Buenas, chicos. Hoy vamos a retomar una sección que estaba un poco abandonada, la de esas pequeñas obras maestras que en muchos casos son la publicidad. Os traigo la versión completa del último anuncio de la colonia Only the Brave: Tattoo; de Diesel, que le ha dado un toque muy D&G a este trabajo.
¡¡Que os guste!!
No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.
viernes, 30 de marzo de 2012
jueves, 29 de marzo de 2012
EL LIBRO EN EL QUE DESAPARECIÓ EL MUNDO
Entre los libros que cayeron como regalo para Reyes (de esos que uno encarga diciendo“Uy, como me gustaría leer este libro”, así como el que no quiere la cosa), estaba una obra que me pareció de lo más curiosa cuando leí las reseñas, el resumen y demás. Se trata de El Libro en el que Desapareció el Mundo, de Wolfram Fleischhauer. La premisa es interesante, y sobre todo, era un libro que se sale un poco de la temática friki-épica en la que últimamente estoy tan centrado, así que, tenía bastantes esperanzas puestas en él.
Chasco.
No sé si os acordaréis de los viejos tiempos, aquellos en los que la Historia de la Filosofía era obligatoria en COU, y dábamos filósofo tras filósofo, viendo las ideas de unos y de otros. Supongo que, como con todo, todos tendríais vuestros preferidos. Además, la Historia de la Filosofía se daba en una edad en la que, a nada que prestases atención, éramos fácilmente impresionables con estas cuestiones. Es decir, a los 17 normalmente no tienes una perspectiva demasiado clara de lo que piensas de la vida, y las teorías de alguno de los filósofos, podían ser realmente fascinantes. En mi caso, uno de aquellos filósofos que me dejó boquiabierto, ojiplático y completamente encantado con lo que contaba, fue Immanuel Kant. El pensamiento del filósofo, que nació y vivió en la ciudad prusiana de Königsberg entre 1724 y 1804, autor de la Crítica de la Razón Pura, la Crítica de la Razón Práctica y la Metafísica de las Costumbres, revolucionó el pensamiento filosófico de su momento y en muchas cuestiones, continúa vigente aún a día de hoy.
Y según parecía, El Libro en el que Desapareció el Mundo iba a hablar precisamente sobre Kant y las circunstancias que envolvieron la publicación de la Crítica de la Razón Pura, añadiendo a la cuestión un par de asesinatos, intriga y demás. Y sí, Kant es la res cogita de este libro, el trasfondo que está tras todo lo que ocurre (y lo sabes durante todo el libro porque lo pone en el resumen, si no, igual hasta sorprendía más), pero en fin, su implicación en el desarrollo de la novela es, como poco, anecdótica. Es como si al escritor se le hubiera ocurrido escribir una novela sobre asesinatos filosóficos en el Imperio Alemán de finales del siglo XVIII y en un momento determinado se le hubiera ocurrido meter a Kant como refuerzo.
La novela arranca cuando el protagonista, un médico de ideas innovadoras para el momento, Nicolai Röschlaub, es llamado para tratar a un conde de la zona, el señor de Alldorf. Por supuesto, la situación se complica, hay muertes enigmáticas y aterradoras, una mujer enigmática (tan tópica que parece increíble) y pronto, el doctor Röchlaub se encuentra enredado en un complejo tira y afloja que va más allá de la política enfrentada entre Austria y Prusia y se pierde en los conflictos entre las numerosas sectas de carácter masónico, místico o luciferino que proliferaban en la polifacética Alemania del siglo XVIII, hogar de masones y rosacruces por doquier (o eso parece). La verdad es que Fleischhauer parte de un concepto interesante, el poder de las ideas y como estas pueden cambiar el mundo. Pero la forma en que la historia se desarrolla…es tan tópica y todo está tan traído por los pelos que rechina. El pobre Röschlaub parece medio tonto, no se entera nunca de nada. Magdalena, la protagonista femenina, parece casi una femme fatale de una película de cine negro, y la relación de amor que surge entre ellos, es completamente forzada, repentina y sin cuerpo alguno más que el hecho de que es literariamente necesaria. Y así podría seguir, hasta culminar diciendo que tiene uno de los peores anticlímax finales de la historia de la literatura (y no es que haya un bajón después del final, es que el final es un bajón). Eso sí, la ambientación en la fragmentadísima Alemania de finales del XVIII, a caballo entre el final del pensamiento religioso y el principio del pensamiento ilustrado, entre el poder personal de los príncipes y el del estado, entre Viena y Prusia, está conseguidísima.
Pero claro, para leer sobre eso, están los libros de Historia. Así que… señores, pasen de este libro, que seguro que hay cosas mejores en las que emplear el tiempo.
miércoles, 28 de marzo de 2012
SORAYA ARNELAS: I BELIEVE (IN LOVE)
Por algún motivo, supongo que a todos os habrá pasado, hay canciones que siendo de lo más tontas, parece que se te clavan en la cabeza y no hay forma de darles salida. Eso me ha pasado a mi con el single de promoción de la canción "I Believe (In Love)", de la película Mirror Mirror, que aquí en España ha cantado Soraya Arnelas. Así que nada, para que compartáis conmigo mi obsesión, por aquí os la dejo...
¡¡Que os guste!!
¡¡Que os guste!!
martes, 27 de marzo de 2012
MUNDODISCO: EL COLOR DE LA MAGIA
Los seguidores habituales del Iconocronos (que los hay por ahí sueltos), os habréis dado cuenta de que últimamente parece que ando literariamente sumergido en el mundo de las trilogías, las colecciones, y quizá un exceso de literatura épica:Canción de Hielo y Fuego, La Torre Oscura, Príncipe de Nada, Templarios… El cuerpo me pedía un cambio.
Hace años, mi amigo Roberto me dejó para que leyera el primer tomo de Mundodisco, El Color de la Magia, y aunque en su momento se lo devolví sin leer porque no me enganchaba, algo me decía que este era el momento de leer algo ligero, desenfadado… así que se lo pedí, y como podéis ver por el título del post, esta vez si me lo he leído entero. Y ha resultado, como esperaba, entretenido.
Conozco la obra de Terry Pratchett desde hace muchos años, pues escribió junto a mi idolatrado Neil Gaiman la novela más divertida que he leído nunca, y que desde aquí recomiendo a todo el mundo, Buenos Presagios, la versión más disparatada del fin del mundo que se ha escrito nunca. Y sin embargo, pese a los buenos antecedentes, nunca me había sentido demasiado atraído por la obra magna del escritor, en parte por el hecho de que lleva como cerca de cuarenta novelas escritas sobre Mundodisco… y que queréis que os diga, me da PEREZA. Pero en este momento, realmente ha sido lo que necesitaba.
El Color de la Magia es el primero de los libros que Terry Pratchett (probablementel el escritor inglés con más ventas, adelantado solo por J.K Rowling) ha publicado dentro de su Mundodisco, una sátira sobre, precisamente, los mundos de fantasía épica. Mundodisco es un mundo que se mueve por el espacio, un mundo redondo, con forma de disco, que está apoyado en cuatro elefantes, que a su vez se encuentran sobre la gigantesca concha de la tortuga A´Tuin. Mundodisco tiene sus dioses, sus héroes tipo Conan, sus magos, sus criaturas extrañas… Todo lo que tiene cualquier mundo clásico de fantasía… pero con cierto humor inglés que yo, realmente, no me siento demasiado capaz de transmitir. Pero debo reconocer que tiene sus puntos, y que la lectura es muy rápida y amena (he tardado tres días en terminarlo, vamos).
En concreto, El Color de la Magia nos presenta una curiosa y poco heróica (en principio) situación. Un turista, llamado Dosflores, llega del otro lado del Disco para conocer la gran ciudad de Mundodisco, Ankh-Morpokh, y allí, él y su peculiar Equipaje (es otro personaje del libro…), caen bajo la tutela, más o menos eficaz, del mago Rincewind… que tampoco es un mago demasiado común, pues solo tiene un hechizo en la cabeza, cuyas consecuencias desconoce y que se niega a decir. Junto a Rincewind, Dosflores y el Equipaje, asistimos a situaciones estrambóticas, desde peleas de tabernas a luchas con dragones, pasando por intentos de explorar la Gran Tortuga o sacrificios humanos y magia desbordada capaz de generar viajes entre mundos… Todo esto a un ritmo vertiginoso, en el que una situación cómica se superpone con otra aún más extraña, y todo ello con el refuerzo de la genial personalidad de Rincewind, un mago de carácter incisivo y pragmático, al que la propia Muerte persigue con bastante mala pata.
En fin, una novela apta para cualquiera que quiera pasar un rato entretenido… Y oye, tampoco hace falta leerse las cuarenta del tirón… Así que por aquí las iréis viendo…
lunes, 26 de marzo de 2012
CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO: ESTRELLAS FUGACES (I)
Tras
ver al pequeño Rhaego, hijo de Daenerys y Drogo, Rhoynar y su medio hermana se
dirigieron a las estancias de esta dentro de la Gran Pirámide de Meereen, donde
Rhoynar le estuvo contando cómo había sido su vida, como había sido su
formación, y su periplo por medio mundo hasta dar con ella en Meereen.
Interrumpidos sólo por la llegada del prometido de Daenerys, Jorah Mormont,
Rhoynar le habló a Daenerys de la existencia del Corazón Negro, y de su deseo
de exponerlo a las llamas de los dragones para destruirlo y así dañar al Otro.
Curiosa, Daenerys emplazó al día siguiente a Rhoynar para que le mostrara aquel
negro orbe, así como para que le hablara de lo que había visto en los jardines
del Templo de las Gracias, cuando había visto a una Gracia Verde, Shila
no-Laashi, hablar con uno de los Hombres Bestia que llevaba el símbolo de la
Arpía, y que Rhoynar sospechaba que estaban implicados en el asesinato de uno
de los Grandes Amos, Shikar no-Mhozak, partidario de Daenerys. También supo
durante esa cena, de boca de Jorah Mormont, que la Armada del Hierro había
llegado a Meereen, destruyendo la flota de Volantis en el camino, lo que
provocó la preocupación de Rhoynar, que no confiaba en las intenciones que
pudieran tener los Greyjoy. Tras concluir la cena, Rhoynar se dirigió hacia el
Templo de las Gracias para recuperar el Corazón Negro, solo para descubrir que
su compañero, Ikurei, se lo había llevado a la Gran Pirámide. Tras hablar con
Ikurei, Rhoynar verificó que efectivamente el Orbe Negro estaba en sus habitaciones,
y finalmente, pudo dormir tranquilo por primera vez en mucho tiempo.
Mientras,
Fusk llegaba junto a los Hombres del Hierro al puerto de Meereen, donde fueron
recibidos por la Mano de la Reina , dirigidos por Barristan Selmy, Jorah
Mormont, varios Inmaculados y varios Jinetes de Sangre. Fusk recibió de
Victarion la orden de negociar todo lo relacionado con su estancia en Meereen,
y así, explicó ante los presentes lo ocurrido ante la flota volantene. Fusk y
los Hombres del Hierro fueron conducidos ante Daenerys, que se había despedido
poco antes de Rhoynar, y que les recibió en la Gran Pirámide y les agradeció su
ayuda con los Volantene. Fusk intentó averiguar de Barristan Selmy las ideas de
Daenerys de volver a Poniente, pero según la Mano de la Reina, Daenerys tenía
su propio reino allí, en la Costa de Ghis, un reino que también la necesitaba.
A la mañana siguiente, Daenerys se reuniría con los Hombres del Hierro, y
también con Rhoynar, que descubriría la presencia de Fusk en Meereen. Allí, en
la cima de la Gran Pirámide, Daenerys les explicó la situación en la costa de
Ghis, con los libertos de Yunka´i esclavizando a sus antiguos amos, con los
Grandes Amos de Astapor volviendo a esclavizar a los libertos, con los propios
hombres y mujeres de Meereen reuniéndose bajo el signo de la Arpía para
azotarla, y con Volantis atacando sus costas en nombre del tráfico de esclavos.
Allí, ante la Gracia Verde y el maestro de los Hombres Bestia, Neezak no-Hanor,
Rhoynar reveló lo ocurrido en el Templo de las Gracias, provocando las iras de
la Gracia, que de inmediato acusó de mentiroso y traidor a Rhoynar, retándole a
un taeshia lakelash, un Juicio
Sagrado. Tras averiguar más o menos de qué se trataba, Rhoynar intimidó a la
Gracia Verde, que se limitó a dejar la responsabilidad en manos de la Reina,
atada por las leyes mereenses, y aunque Fusk trató de convencerla de que se
decantara por otra opción, negarse a aceptar un Juicio Sagrado dejaría a
Rhoynar en manos de la Gracia Verde. Tras un largo debate, Rhoynar aceptó el taeshia lakelash. Daenerys envió a
Mormont a detener a Shila no-Laashi, mientras ella se reunía en solitario con
Fusk (que ya les había avisado de que un Hombre Sin Rostro había sido enviado
por Eddard Stark para acabar con ella) y con Rhoynar, que le mostró el Corazón
Negro. Rhoynar consiguió mantener al margen sus visiones, pero Daenerys no dejó
de repetir el nombre de Rhaego mientras sus ojos se llenaban de lágrimas, y
Fusk se veía atrapado en el momento en que fue ahogado por Aeron Pelomojado y viajó las estancias del Dios Ahogado. Cuando
Rhoynar cerró la caja, Daenerys estuvo de acuerdo con él en que el Corazón
debía ser destruido, y juntos, descendieron junto a Fusk a las entrañas de la
Pirámide, donde estaban los tres dragones, a los que Fusk y Rhoynar vieron por
primera vez. El verde Vyserion, el blanco Rhaegon, el negro Drogon… Rhoynar
dejó la caja entre ellos, y Daenerys les ordenó quemar el orbe con su fuego.
Los dragones hicieron arder la caja, y luego, el orbe comenzó a astillarse ante
ellos. Los sonidos de campanillas parecían a punto de reventarles los tímpanos,
pero finalmente, el orbe se rompió y se redujo a arena, provocando un lejano
grito que se convertía en carcajada… y ante ellos apareció la imagen de una
gigantesca mano de sombras que se extendía desde el Norta hacia el Sur. En ese
momento, a miles de millas de allí, el Muro se derrumbaba sobre sí mismo…
Aturdidos
y temiendo lo que podían haber causado, Daenerys, Rhoynar y Fusk acudieron al
patio donde se celebraría el Juicio Sagrado. Había muchos presentes, entre
ellos, la encadenada Shila no-Laashi, que miraba con odio a Rhoynar. El antiguo
maestre fue enterrado hasta el cuello, y expuesto al sol bajo el signo derruido
de la Arpía. Cada pocas horas Daenerys le preguntó a Rhoynar si se mantenía en
sus palabras, y en cada una de las ocasiones, él asintió. Daenerys condenó a
todos los presentes a sufrir el mismo calor y sol abrasador que dañaba a su
hermano, prohibiendo a nadie abandonar el patio, ni desplegar los toldos.
Finalmente, abrasado y casi cocido, después del anochecer, Rhoynar fue
declarado inocente, lo que convertía a la gracia verde en culpable. Fusk, que
había aprovechado el tiempo para seducir a Daenerys, fue el primero en saltar a
la arena para liberar a Rhoynar, que fue conducido a sus habitaciones, donde
las esclavas de Daenerys le atendieron mientras Fusk acudía al interrogatorio
de Shila no-Laashi, que se negaba a dar el nombre de sus cómplices. Sin
embargo, la gracia verde no había dicho su última palabra, pues alguien en su
nombre envenenó a Rhoynar con las casi indetectables Lágrimas de Lys. Rhoynar,
en el momento en que se encontró mal, intentó detener los síntomas, pero le fue
imposible, y sólo cuando avisó a los criados, estos pudieron avisar al resto
del palacio, obligando Fusk a confesar a
Shila que se trataba del terrible veneno lyseno, y además, averiguando los
nombres de varios de sus aliados en los Hijos de la Arpía. Solo sus primeras acciones purgantes y su
fuerza de voluntad salvaron la vida de Rhoynar de las Lágrimas de Lys, aunque
quedó postrado para varios días. Sin embargo, al día siguiente, reunió fuerzas
para ser llevado en litera a la arena, donde asistiría a la ejecución de la
gracia traidora, que sería quemada por sus acciones. El Circo estaba repleto
por el pueblo de Meereen, y Rhoynar se sentó a la izquierda de Daenerys, en un
acto de deferencia. Shila no-Laashi fue quemada viva, pero pronunció unas
terribles palabras antes de morir: “Tiempo de Invierno, ¡siega! Madre, Myssa,
Reina de Dragones. ¡¡Muerte para los tuyos, vida para el mundo!! Portas el
fuego, pero no eres el fuego, ¿sacrificarás lo que más quieres para hacer arder
la llama o verás al mundo sumergirse en la oscuridad?”. Reconocedores del tinte
maledicente de aquellas palabras, Rhoynar y Fusk miraron entre el gentío, y
encontraron a Gwyddion, que les miraba sonriente, pero cuando quisieron dirigir
a los hombres de Daenerys contra la Sombra del Otro, este había desaparecido,
mientras la arena se llenaba de gladiadores que exigían a Daenerys que se
reabrieran los Circos de combate. Gwyddion había manipulado el ambiente, y la
gente estaba al borde de la sublevación, así que mientras Jorah Mormont
permanecía en la Arena, tratando de contenerles, Fusk y Barristan Selmy se
llevaron de allí a Daenerys y Rhoynar, escoltados por Ikurei y Victarion.
Juntos, se dirigieron a través de la enfurecida multitud a la Gran Pirámide,
donde finalmente se refugiaron. Allí, Daenerys, confusa, se preguntaba qué
debía hacer…
Semanas
más tarde, y a consecuencia de lo ocurrido en el Muro y en Puertoescarcha,
Erwyn y Oweyn llegaban al Torrente y a Campoestrella, en Dorne, haciéndose
pasar por Hermanos de la Noche. Tras ser recibidos en el castillo, indagaron
sobre la historia de Ashara Dayne, aunque no descubrieron nada nuevo, todo
indicaba a que llevada por la muerte de su hermano Arthur, Ashara se había
arrojado al Torrente desde la más alta de las torres de Campoestrella,
llevándose con ella a Albor, la espada de Arthur Dayne que le había dado al
caballero el sobrenombre de la Estrella de la Mañana. Además, descubrieron que
el castillo estaba tutelado por Edric Dayne, el legítimo heredero, y por su
tía, lady Allyara Dayne, hermana de los difuntos Ashara y Arthur. Edric Dayne
recibió a Erwyn y Oweyn, se trataba de un muchacho de unos doce años con el
cabello plateado y los ojos oscuros de los Dayne, que se mostró complaciente y
educado con ellos, comprometiéndose en nombre de Campoestrella a entregar
hombres a la Guardia de la Noche en cuanto la situación en Poniente se
estabilizara. Erwyn y Oweyn trataron de hablar con Allyara Dayne en solitario,
pero esta no hizo más que repetir ante ellos la historia que ya habían oído. Lo
más probable era que Albor hubiera desaparecido junto a Ashara en el fondo del
Torrente o en el Mar del Verano. Oweyn y Erwyn exploraron la Torre de la
Espada, pero no encontraron rastro alguno de que Ashara hubiera escondido allí
la Espada antes de arrojarse al río, pero se dieron cuenta de que en la
fortaleza había menos soldados de los que debería haber.
Esa
noche, y mientras descansaban, Erwyn, Oweyn y los hombres de la Guardia, fueron
atacados por varios caballeros, y aunque consiguieron matar a tres de ellos,
recibirían graves heridas, especialmente de manos de su líder… que detendría el
combate al reconocer a Erwyn. Se trataba de Beric Dondarrion, con el que ya se
había encontrado en Varamar, esposo de Allyara Dayne, que les había acusado de
ser espías de Eddard. Convencida por su esposo, Allyara les contó a Erwyn y
Oweyn la verdad sobre lo ocurrido años atrás. Eddard Stark y Ashara Dayne se
habían conocido y enamorado en Harrenhal, en el Torneo del Año de la Falsa
Primavera, el torneo que cambió Poniente. Allí fue donde Rhaegar Targaryen había
conocido a Lyanna Stark, a la que había
secuestrado, llevándola al llamado Castillo de la Alegría. El padre y el
hermano de Lyanna habían acudido a Desembarco del Rey, donde habían sido
asesinados, y Arryn, Stark, Baratheon y Tully se habían alzado contra el rey
Aerys en el alzamiento que había acabado con la muerte de Aerys en manos de
Jaime Lannister, y con Robert Baratheon convertido en nuevo rey de Poniente.
Rhaegar había muerto en el Tridente, pero Lyanna aún estaba en la Torre de la
Alegría, custodiada por varios Capas Blancas. Sólo Eddard y Howland Reed habían
salido con vida de allí, donde había muerto la propia Lyanna. Según Allyara,
Ned Stark había llegado a Campoestrella llevando una apagada Albor, y a un
niño, que había dejado al cuidado de una de las doncellas de Ashara, Wylla.
Ashara no había podido resistir el dolor por la muerte de su hermano, Arthur,
muerto en manos de su amado, ni la idea de que este había contraído matrimonio
con Catelyn Tully para mantener la alianza entre Invernalia y Aguasdulces.
Eddard se había marchado de Campoestrella llevándose al niño que había traído,
y Ashara había pasado días encerrada en su habitación con Albor. Hasta que un
día, había salido a caballo de Campoestrella, llevándose consigo a Albor, y
había vuelto al castillo sin la espada. Ese día se había arrojado al río,
muriendo. Muchos habían sido los que habían buscado aquella espada en busca de
renombre, pero nadie había dado con Albor. El propio Beric había buscado la
espada a través de las visiones de Thoros de Myr, pero parecía que el destino
de Albor rehuía incluso la mirada del Dios de la Luz. Beric les informó de que
el Príncipe Doran Martell había convocado a sus fuerzas en Sepulcro del Rey,
dominio de los Manwoody, y hacía allí se dirigiría Beric, que había perdido sus
tierras en Refugionegro, arrebatadas por Eddard Stark. Mientras se recuperaban
de las heridas causadas por Beric Dondarrion, Oweyn y Erwyn fijaron su mirada
en Alta Ermita, el dominio de Gerold Dayne, al que llamaban Estrellaoscura,
situado a menos de una jornada de caballo de Campoestrella.
Sin
embargo, no partirían hacia Alta Ermita hasta que sus heridas se curaran, y eso
les permitió estar presentes cuando llegó un cuervo, portador de nuevas
noticias: un hombre llamado Gwyddion había liberado a Loras Tyrell de Septo de
Piedra, y los Tyrell habían roto su lazo con los Lannister. Las fuerzas del
Dominio se estaban reuniendo en Soto de Oro, dispuestos a atacar a Occidente…
viernes, 23 de marzo de 2012
CARLOS PACHECO EN WELCOME TO THE SUCK
Señores, este viernes toca doble entrada, y es que en el blog amigo Welcome to the Suck, Oneyros ha conseguido una entrevista personal muy interesante con el genial dibujante Carlos Pacheco, que veréis publicada en tres partes en los próximos días. La primera, ya está aquí, así que... ¿qué esperáis para pinchar aquí?
ALEXANDER MCQUEEN
A
petición de mi fiel Noemí, en ese pequeño reducto del Iconocronos que vamos a
dedicar a las marcas de ropa y complementos, vamos a aprovechar este viernes
para hablar de un diseñador que, como poco, era complejo. Se trata de Alexander
McQueen, genio de la moda que trabajó para marcas como Gucci o Givenchy, además
de su marca propia, y que llegó a un final precipitado con solo cuarenta años
de edad, tras haber revolucionado el mundo de la moda, especialmente para
mujer.
McQueen
fue un diseñador londinense que estudió diseño en Londres, y que junto a Stella
McCartney y John Galiano probablemente sea el británico más influyente del
mundo de la moda contemporánea. Con veintiséis años ya sustituía a Galiano al
frente de Givenchy, y ganaba el premio al mejor diseñador británico, y sólo
cuatro años más tarde, la propia Gucci (de la que hablaremos otro día, detrás
de ella hay toda una fascinante historia familiar digna de una novela) compró
la mayor parte de las acciones de la propia marca Alexander McQueen, dándole al
diseñador una libertad de la que al parecer no había gozado durante su estancia
en el gran conglomerado LVMH, del que forma parte Givenchy (junto con otras
grandes marcas como Louis-Vuitton, Dior, Zenith, DKNY, Möet, Hennessy, Dom
Perignon, Loewe, Bulgari…). Y McQueen no dudó en utilizar su libertad para
revolucionar las pasarelas, consiguiendo admirados seguidores y furiosos
detractores.
Se
le ha tachado de misógino, quizá debido a su homosexualidad (se casó en el año
2000), o quizá por la “brutalidad” de sus diseños, del mismo modo que en sus
primeros años, David Delfín conmocionó las pasarelas españolas. El arte de
McQueen es al mismo tiempo gótico y romántico, con cierto espíritu de cuento de
hadas que incluye al final una madrastra psicópata. Y sí, todo eso se puede
conseguir con ropa. Pero chicos… Alexander McQueen no es una marca fácil para
nosotros. Es decir, hay que tener muchos huevos o ser muy cool para llevar un
McQueen, así que como he dicho antes, lo de hoy es más para uso y disfrute de
Noemí (no te quejes, post personalizado…)
Por
desgracia, Alexander McQueen sufrió el mismo destino que muchos otros grandes:
su propia leyenda le devoró. Se le encontró muerto en su casa de Londres,
ahorcado tras haber consumido coca, somníferos y tranquilizantes. Sarah Burton,
su mano derecha durante muchos años, ha continuado adelante con la marca
Alexander McQueen, pero de eso hace solo dos años, y Burton tiene mucho que
demostrar.
jueves, 22 de marzo de 2012
HABLEMOS DE SERIES: MODERN FAMILY
El
otro día, terminé de ver la segunda temporada de la que se ha convertido en una
de mis series favoritas, un auténtico must
watch de la televisión actual: Modern
Family. El traslado de las oficinas de mi curro más cerca de mi casa
(¡bien!), ha hecho que el tiempo de que dispongo para ver series en el camino
es más cortito, así que estoy tardando un poco más en ver algunas cosillas, pero
finalmente, he terminado con esta.
Y
que bien me lo he pasado, señores, pero que bien. He estado revisando los posts
anteriores sobre series y he visto que no hice en su momento post de la primera
temporada de esta auténtica genialidad, así que, que este post valga para las
dos. Modern Family es una divertida
sitcom, complementaria de las otras joyas de la corona en este sentido, Como Conocí a Vuestra Madre, The Big Bang Theory o la absolutamente genial aunque
injustamente tratada Better Off Ted. Veinte minutos concentrados de diversión,
argumentos sencillos y personajes con una gran carga cómica.
Modern Family cuenta el día a día de
tres núcleos familiares que, a su vez, forman una gran familia. El primero es
el formado por Phil y Claire, un matrimonio con tres hijos, Halley, Alex y
Luke. El segundo, es un matrimonio gay, Mitchell y Cameron, que han adoptado a
una niña vietnamita, Lily. Y el tercero, el matrimonio entre un hombre de edad
avanzada, Jay, con una joven mujer colombiana, Gloria, y el hijo de esta,
Manny. Y todos tienen lazos familiares, pues Jay es el padre de Claire y de
Mitchell. Y por supuesto, todos ellos tienen personalidades divertidas que
forman divertidos enredos y situaciones. Claire es estricta e histérica, Phil
es un comercial que va de padre guay, Halley es una adolescente con una gran
vida social y poco interés en los estudios, Alex es la Lisa Simpson de la
serie, inteligente y empollona, Luke es un niño… especial; Mitch es el gay
reivindicativo pero masculino mientras Cam es amanerado y paternal. Jay es un
cascarrabias con un gran corazón, Manny es un niño con una gran inteligencia y
un desbarajuste emocional parejo… y Gloria es MUY GRANDE. Probablemente el
mejor personaje de la serie: divertida, apasionada, sentimental, caprichosa… No
en vano, la actriz Sofía Vergara, que interpreta a este personaje, ha estado
nominada al Emmy y al Globo de Oro por cada una de las temporadas de la serie.
Y encima, es preciosa.
Técnicamente,
Modern Family es mucho más sencilla
que otras sitcom, se utilizan pocas cámaras, como si se estuviera grabando cada
escena con cámaras de mano, y los personajes principales disponen de momentos
en los que rompen “la cuarta pared” para explicar cosas a los televidentes,
como si fuéramos un psicólogo a terapeuta al que cuentan lo que realmente pasa
por su cabeza.
De
verdad, chicos, si andáis viendo algo divertido de ver… esta es vuestra serie.
miércoles, 21 de marzo de 2012
ALESSANDRO SAFINA: LUNA TÚ
Pensando en qué compartir con vosotros este miércoles, que por supuesto tiene que estar lleno de música, he recordado un viejo tema que en su día me encantó, Luna Tú, en la grandiosa voz lírica de sienés (supongo que los nacidos en Siena se llamarán así) Alessandro Safina, un tenor que participó en la grandiosa Moulin Rouge, y que aquí en españa adquirió cierta popularidad con esta canción.
Como siempre, ¡espero que la disfrutéis!
Como siempre, ¡espero que la disfrutéis!
martes, 20 de marzo de 2012
TEMPLARIOS: RÉQUIEM
Hoy,
por fin, tras varios años de espera por el retraso de casi tres años en la
publicación de Réquiem, el libro del
que hablamos hoy, he terminado de leer la trilogía sobre los Templarios que
Robyn Young iniciara hace varios años, con Hermandad y Cruzados, de los que ya
hemos hablado por aquí. Y lo primero que debo decir es que ojalá muchos autores
de novela histórica tomaran ejemplo del perfecto equilibrio en el que esta
escritora se mueve, entre la historia y la narrativa.
Réquiem continúa la historia de William
Campbell, el Templario de origen escocés que protagonizara las entregas
anteriores de la saga, y avanza en su historia y en la de la Orden del Temple
en los años que siguieron a la Caída de Acre en manos de los Mamelucos, y lo
hace en nuevos escenarios y con nuevos personajes para ahondar en la que
probablemente sea la época más conocida y más controvertida de la Orden: los
años previos a su caída y su juicio en manos de las autoridades de la época.
Si
el primer volumen de esta saga transcurría de forma prácticamente íntegra en
Inglaterra y París, con algunas pequeñas ubicaciones en Tierra Santa; y el
segundo se desarrollaba en el Próximo Oriente en totalidad; en este tercer volumen, y como era de esperar
tras lo ocurrido en Acre en Cruzados, en
Réquiem volvemos a Occidente,
especialmente a París y a Escocia. Y es que mientras en París se desarrolla la
quimérica tela de araña trazada por el rey Felipe IV de Francia, al que
llamaban “El Hermoso” y ese gran arquitecto del proyecto de disolución de la
Orden del Temple que fue Guillermo de Nogaret, el gran legislador de la caída
del Temple; Will Campbell, decidido a oponerse sea como sea a los planes de
Eduardo I de Inglaterra, se mezcla en la guerra de este con Escocia, de modo
que, personajes que parecían distantes a esta historia, se mezclan en ella.
Así, hace su aparición William Wallace, personaje histórico convertido en héroe
contemporáneo gracias a la película Braveheart,
junto al que acudimos a las grandes batallas por la libertad el pueblo escocés.
Lo
cierto es que en varios momentos del libro, a pesar de estar muy bien escrito y
bastante bien justificado todo, Robyn Young no deja de adolecer de cierto “síndrome
de los Episodios Nacionales”, es decir, el como Galdós conseguía que sus
personajes estuvieran presentes en todos los momentos importantes de la
historia de España que quería narras. La casualidad juega un importante papel
en la historia de Will Campbell (que además debe tener un buen bono transporte
para pasar con tanta frecuencia de Inglaterra a Francia). Pero aún con este
pequeño detalle en contra, el dinamismo de la historia y la forma de escribir
de Young hacen que esto se convierta en una anécdota que aporta incluso cierto
humor negro a lo que estás leyendo. Quizá es curioso que, después de todo lo
que hemos seguido la historia de los Templarios, los juicios contra estos que
condujeron a su disolución, sean un breve aunque significativo episodio del
libro.
Pero
lo mejor que tiene Robyn Young es que es sincera, y tiene uno de los epílogos
más útiles a nivel de datos que he visto en libro histórico alguno, y es que en
él, Young explica el por qué ha enfocado la novela como lo ha hecho, y sobre
todo, explica y da los datos correctos históricos de lo que en la novela ha
modificado. Con ello, consigue uno de los grandes méritos de la novela
histórica, atraer la atención del lector sobre una época, a través de la
novela, y luego aclarar qué es lo que históricamente sucedió. Un gran detalle
por su parte, y una prueba de madurez y seriedad en el tema a tratar.
Un
libro que un enamorado del Temple no teme recomendar.
lunes, 19 de marzo de 2012
CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO: RECONQUISTA
Tras
la caída del Muro, y mientras Robb, Theon y los salvajes de Ulegu se dirigían
hacia Fuerte Terror para reunirse allí con los hombres de los Manderly de
Puerto Blanco, Erwyn dirigía a los supervivientes de la Guardia de la Noche,
encabezados por Jon Nieve, y entre los que se encontraban, encapuchados para
que sus antiguos compañeros no les reconocieran, Uther y Oweyn. En el camino
hacia Puertoescarcha, encontraron un grupo de Hermanos Negros, procedentes de
la Torre Sombría, grupos de exploradores que habían estado fuera cuando el Muro
se había hundido. La destrucción continuaba durante millas y millas, las
antiguas fortalezas de la Guardia de la Noche habían sido aplastadas por las
avalanchas de hielo. Los Hermanos Negros aceptaron la idea de reunirse en
Puertoescarcha para hacer balance de bajas y elegir un nuevo Lord Comandante.
A
su llegada a Puertoescarcha, vieron que Roose Bolton había dejado allí una
formación muy reducida. Los muros de Puertoescarcha se habían derribado, y los
soldados se habían acuartelado en Corona de Hielo. El estandarte de los
Lannister ondeaba sobre el torreón central del castillo Erwyn se acercó a
parlamentar con el líder de la guarnición, el antiguo Guardia Real Ser Boros
Blount, pero finalmente, estalló la batalla entre la guarnición Lannister/Bolton
y los hombres de la Guardia de la Noche. Erwyn ordenó a los que le seguían que
tomasen la torre que protegía el puente de Corona de Hielo, y se lanzó a la
cabeza del ataque, acabando con varios caballeros y consiguiendo tomar la torre
para acabar con los arqueros, mientras Oweyn y Uther trataban de derrotar a Ser
Boros Blount, que sembró la destrucción entre ellos con su lanza de caballería.
El antiguo Capablanca consiguió derrotarles, y probablemente hubiera acabado
con ellos de no haber quebrado Uther su lanza en el último momento, y cuando se
dio cuenta de que había perdido Corona de Hielo, trató de escapar, pero sus
heridas le dificultaban la huida, y Erwyn consiguió alcanzarlo y mató a su
caballo, ofreciéndole a Ser Boros una rendición honorable. Boros la aceptó, y
volvió a Corona de Hielo convertido en rehén de los Aesirk.
En
la fortaleza, los hombres de la Guardia de la Noche ya habían tomado la
ciudadela, y los rehenes de los Bolton estaban siendo liberados. Las cabezas de
las familias Karstark, Umber, Tallhart, Glover… fueron liberados de las mazmorras
de Corona de Hielo, y mientras Uther y Oweyn eran conducidos a las salas de
curación, Erwyn se reunía con Lady Sif Karstark, que había sobrevivido a las privaciones de su cautiverio, al tiempo
que descubría que Ramsay Bolton había amputado las dos manos a Aeric Aesirk, el
hijo de Uther y heredero legítimo de la casa Aesirk. Erwyn trató de limpiar la
imagen de Uther y Oweyn a ojos de Sif, que los consideraba traidores, y finalmente
esta aceptó sus explicaciones, ayudando en la curación de su hijo y su sobrino.
Por lo que los prisioneros contaron, los hombres de Bolton habían maltratado a
sus prisioneros, llegando a ahorcar a lady Maege Mormont, y solo la llegada de
Ser Boros Blount había puesto coto a los excesos de esta situación,
consiguiendo controlar a la canallesca que Bolton había dejado en
Puertoescarcha. De inmediato, Jon y Erwyn, mientras el Uther y Oweyn se
recuperaban, comenzaron a preparar el viaje de Erwyn, Uther y Oweyn a Dorne,
haciéndose pasar por Caballeros Negros en busca de reclutas.
Sin
embargo, pocos días después, les llegaron noticias de que una fuerza militar se
acercaba a Puertoescarcha bajo el estandarte del Hombre Desollado. Los Hermanos
Negros guarnecieron Corona de Hielo, poniendo especial interés en mantener
despejado el puerto y dispuestos a soportar el asedio. El propio Roose Bolton
se acercó al puente para negociar con Robb Stark… aunque fue Erwyn quien salió
a parlamentar con él. Roose reclamaba Puertoescarcha como una posesión legítima
de la familia Bolton, entregada a estos por el rey Tommen Baratheon. Pero
Bolton exigía hablar con Robb, y finalmente, Erwyn reveló que el Joven Lobo no
estaba allí, y que Roose debería mirar hacia sus tierras, donde cuando
regresara, probablemente se encontrara con que ya no poseía dominios. Su título
de Guardián del Norte era ilegítimo, y los hombres del Norte se habían alzado
contra Fuerte Terror. Sin embargo, Roose no tuvo tiempo de entender la
enormidad de lo que se le estaba avisando. Uno de sus guardias avanzó hacia él
y hundió una daga en su espalda, y luego le degolló. Desde la torre no le
escucharon pero de sus labios escapó la frase valar morghulis. Con el caos resultante, los hombres de Bolton se
dispersaron, y en la confusión, Erwyn y Oweyn, junto a algunos de los Hermanos
Negros, se hicieron a la mar, quedándose Uther en Corona de Hielo para ayudar a
su madre, a su mutilado hijo y a la Guardia de la Noche.
En
un barco con velas negras, Erwyn y Oweyn se dirigieron hacia el sur, con
destino a Campoestrella, el dominio natal de lo Dayne, y donde tanto Arthur
como Ashara Dayne habían vivido… y en el caso de esta última, muerto.
viernes, 16 de marzo de 2012
JLA: EL ASCENSO DE ECLIPSO
Nos
venían avisando, y ha llegado el momento: el Universo DC tal y como lo
conocemos, se acaba, así que, poco a poco, van llegando a su final las coles
que están actualmente en el mercado, en un impasse que durará hasta el final de
Flashpoint y el gran misterio que dejará después (que ya nos conocemos todos,
el famoso reboot de las Nuevas 52). Y hoy, nos toca comentar el último tomo del
actual volumen de JLA.
En
posts anteriores, habíamos hablado ya de la JLA de Robinson, así que ya sabéis
la opinión que me han causado los anteriores tomos de esta etapa, y debo decir
que este sexto tomo, La Ascensión de
Eclipso, no se ha apartado mucho de la línea marcada por esta etapa. Y es
que se queda en un molesto estado intermedio en mitad de ninguna parte, como el
resto de la etapa, salvo la (para mi, brillante) Crying for Justice, donde todo esto comenzó y donde parecía que el
autor se iba a comer el mundo.
No
ha sido así. Y bueno, iremos por partes.
Por
un lado, en este tomo tenemos completa la saga que le da título, La Ascensión de Eclipso, un nuevo
regreso del clásico villano místico tras ser liberado de su “alianza” con Jean
Loring, ocupando de nuevo a uno de sus anfitriones anteriores. Y hay que reconocer
que la técnica narrativa está chula, porque se basa en el diálogo entre el
anfitrión y Eclipso para desarrollar la historia. Eclipso desarrolla un “malvado
plan” con el que pone de su lado a varios héroes y villanos relacionados con
las sombras, y por supuesto, atacan el lugar donde la luz y la oscuridad han
mostrado un perfil más inestable en los últimos tiempos de JLA: la Ciudad
Esmeralda creada por Alan Scott en la Luna, y donde tantos seres mágicos han
encontrado refugio. Esto coincide con el momento en que Juicio Final hace su
aparición en los acontecimientos que se desarrollan en el tomo Superman: El Reinado de Juicio Final, de
modo que ya para empezar, las cosas son un poco… peculiares. O sea, se lanzan
aquí argumentos y situaciones que no tendrán continuidad en este tomo, sino en
otro.
En
fin, que la historia avanza, una historia clásica de villano malvado,
enfrentamientos a capas, planes secretos, etc. Correcta, sin grandes sorpresas
para bien o para mal. Y tras la historia de Eclipso, nos encontramos con el
numerito de despedida de Robinson, en el que, mientras la Liga se disuelve, se
hace un resumen de lo que podrían haber sido las historias que hubieran venido…
y hay alguna de ellas que te hace agradecer que la colección cierre ahora. Lo
de la guerra entre Thanagar y Saturno podría haber sido terrible. Y llega el
fin a la actual encarnación de la Liga en un número que, como la historia que
le precede, es poco más que pasable.
La
cuestión es… ¿una colección como JLA puede permitirse moverse en el entorno de
lo “pasable”? Yo creo que no, JLA (como Vengadores) debería ser la cúspide de
todo lo que DC publica, es donde están sus grandes héroes juntos. ¿Cómo es
posible que desde la salida de Brad Meltzer de la colección esta haya ido dando
los bandazos que han llevado a su actual final? Que sí, que probablemente
aunque hubiera sido la hostia en verso, si toca cierre y reboot, toca cierre y
reboot… pero bueno, fijémonos en Batman y Green Lantern, donde va a haber
continuidad, podría haber sido así en JLA. Pero no. Borrón y cuenta nueva. Y es
que es obvio que la JLA necesitaba un reboot, aunque tampoco hacía falta que
afectase a toda la editorial, todo sea dicho. Robinson es un guionista de
talento incuestionable, pero con JLA, se ha estrellado.
Y
bueno, dejo para el final el hecho de que para el último arco se haya elegido
como sustituto de Mark Bagley a Brett Booth, al que yo, al menos como
referencia, recuerdo de algunos anuales y especiales de X-Men y no con demasiado
buen sabor de boca. Es un dibujante estático e inexpresivo, muy por debajo de
Bagley o, insisto, del dibujante que debería tener una serie del calibre de JLA.
No me hace demasiado feliz que vaya a encargarse de Titanes después del reboot,
la verdad.
En
fin, a ver qué nos depara el futuro, un futuro con Geoff Johns y Jim Lee, que
al menos a priori, tiene muchas papeletas para ser mucho mejor que la etapa que
hemos dejado atrás.
jueves, 15 de marzo de 2012
PRINCIPE DE NADA (III): EL PENSAMIENTO DE LAS MIL CARAS
Anoche,
finalmente, tras un breve Sprint final
de “Dios mío, no puedo parar de leer, me queda tan poco y es todo tan interesante”,
terminé El Pensamiento de las Mil Caras,
y con él, la trilogía Príncipe de Nada.
Han sido tres libros de acompañar a unos personajes fascinantes a la Guerra
Santa, de vislumbrar grandes naciones y civilizaciones, aquellas que rodean a
los Tres Mares que tanto recuerdan al Mediterráneo en tiempos de las Cruzadas. Con
El Pensamiento de las Mil Caras, y después
de los sucesos de El Profeta Guerrero, la
Guerra Santa se encuentra más cerca que nunca de la sagrada tierra de Amoteu, y
por lo tanto, de Shimeh, su objetivo, y la sede de los enigmáticos cishaurim,
los hechiceros fanim… y de Anasurimbor Moenghus, el padre de Kellhus y motor en
la sombra de toda la historia que hemos leído.
Bakker
traza en El Pensamiento de las Mil Caras
una historia múltiple (de mil caras), en la que a través de las diferentes
perspectivas de cada uno de los protagonistas, cada uno con sus circunstancias,
planes, filias y fobias, los últimos tiempos de la Guerra Santa, a la vez que
se van resolviendo los enigmas que se planteaban desde el principio de la
Guerra. El objetivo de Anasurimbor Moenghus entre los cishaurim, la verdad
sobre el Santo Shriah Maithanet, qué se esconde detrás de los Chapiteles
Escarlatas, y muchos más datos sobre esa gran historia no contada que es el
Primer Apocalipsis y el alzamiento del No-Dios. Y todo ello, a través de
personajes que cada vez crecen más, dedicándose este volumen mucho más a los
que han sido menos importantes, apartando en buena parte del libro a Kellhus
del protagonismo para centrarnos en sus seguidores y en lo que el Profeta
Guerrero provoca a su alrededor. Así, Anasurimbor Kellhus y Cnaiur urs Skiotha dan
un paso atrás para permitir avanzar tanto a Drusas Achamian (protagonista
absoluto final de la saga), como a Esmenet, Proyas o ese personaje genial que
es el Exalto-General Ikurei Conphas.
La
narración de Bakker sigue siendo genial, equilibrando perfectamente hechos con
filosofía, avanzando tanto en la Guerra Santa como en las consecuencias
psicológicas y filosóficas que la Guerra tiene en aquellos que participan de
ella. El mundo que perfila, que atisbamos a ver más allá incluso del camino de
la Guerra Santa es fascinante, y en todo momento, te quedas con ganas de saber
más sobre el Primer Apocalipsis, sobre Kuniuri y la perdida Tryse, o sobre las
tierras de la Sal que forman el dominio de los Kianene.
Sólo
hay una pega a la historia… ¡¡¡y es que la historia no acaba!!! O sea, sí lo
hace la trilogía, pero no está todo dicho, ni mucho menos, ni sobre los
personajes ni sobre la situación que se desarrolla. La Guerra Santa llega a su
culminación, pero no lo hace el Segundo Apocalipsis. Se resuelve la guerra
entre los inrithi y los fanim, pero no la vuelta del Consulto… Y es que tras Príncipe de Nada, Bakker ha proyectado
otros dos ciclos, siendo los siguientes El
Ciclo del Emperador-Aspecto, compuesto por dos novelas, La Gran Ordalía y Los Cuernos de Golgotterath… pero no se han publicado en España.
Así que…
¿A
quién hay que exigirle que termine esto?
miércoles, 14 de marzo de 2012
BELÉN ARJONA: INFINITO
Hoy, en los Miércoles Musicales, me he acordado de una canción de las que llevo años escuchando sin cansarme de ella. La espléndida voz de Belén Arjona se une aquí a una de las letras más trabajadas y poéticas que he escuchado, consiguiendo así UN PEDAZO DE TEMAZO.
Echadle un ojo, que seguro que estáis de acuerdo conmigo.
Echadle un ojo, que seguro que estáis de acuerdo conmigo.
martes, 13 de marzo de 2012
SUPERMAN: EL ANILLO NEGRO
Con
todo el jaleo que han tenido en los últimos años las colecciones de Superman y
con el mayor de todos los héroes paseándose a pie por buena parte de Estados
Unidos para ver el mundo en la cuestionable etapa de Straczynski (otro día si
eso ya hablamos de “Con los pies en el suelo”), y puesto que con el paseo del
gran boy scout, Action Comics, la
serie madre del héroe de Krypton se quedaba sin protagonista, el británico Paul
Cornell decidió poner al frente de la serie al mayor enemigo de Superman, ni
más ni menos que a Lex Luthor.
Cornell
parte de una concepción de la historia bastante original, que se asienta en los
sucesos de La Noche Más Oscura.
Durante esta saga, pudimos ver como la ambición de Luthor le hacia merecedor de
uno de los duplicados de los anillos del Espectro Emocional, el Naranja de la
Avaricia, lo que ya en su día le costó un duro enfrentamiento con Larfleeze, ya
sabéis… ¡ES MIO! Pasados ya los acontecimientos de La Noche Más Oscura y de todo lo relacionado con Nuevo Krypton, nos encontramos con que
Lex Luthor se pregunta qué ha ocurrido con toda la energía generada por los
Anillos Negros. La búsqueda de esa fuente de poder, el generado por los anillos
negros, que al parecer se ha reunido en una serie de esferas negras repartidas
por el universo y la propia Tierra, es el argumento de El Anillo Negro.
Y…
bueno, en algún momento de la historia (creo que en la segunda página o la
tercera), a Cornell se le va de las manos. Las explicaciones de por qué ocurre
lo que ocurre están traídas por los pelos, y a pesar de que recurre a un gran
número de invitados (Mister Mente, Vandal Savage, los Seis Secretos, el propio Joker, Brainiac,
incluso, en esa reincorporación de los personajes de Vértigo a DC, Muerte de
los Eternos) el británico no consigue hacerlos atractivos… pero es que tampoco
consigue que resulte interesante el propio Lex Luthor, con todo lo que ese
personaje tiene que dar.
La
historia se convierte en una especie de gynkana en la que Lex y su androide
Lois Lane recorren la Tierra en busca de las bolas negras, que resultan ser
obra de un ser extradimensional procedente de la Zona Fantasma… En fin, que
vincula algo propio del universo Green Lantern con algo propio del universo
Superman, y de una forma que está bastante traída por los pelos.
En
fin, una lectura prescindible, sólo para auténticos fans de Superman a los que
les sobre el tiempo y el dinero…
lunes, 12 de marzo de 2012
CANCIÓN DE HIELO Y FUEGO: LA CAÍDA.
Desde
su escondite tras una cortina, Fusk Aesirk pudo ver como Meñique, Osmund
Kettleback y Randall Tarly requerían los servicios del Reina de Dragones, pero mientras que el Capa Blanca y Meñique
parecían disfrutar del lugar, el señor de Colina Cuerno parecía fuera de lugar,
nervioso e incómodo. Fusk intentó salir del lugar sin ser visto, pero llamó la
atención de Meñique, así que una de las mujeres del local le condujo hasta la
mesa de los otros tres Ponienti. Randall Tarly puso sin tapujos la muerte de Fusk
sobre la mesa por haberles descubierto, pero Meñique trató de averiguar el
motivo de la presencia del norteño en Braavos, después de haber huido del Norte
junto a los Hombres del Hierro. Sin embargo, Fusk supo volver la situación a su
favor, averiguando que los tres se encontraban en Braavos siguiendo órdenes de
Eddard Stark, y que habían enviado a un asesino, un Hombre Sin Rostro para
acabar con la vida de Daenerys Targaryen. Además, supo que la alianza de los
Tyrell con los Lannister era más débil de lo que aparentaba, y por ello Randall
Tarly representaba al Dominio en aquellas cuestiones, mientras en Braavos
trataban de contratar una compañía que liberase a Loras Tyrell, que continuaba
en manos de los Lannister desde la derrota de Septo de Piedra. Fusk abandonó el
Reina de Dragones, volviendo a toda
prisa al Puerto del Trapero, en busca de Victarion, convenciendo al Almirante
del Hierro para que tratasen de capturar a Meñique, Tarly y Kettleback.
Victarion, Fusk y algunos Hombres del Hierro acudieron al Reina, para descubrir que los tres habían abandonado poco después
que Fusk el local. Los Hombres del Hierro y Fusk buscaron a los Ponienti en las
calles cercanas al Puerto de Chicquy, donde Fusk se encontró con Osmund
Kettleback, que al parecer cubría la huida de
Meñique y Tarly. Osmund hirió a Fusk, pero la llegada de Victarion
pronto cambió las tornas, y tras una ayuda de Fusk, Victarion consiguió acabar
de forma sangrienta con la vida del Capablanca, arrojando sus restos a uno de
los canales.
Lo
más rápido que pudieron y tras aprovisionar sus barcos, Fusk y los Hombres del
Hierro volvieron a sus barcos, y la Flota emprendió el camino hacia Meereen,
evitando los Escalones de Piedra y Volantis para que no hubiera rumores del
movimiento de la Flota. Así, consiguieron alcanzar a la flota Volantene que se
había retirado del puerto de Meereen y de la Costa Ghiscaria tras el ataque de
los dragones, y bajo el liderazgo de Victarion, los Hombres del Hierro
destruyeron a los Volantenes, hundiendo sus barcos y consiguiendo traspasar su
cordón. Meereen estaba ahora a su alcance.
Mientras
tanto, Erwyn Aesirk y Robb Stark continuaban su camino hacia el Muro desde la
Torre de la Viuda, enfrentándose al fuerte viento gélido que venía del Norte.
Sobre ellos, pudieron ver volando a los cuervos blancos que la Ciudadela
enviaba a las ciudades norteñas para avisar de que el Invierno había llegado.
Encontraron varias poblaciones de los Hombres Libres abandonadas, y finalmente,
dieron con una caravana de ellos que se dirigía también hacia el Muro. Al
parecer, el Lord Comandante Mormont había convocado a todos los salvajes que se
habían asentado en el Agasajo para que acudieran al Muro. Erwyn y Robb llegaron
al Castillo Negro tras dejar tras de sí a números niños y mujeres del Pueblo
Libre que los Hermanos de la Guardia de la Noche dejaban en Villa Topo,
mientras los hombres acudían a reforzar el Muro. En el Castillo Negro, Erwyn y
Robb fueron recibidos por Jeor Mormont, Jon Nieve, el Maestre Aemon y Samwell
Tarly. Jon recibió con alegría y sorpresa a su hermano, pero el Lord
Comandante, a pesar de acogerlos, no tenía buenas noticias para ellos. El Lord
Protector Stark había denegado la petición de Erwyn y Robb de que se abrieran
las puertas del Castillo Negro a los Hombres Libres para luchar contra los
Bolton. Erwyn preguntó por qué los Hombres que habían seguido a Mance Rayder
estaban siendo llamados al Muro, y Jeor Mormont se lo explicó, subiendo a la
cima del Muro. Desde allí, pudieron ver que miles de Hombres Libres se habían
reunido a los pies del Muro, exigiendo asilo en las tierras del Sur, y lanzando
esporádicos pero ineficaces ataques a la gran construcción. El Lord Comandante
iba a utilizar a los salvajes para luchar contra los salvajes. Erwyn pidió
permiso al Lord Comandante para cruzar él el muro y hablar con los salvajes,
pero el Maestre Aemon recomendó que no se hiciera nada hasta que llegara la luz
del día.
Tras
la cena, Jon y Sam Tarly acudieron a la habitación que se había entregado a
Robb y Erwyn, y allí, Jon les explicó que Uther, Oweyn y Theon Greyjoy habían
partido hacia el Norte con una expedición dirigida por Ser Allyser Thorne, y
que habían matado a uno de los Hermanos Negros antes de desaparecer. Sin
embargo, Sam Tarly le explicó a Erwyn que no creía que sus familiares hubieran
desertado, sino que era algo provocado por la misión que les había llevado a
cruzar el Muro, y le explicó a Erwyn el contenido de las cartas que se habían
cruzado años atrás Rhaegar Targaryen y el Maestre Aemon, y que él había leído
para Oweyn. Erwyn tenía pensado
parlamentar con los salvajes al día siguiente, pero el amanecer les trajo una
desagradable sorpresa. Los cuernos de la batalla les despertaron, y cuando se
armaron supieron que un ejército formado por gigantes, espectros, gatosombras,
cambiapieles y otras criaturas estaba atacando a los Hombres Libres que
acampaban tras el Muro. En el patio, el Lord Comandante estaba preparando a la
Guardia de la Noche para cruzar el Muro y combatir. La orden real le impedía
abrir las puertas a los salvajes, pero no estaba dispuesto a ver impasible como
eran masacrados. Así, Robb y Erwyn se unieron a los miembros de la Guardia de
la Noche y los Hombres Libres, cruzando el Muro y enfrentándose al ejército de
monstruos, dándose cuenta Erwyn de que todos tenían los ojos negros. Mientras
los salvajes eran guiados al interior del Castillo Negro, los miembros de la
Guardia de la Noche luchaban contra los atacantes, acabando Erwyn con la vida
de un gigante, pero pronto le alcanzó un helor gélido… Allí había Caminantes
Blancos.
Mucho
más al Norte, Oweyn Eld, Uther Aesirk y Theon Greyjoy ascendían las escaleras
que se retorcían por la montaña, y que les llevarían a las puertas abiertas del
Castillo de Discordia. Allí, de boca de una keriansai, supieron que el castillo
estaba prácticamente vacío, pues el Ejército de Discordia estaba en el Sur, en
el Muro. Oweyn, Uther y Theon cruzaron las estancias vacías del castillo hasta
llegar a la sala del trono, una gran habitación donde viejos troncos de arcianos
de ojos y bocas rojas se utilizaban como gigantescas columnas, con las ramas
entrelazándose en el techo. Y en el centro, sobre un trono de arciano, Bran
Stark, con los ojos negros y rodeado de una sombra gigantesca que emanaba frío
y maldad, con su huargo, Verano, sentado a sus pies. Había llegado el momento
de enfrentarse a Discordia. Ya heridos, los tres hombres tuvieron serios
problemas para defenderse de los ataques del huargo y de Bran Stark, que a
pesar de su invalidez, parecía desplazarse movido por las sombras, armado con
una espada de oscuridad pura. Las flechas de Theon Greyjoy consiguieron acabar
con la vida de Verano, y sería Oweyn Eld quien, finalmente, con su espada
impregnada de la sangre del oso Iorek, atravesó el pecho de Discordia, clavándolo
al respaldo del trono de arciano. Discordia moría… pero en ese momento, los ojo
de todos los arcianos se volvieron hacia el Norte, y desde allí, el sonido de
un cuerno crujió, rompiendo el cielo. Un fuerte terremoto sacudió el Valle de
Discordia, y el propio castillo se partió, siendo arrastrados Oweyn y Theon en
la caída, agarrándose a duras penas a la ladera de la montaña. Uther, que
consiguió no caer al vacío, vio como Ioana Skadi aparecía en la sala, ante el
trono de Discordia el cuerpo muerto de Bran
Stark, envuelta en llamas que se extendieron por los arcianos secos,
convirtiendo los restos del Castillo de Discordia en una gran antorcha. “¡El
Otro ha despertado!”, gritó Ioana, “¡avisad a todo el mundo! ¡Su cuerpo ya está
preparado para acogerle y ha vuelto! ¡El Otro ha regresado!”
Una
gigantesca avalancha silenció las palabras de la muchacha, arrastrando a Uther,
Oweyn y Theon a una muerte blanca, perlada de llamas…
Cuando
abrieron los ojos, se apoyaban sobre el Muro, y la batalla clamaba a su alrededor.
Los Hombres Libres cruzaban hacia el Castillo Negro, y la Guardia de la Noche
luchaba contra el ejército de Discordia. Erwyn, que estaba trabado en combate
con un Caminante Blanco, fue uno de los primeros en darse cuenta de que algo
pasaba, pues los Otros desaparecieron, y el resto de los miembros del
monstruoso ejército se vieron libres de la presión tiránica de Discordia. Sus
ojos retomaron la normalidad, y Jon Nieve lideró la carga de los Guardias
Negros para acabar con aquel ejército, confuso y debilitado. Erwyn se unió a la
matanza mientras Theon, Oweyn y Uther, malheridos, se mezclaban con los Hombres
Libres que cruzaban el Muro. Y en ese momento, llegó el trueno, y una gran
oscuridad se formó en el Norte. Una inmensa sombra voló desde el Norte, en
dirección al Muro, y la figura de una garra de oscuridad pudo verse entre las
nubes del cielo recién amanecido. La garra se desvaneció, y hubo un gran
silencio… y entonces, llegó el crujido.
Erwyn, Jon Nieve, Robb, Ulegu y el resto de los hombres que se
encontraban más allá del Muro fueron los primeros en verlo. Una gran grieta se
extendía por la superficie helada del Muro, tan profunda que gigantescos trozos
de hielo caían al vacío, aplastando a los Guardias y a los salvajes que estaban
a sus pies. Boquiabiertos, vieron como las grietas se extendían, y el Muro se
desplomaba, no solo en el Castillo Negro, sino allá donde alcanzaba la vista.
En
el interior del Castillo Negro, llegó como un gigantesco rugido, y luego las
paredes del propio castillo se desplomaron bajo los gigantescos cascotes de
hielo que caían del Muro. Aquellos que habían cruzado, consiguieron desplazarse
hacia lugares seguros, pero los que aún estaban bajo el Muro o dentro del
Castillo, murieron de forma horrible, aplastados por el propio hielo. Muchos,
entre ellos el Lord Comandante Mormont, murieron al arrojarse enloquecidos
contra el Muro, quizá pensando en evitar su caída. Otros, como el Maestre Aemon
o Sam Tarly, perecieron entre los muros del castillo.
El
sol se encontraba ya alto en el cielo cuando Erwyn, Ulegu, Jon, Robb y el resto de los supervivientes que
se encontraban Más Allá del Muro consiguieron cruzar lo que ahora era una
montaña de hielo, encontrándose con numerosos heridos. Ygritte les recibió,
acudiendo llorosa a ellos para decirles que los supervivientes se habían
dirigido a Villa Topo, donde la Guardia de la Noche se estaba reagrupando junto
a los salvajes. Los supervivientes se dirigieron hacia allí, y Erwyn descubrió
entre los refugiados a Theon, Oweyn y Uther. Tras asegurarse de que les
escondían en un lugar donde los Guardias de la Noche no pudieran verles, buscó
a alguien que les curara, y cuando finalmente pudieron hablar, se reunió allí
con ellos, Jon y Robb. Theon, Oweyn y Uther les contaron lo ocurrido en el Norte,
y las palabras de Ioana, avisándoles del despertar del Otro. Ante esa
situación, debían replantearse la situación. Oweyn, Uther y Theon habían
descubierto que Azor Ahai se había encarnado en Edric Tormenta, y que la espada
del antiguo héroe, había sido la portada por Arthur Dayne y había terminado en
manos de Ashara Dayne. Todo ello apuntaba a Dorne, y hacía allí se dirigirían
Oweyn, Uther y Erwyn, pero antes, junto a la Guardia de la Noche, tomarían
Puertoescarcha, que Erwyn cedía temporalmente a los Hermanos Negros. Mientras
Jon ayudaba a la reorganización de la Guardia de la Noche, Robb y Theon
intentarían recuperar el control del Norte de manos de los Bolton, los Frey y
los Lannister. Pero los pasos de Uther, Erwyn y Oweyn, ahora les dirigirían
hacia el Sur…
viernes, 9 de marzo de 2012
DOLCE & GABBANA
Hace
algunas semanas, durante las celebraciones de Un Año de Iconocronos, Nate hizo
un post muy interesante sobre lo que mola y no mola de ser friki, centrándose
en muchos aspectos estéticos del asunto. Tras darle varias vueltas, he pensado
que sería interesante hacer algunos artículos que trajeran el glamour (je, je, je) al Iconocronos. Así
que, para este 2012, inauguramos una nueva sección en el Iconocronos, en la que
iremos viendo la historia y las características de algunas de las grandes
marcas que crean tendencia, y así de paso, sacamos un poco la nariz del papel,
que de tanto hablar de libros y comics se nos va a poner cara de imprenta.
Noemí, si estás por ahí, sigue leyendo, esto te va a encantar.
Y
para inaugurar esta sección, nada mejor que una de las grandes marcas que son
referencia en el mundo de la moda, la que en 1981 crearon en Milán la pareja
formada por Doménico Dolce y Stefano Gabbana. Por supuesto, se trata de Dolce & Gabbana.
Los
dos fundadores de Dolce & Gabbana
se conocieron a mediados de los setenta trabajando en unos talleres textiles, y
en 1981, como hemos dicho antes, decidieron fundar su propia empresa, en la que
los dos aportaron sus conocimientos. Doménico Dolce estaba acostumbrado a
moverse entre agujas, pues era hijo de un sastre; y Stefano Gabbana aportaba
una visión artística a la moda, pues antes de dedicarse al diseño, había
estudiado artes gráficas. En 1986 abrirían su tienda en Milán, pero la década
de los 90 sería en la que conseguirían su gran ascendente, con el apoyo de
muchas estrellas del mundo del cine y la música, como Madonna. Dolce & Gabbana ha sido siempre una
marca que ha apostado por el rupturismo, por cierto toque barroco y una apuesta
muy sexual, lo que ha atraído a muchos seguidores a la marca, que si peca de
algo, desde luego no es de discreción. Todo tiende al exceso, a lo llamativo,
tanto en su línea de lujo (Dolce &
Gabbana) como en la línea más dirigida hacia un mundo más urbano y
accesible (D&G).
Una
vez consolidada la marca, los italianos no han dudado en arriesgarse abriendo
otros campos de negocio, entrando de lleno en el mundo del perfume, la ropa
interior o los complementos. Y si bien la ropa en sí de D&G puede resultar en exceso llamativa, es precisamente en este
ámbito donde, para hombre, tienen sus mayores aciertos. Gafas de sol,
cinturones, relojes, pulseras… Hay algunas cosas a precios bastante asequibles
(ey, que ya bastante gasto es seguir DC…), y que aportarán un “algo más” a
cualquier friki medio con ganas de tener una buena apariencia en cualquier
sitio.
La
gran baza que Dolce & Gabbana ha
jugado en estos años ha sido, sin duda, la publicidad. Al margen de que muchos famosos
han sido imagen de la marca, en la publicidad Dolce & Gabbana siempre han apostado por la sorpresa para el
espectador, y desde luego, por la provocación, en muchos ámbitos. Muchos han
sido los anuncios de la marca que han sido criticados por los sectores más
conservadores de la sociedad, al sugerir tríos, orgías, y todo con un marcado carácter
de homosexualidad. En Italia, todos los años para promocionar sus colecciones
de ropa interior, D&G han
desnudado a diferentes grupos de deportistas italianos, con los que empapelan a
gran tamaño las calles de Milán, llamando realmente la atención de todos.
En
fin, no es más que un esbozo de una gran marca, espero que os haya despertado
cierta curiosidad. ¡Seguiremos hablando en el Iconocronos!
jueves, 8 de marzo de 2012
GUERREROS SECRETOS
Este
mes de Febrero, después de 28 meses, con sus 28 números correspondientes, ha
llegado a su final la colección Guerreros
Secretos, la gran historia hija de la Invasión
Secreta que hace un poco más de dos años nos llenó todas las colecciones de
Marvel de skrulls mejor o peor escondidos, y que abrió el camino a una de las
etapas más interesantes de la Marvel actual, el famoso Reinado Oscuro de Norman
Osborn, concluido sin duda demasiado pronto, seguramente por cuestiones de
marketing.
La colección Guerreros Secretos, como he dicho, comenzó
a raíz de Invasión Secreta, y vimos
su génesis en uno de los números que Bendis escribía en Nuevos Vengadores y Poderosos
Vengadores para ampliar la información que teníamos en la serie principal
(¿he comentado alguna vez lo sumamente innecesarios que eran estos números?), y
en uno de ellos, se nos hablaba de qué había hecho Nick Furia desde que
desapareciera, tras los acontecimientos de Secret
War, en los que Furia organizaba un ataque secreto contra la dictadora
latveriana Lucía von Bardas, en su lucha contra el terrorismo internacional, lo
que le costaría el liderazgo de SHIELD. Así, supimos que Nick había mantenido
una serie de “orugas”, ficheros escondidos en los que estaban los nombres de
posibles agentes, a los que reunió entre Secret
War y Invasión Secreta. Un hijo
del Doctor Druida, el hijo de Ares, Daisy (la agente de SHIELD con poderes
tectónicos que apareciera en Secret War),
Muro (hijo de un villano no revelado al principio de la serie)… son solo
algunos de los miembros de este equipo que Furia ha reunido y que debuta en la
Invasión, luchando contra los skrulls.
Estos
elegidos de Furia se convertirían en los protagonistas iniciales de Guerreros Secretos, que arrancó con
Bendis y un Jonathan Hickman que prácticamente aterrizaba en Marvel en ese
momento procedente de Image compartiendo el timón, aunque la serie pronto
pasaría a estar en completo en manos de Hickman, que dejó muy claro que tenía
para la serie grandes planes que iban más allá del propio grupo recién creado.
Y es que el subtítulo de la serie en aquellos primeros tiempos, Nick Furia, Agente de Nada, cobraría
incluso más importancia que la de los propios Guerreros Secretos. Porque
Nick ha sido el auténtico protagonista de la serie, él y sus Comandos
Aulladores, en una colección que, como indica el título del último número,
siempre se ha basado en la existencia de Círculos dentro de Círculos. Además de
grandes escenas de acción (que además han contado con el dibujo de unos
estupendos Stefano Caselli y Alessandro Vitti), la serie se ha caracterizado sobre
todo por su trama de “politiqueos”, con espías triples y sorprendentes
revelaciones alrededor de los propios protagonistas.
Hickman
se ha introducido en el mundo del conflicto escondido, y luego abierto, entre
los restos de SHIELD (recordad que cuando todo comenzó, era la época de HAMMER)
y una resurgente HYDRA, además de un tercer grupo en discordia, la versión
soviética de estas dos agencias, la sorprendente LEVIATÁN. Además, Hickman
presenta un nuevo concepto del Zodíaco, y a través de este, vincula Guerreros Secretos con la que es su
colección más innovadora, ese must read
que todos deberíais leer: SHIELD.
En
fin, han sido 28 números de sorpresas y de una historia tan rápida y
entretenida que los propios números parecían hacerse cortos, hasta el punto de
que en algún momento no muy lejano, espero sacar tiempo para leerme la historia
del tirón, y seguramente me encuentre con que esta es aun mejor de lo que ahora
mismo tengo en mente. Ánimo, y todos a leer.
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