuerpos. Es ahí donde Turpin comienza a percibir la presencia de “alguien” en su cabeza, alguien que está allí desde su encuentro con el Jefe Dark Side, y que obviamente no es otro que Darkseid.

Y mientras esto ocurre, siguiendo las órdenes de Libra, Clayface, para dañar a Superman, ataca lo que este más valora: el Daily Planet, poniendo una bomba en la que Lois resulta gravemente herida. Al mismo tiempo, Wally West y Jay Garrick, investigando las conexiones de la muerte de J´onn con Keystone, encuentran el lugar donde se reunieron los villanos con Libra y mataron a J´onn, y encuentran allí un ejemplar de la Biblia del Crimen y la Silla Mobius. Y además Wally investiga una teoría de Batman: la posibilidad de que la bala que mató a Orión fuera disparada desde el futuro y viajara hacia atrás en el tiempo, siendo la propia silla Mobius “la mira” a través de la que realizó el disparo, matando a Orión y continuando su viaje hacia el pasado, quedando enterrada por ello cincuenta años en el pasado. Entonces, la silla Mobius se activa, el tiempo se rompe otra vez… y hace su aparición Barry Allen, seguido de cerca por el Corredor Negro, y la bala que viaja al pasado para matar a Orión. Barry, Wally y Jay corren tras la bala, seguidos por el Corredor, pero no consiguen evitar la muerte de Orión, y al comenzar a correr de vuelta al Presente, el Corredor Negro les sigue. Jay se queda atrás, pero Wally y Barry corren hasta superar la velocidad de la Luz, dejando atrás al Corredor Negro y desapareciendo.
Question/Montoya empieza a investigar el paradero de Turpin, y encuentra en cadáver del Jefe Dark Side en el Club, pero su investigación se ve interrumpida por la llegada de las fuerzas de SHADE dirigidas por Frankenstein y enviadas por el Padre Tiempo, que además, junto a Taleb ben-Khalid, el Rey Negro de Jaque Mate, está implicado en la investigación de los extraños sucesos que parecen tener lugar en Blüdhaven. Mientras, Montoya se encuentra con el cuerpo malherido de Overgirl, que se ha visto atrapada por las grietas que están surgiendo en la Sangría entre los mundos. Allí es encontrada por operarios de SHADE. Mientras, Libra revela sus planes a Luthor, al que presenta dos opciones: unirse a él voluntariamente, jurando fidelidad a su dios sobre la Biblia del Crimen, o renunciar a su libre albedrío y aceptar uno de los cascos diseñados a través de los sistemas de control del Sombrero Loco y que transmiten la Ecuación Antivida. Mientras, Superman sufre las consecuencias de la obra de Luthor, pues Lois está en coma y al borde de la muerte. En ese momento, hace su aparición una de las Monitores, Zillo Vala, que reclama a Superman para una misión que salvará al universo y devolverá la salud a Lois.

Mientras finalmente los Alpha Lantern trasladan a Hal Jordan a Oa, Alan Scott y Wonder Woman sospechan de la intervención de Nuevos Dioses, y puesto que Jaque Mate ha dado prioridad a los asuntos de Blüdhaven, deciden recurrir al Artículo X, el reclutamiento de Superhumanos para formar un ejército con el que hacer frente a los Nuevos Dioses si estos aparecieran. Y no tardan demasiado en hacerlo, pues Wonder Woman, que acude a Blüdhaven para investigar lo que ocurre en la ciudad, cae en la emboscada de Mary Marvel, convertida en el receptáculo de uno de los Nuevos Dioses (Desaad) y que convierte a Wonder Woman en la portadora del Morticoccus, la enfermedad que suprimirá los poderes de los Metahumanos y les hará enfermar para facilitar la conquista de Darkseid. Y en Japón, Shilo Norman y Sonny Sumo son atacados por los Justificadores (soldados de la Antivida dominados a través de los cascos de control mental diseñados por el Sombrerero Loco), y consiguen escapar con la ayuda del Equipo Superjoven. Y desde Blüdhaven, el científico Mokkari envía a todos los correos del mundo simultáneamente un correo que transmite la Ecuación Antivida. La tecnología de Apokolips convierte la red de comunicación global en un arma de destrucción masiva, todos los medios transmiten la Antivida, aunque Oráculo consigue derribar Internet antes de que sea demasiado tarde. Aquellos que no se rinden a la Antivida son cazados y convertidos en Justificadores. Wonder Woman, Catwoman, Batwoman y Giganta pasan a ser las Nuevas Furias Femeninas; y el Planet consigue seguir “informando” desde la Fortaleza de la Soledad, utilizando a Ray como mensajero; mientras los héroes supervivientes se refugian y tratan de ayudar como pueden, aunque quedan aislados unos de otros, en pequeños grupos.
Es el caso de Relámpago Negro, que capta una petición de ayuda a través de la red, encontrándose con que procede de la familia de Mark Torrance, el Hombre Tatuado. Pero la petición de ayuda por red ha sido captada también por los Justificadores, que envían una brigada dirigida por Killer Croc para atrapar a Relámpago, Torrance y su familia, ya que no han sucumbido aún a la Antivida. Relámpago Negro consigue salvar a Torrance y los suyos, pero él cae en manos de los Justificadores, que le ponen uno de sus yelmos de control mental… pero no antes de que pueda transmitir a Torrance una información importante en forma de diagramas semejantes a los que normalmente lleva Metron.

Sin embargo, nadie puede hacer nada por el equipo de asalto a Blüdhaven, que ha caído bajo la presión de los Justificadores (aquí hay un error de continuidad gordo, ya que se da por muerta a Valentina Vostok, que aparece aquí como la Mujer Negativa, pero hace tiempo que Valentina había perdido sus poderes, y de hecho, aparece dentro de la propia continuidad de Crisis como Reina Blanca de Jaque Mate en Resistencia). Mientras, Simiesco y Mokkari continúan trabajando en la transformación definitiva de Turpin en Darkseid, ya que en anfitrión de la esencia del dios se resiste a ser dominado. Torrance, tras dejas a su familia a salvo con agentes de SHADE, consigue llegar al Palacio de la Justicia, que aún se mantiene en pie, llevando con él los signos que le transmitió Relámpago Negro. Además, Ray afirma que tienen un topo en la Sociedad de Villanos (Luthor, por supuesto), que les ha informado de la existencia de Ünternet, la red de comunicaciones de la Sociedad, y que aún continúa activa, de modo que Ray la activa, consiguiendo poner en contacto todas las células rebeldes bajo asedio de los ejércitos de Apokolips. El Castillo de Jaque Mate en Suiza continúa resistiendo, y Montoya ya ha sido llevada hasta allí, ya que forma parte de los planes de Taleb y Amanda. También desde el Castillo, Alan Scott se pone al frente de la defensa, organizando al resto de las Atalayas (además de el Castillo y el Palacio de la Justicia se han reunido diversos grupos en la Fortaleza de la Soledad, Superbia, Ciudad Gorila y la Gran Muralla), organizando un ataque conjunto a Blüdhaven, donde se encuentran los Nuevos Dioses. Pero el Palacio de la Justicia cae, ya que Relámpago Negro y sus Justifiadores consiguen derribar el muro de defensa, aunque Green Arrow consigue poner a salvo a Canario Negro, Ray, Oráculo, Torrance, los hijos de Flash, Joan Garrick y Linda West, enviándoles a la Atalaya orbital de la Liga, siendo atrapado él mismo y convertido en un Justificador. Mientras, continúa la transformación de Turpin en Darkseid, y la transformación del Nuevo Dios, causa roturas en el continuo espacio-tiempo, provocando extraños fenómenos, como lluvia de sangre. Finalmente, la carrera los Flash se detiene, y Wally y Barry llegan a Blüdhaven, donde son atacados por las Nuevas Furias Femeninas, aunque consiguen huir y encontrar en Keystone a Iris Allen, a la que Barry consigue liberar de la Antivida, utilizando la Fuerza de la Velocidad. El Equipo Superjoven y Shilo llegan a El Castillo, pero uno de los agentes dispara antes de que tengan tiempo de explicar nada, matando a Shilo. Finalmente, en Blüdhaven, Turpin pierde su batalla, y Darkseid ocupa por completo su nuevo cuerpo. La presencia del Nuevo Dios hace que el propio espacio-tiempo se colapse, y que la gravedad actúe de extrañas maneras, mientras la Tierra se convierte en una nueva versión de Apokolips, e incluso más allá, pues todo comienza a convertirse en Darkseid.

En Oa, comienza el juicio a Hal Jordan, que es interrumpido por la llegada de Kyle Rayner y Guy Gardner, que acusan a Kraken de estar influyendo en Jordan y de haberse convertido en la anfitriona de uno de los Dioses, la Abuelita Bondad. Al verse descubierta, la Abuelita trata de hacerse con el control de la Batería de Poder, hiriendo de gravedad a uno de los Guardianes, aunque es detenida por Jordan y los Alpha Lantern. Shilo se recupera en El Castillo, y entrega a los miembros de Jaque Mate el diseño protector de la Antivida, transmitido por la Caja Madre XXX (el signo que Metron diera a Anthro y este a Kamandi). Mientras el Espacio y el Tiempo continúan fracturándose (ocurren cosas como que Suiza cambia de tamaño), por fin comienza el enfrentamiento en Blüdhaven entre los héroes y los guerreros de Darkseid, dirigidos por Kalibak. Además, en los subterráneos, los Justificadores están reteniendo a todos aquellos que no son afectados por la Ecuación Antivida de forma natural (como ocurre por ejemplo con Batman, que a estas alturas, ya se ha escapado de sus captores y anda recorriendo los pasadizos de Darkseid). Entre los capturados, se encuentran Nix Uotan, una misteriosa criatura un tanto simiesca y un hombre silencioso en silla de ruedas que trata de resolver un cubo de Rubik. El hombre simiesco hace que Nix Uotan recuerde su pasado y a Weeja Dell. Finalmente, el hombre de la silla de ruedas, que no es otro sino el recipiente de Metron, resuelve el cubo en diecisiete movimientos, liberando fuerzas cósmicas que acaban con los Justificadores que se disponían a ejecutarles. Mientras la batalla de Blüdhaven continúa con Supergirl haciendo frente a Mary Marvel/Desaad, Darkseid alcanza la plenitud de su poder, dando inicio al Quinto Mundo mientras Libra amenaza con ejecutar a Calculador, acusándole de permitir a los héroes utilizar Ünternet (fue Luthor), dominando con su esencia a todos aquellos sometidos a la Antivida, de modo que todo es Darkseid. Y al mismo tiempo, Nix Uotan, despertado y modificado por el poder de Metron, se convierte en el Monitor del Quinto Mundo, el Juez de todos los Males.

En el Siglo XXXI, tras los acontecimientos de Legión de Tres Mundos, Brainiac V le muestra a Superman la Máquina Milagro, capaz de convertir los deseos en realidad. La Atalaya orbital donde se encuentra Canario Negro es atacada por Justificadores liderados por Green Arrow, mientras en Blüdhavn, Tiger Tawney consigue matar a Kalibak, y el Capitán Marvel extirpa la presencia de Desaad de Mary Marvel. Las Furias Femeninas atacan a los héroes, y en el Castillo, Mister Terrific decide dar inicio al último plan de Jaque Mate, el Gambito Negro. Mientras los místicos tratan de encontrar al Espectro y los telépatas de purgar la Antivida, Ryan Choi y Ray Palmer se preparan para viajar a otro universo como avanzadilla del Gambito Negro, un plan para evacuar a la humanidad a otro universo a través de un Boom Túnel guiado por Hermano Ojo, siendo Montoya la designada por Jaque Mate para que dirija el establecimiento de lo que quede de este mundo en el otro. Mientras tanto, finalmente Sivana y Luthor consiguen matar a Libra y liberar a Calculador; y Wally y Barry son alcanzados por el Corredor Negro, de modo que echan de nuevo a correr, esta vez en dirección a Darkseid, situado en el centro de una singularidad física, o sea, un agujero negro gravitacional del que no puede escapar ni siquiera la luz. Y es en esa singularidad bajo Blüdhaven donde hace su aparición Batman, empuñando una pistola cargada con una única bala: la bala de radión que mató a Orión. Y dispara a Darkseid, hiriéndole de muerte, aunque no puede escapar de la Sanción Omega de Darkseid (que, como ya puse arriba, no mata, sino que lanza al objetivo a una serie de vidas y tal). Aún así, la Tierra continúa cayendo, atrapada en la singularidad de Darkseid, rodeada de fracturas espaciotemporales que impiden a los Lantern llegar, y los héroes empiezan a verse afectados por Morticcocus, el virus del que es portadora Wonder Woman. Y los muros de la Sangría que separa los mundos comienzan a romperse, amenazando la estabilidad del Planetario. Ese es el momento en que llega Superman desde el Siglo XXXI, encontrando un cuerpo vestido como Batman.

En el corazón de Blüdhaven, Superman hace frente a Darkseid, pero no puede matarlo, pues si muere, arrastrará en su caída a toda la humanidad, ya que Darkseid lo es todo en ese momento, si se puede decir “momento” cuando el tiempo se unifica en un solo punto, punto en el que Darkseid decide que ha llegado el “momento” de disparar hacia atrás, el punto de singularidad desde el que Orión no puede verle, el punto de partida de la bala que viaja hacia atrás en el tiempo y acabará matando a su hijo para luego ser encontrada por John Stewart y acabar en manos de Batman. Y en ese momento, Wally y Barry llegan, rompiendo la singularidad de Darkseid, y trayendo tras ellos a Corredor Negro, que más allá de todo tiempo, consigue finalmente alcanzar a Darkseid. Pero sin embargo, la Tierra está más allá de un punto de no retorno. Frankenstein consigue liberar a Wonder Woman, justo a tiempo de que esta envuelva a Darkseid en su lazo, evitando así que el dios arrastre a toda la humanidad en su caída, mientras los villanos de Luthor se enfrentan al resto de los seguidores de Darkseid, mientras Ray marca toda la Tierra con el signo de resistencia a la Antivida. El Gambito Negro continúa adelante, y Montoya comienza a reclutar a los Supermanes de las diferentes Tierras, pero la operación de trasvase fracasa, pues el túnel que une los dos universos se derrumba sobre sí mismo, cuando el Espacio y el Tiempo se colapsan definitivamente con la muerte de Darkseid (y sí, parece que Hawkman y Hawkgirl mueren aquí… pero después se lo han pasado por el forro). Sin embargo, la Madre Caja XXX consigue abrir un Boom Tubo, salvando al Equipo Superjoven, que se encontraba en tránsito en el túnel, llevándoles a una nueva tierra, el mundo de Kamandi, o sea, la nueva Tierra 51.

Superman y algunos héroes consiguen no ser absorbidos por la singularidad de la caída de Darkseid, refugiándose en un pliegue espacial formado por algunas estructuras que han sobrevivido y se han unificado, y allí es donde con la ayuda del resto de los supervivientes (y de Sivana y Luthor), Superman comienza el montaje de la Máquina Milagro que le mostró Brainiac 5. Además, Lois Lane y Jimmy Olsen emiten un último número del Planet, que es enviado a la deriva en un cohete espacial. La realidad se colapsa definitivamente mientras los supervivientes son puestos en animación suspendida hasta que sólo quedan Superman y la Máquina Milagro… y parte de la voluntad de Darkseid, ubicados todos en un agujero negro situado en el centro de la Creación. Superman dispersa definitivamente a Darkseid, poniendo punto y final a la Existencia. Y en ese momento fuera del tiempo y el espacio, Superman obtiene de la Silla Mobius de Metron el Elemento X, el Fuego de los Dioses, que depositado en la Máquina Milagro pondrá esta en funcionamiento.

Es este el momento del retorno de Mandrakk, el momento final de la existencia en el vacío cósmico en el que el Anti-Monitor que antes era conocido como Dax Novu, llega acompañado por el vampírico Ultraman, con Supergirl como prisionera. Es el momento al final de todas las historias en el que Mandrakk puede poner fin a todo, a toda la existencia, simplemente devorando a Superman igual que ha hecho con el Espectro y Radiante. Pero Superman consigue poner en marcha la Máquina Milagro, y hace su aparición el cuerpo de Supermanes reunido por Montoya, y tras ellos, el Monitor Multiversal, Nix Uotan (hijo de Dax Novu), que reune a los héroes olvidados de diferentes tierras (como los animalitos que salieron hace mucho en Jóvenes Titanes), permitiendo también la llegada de los Lantern, que habían quedado fuera de la singularidad. Juntos, y con los Lantern poniendo el estacazo final, consiguen matar a Mandrakk, mientras la existencia se reinicia gracias a la Máquina Milagro, consiguiendo los Supermanes y los Lantern devolver la simetría al Planetario. Apokolips, vacía desde el momento en que los dioses se precipitaron hacia la guerra, y libre de la maldad de Darkseid, renace como Nueva Génesis, y los Nuevos Dioses vuelcan su atención hacia la nueva tierra, la Tierra 51. Los Monitores han conseguido solucionar la continuidad Espacio-Tiempo, pero Nix Uotan tiene nuevos planes para ellos, y los envía a la Tierra para que vivan el mismo proceso que vivió él (no sé si a Tierra 0 todos o cada uno a su tierra, ya que sólo vemos a Weeja Dell).
Y mucho tiempo atrás, mientras Anthro muere en el tiempo al que llegó el cohete enviado al final de todo momento por Lois y Jimmy, alguien deposita sobre él el cinturón de Batman, mientras un hombre comienza a pintar un murciélago en una pared. Anthro, por cierto, lleva el diseño contrario a la Antivida en el rostro, y si lo miras… ¡¡es una versión del murciélago de Batman!! ¡¡Estaba allí desde el principio!! Es decir, el signo que da inmunidad a la Antivida, la letra de la lengua de los Nuevos Dioses que supone la resistencia a Darkseid, no es otra cosa que el sello de Batman.

Y bueno, aquí acaba el análisis. Reconozco que me llevó mucho tiempo entender muchas de las cosas que aquí cuento  y parecen de cajón; y hay muchas  cosas que entendí tras leer la saga seis o siete veces, y otras con la ayuda de algunos de los foreros del foro de  DC en Dreamers. Pero para mí, el resultado mereció la pena, de largo.