Young X-Men, Vol. 1: Final Genesis by Marc Guggenheim
My rating: 3 of 5 stars
Pues volvemos al universo mutante después de la pausa de los espías, y vamos a viajar atrás en el tiempo para volver a esos días inmediatamente posteriores a Complejo de Mesías. El primer bebé mutante desde Dinastía de M había nacido, y todos los equipos con una X en el nombre andaban tras él mientras Cable intentaba mantenerlo a salvo y Bishop todo lo contrario. La Patrulla-X se había disuelto, o por lo menos, disgregado, y los jóvenes de la Nueva Patrulla-X no habían corrido mejor suerte. Y a nivel editorial, el equipo de New X-Men pasaba a gestionar la nueva X-Force, de modo que quedaba un hueco (por así decirlo) para los mutantes más jóvenes. Y ese hueco es el que iba a tratar de llenar esta colección, Jóvenes X-Men, que llegaba de manos de Marc Guggenheim, que ya había gestionado de forma más o menos correcta varios cómics de Spiderman, y Yanick Paquette, dibujante que pese a su apellido se estaba haciendo un nombre en el mundillo. Además, contarían con las portadas de Terry Dodson (lo que queda bastante bien, ya que Paquette tiene un dibujo que podría parecerse al de Dodson).
El argumento es sencillo: en ese nuevo escenario que fue Divididos Resistiremos y con la Patrulla repartida por el mundo, Cíclope decide reunir a un nuevo equipo de jóvenes estudiantes para transformarlos en la nueva Patrulla-X: Arena, Vendas, Cachorro, Alud y un nuevo personaje llamado Tinta son los elegidos por Cíclope, que para la primera misión de sus chicos, les ordena hacer frente a la supuesta nueva Hermandad de Mutantes Diabólicos, que no es otra que algunos de los antiguos miembros de los Nuevos Mutantes, organizados alrededor del Club Fuego Infernal. Mancha Solar, Bala de Cañón, Magma, Karma y Espejismo se convierten así en los objetivos de esta nueva Patrulla... aunque pronto las cosas empiezan a no cuadrar. ¿Por qué iban a ser considerados diabólicos los Nuevos Mutantes? ¿Realmente el auténtico Cíclope mandaría a sus alumnos a matar a otros mutantes? ¿Qué tiene que ver con todo esto Donald Pierce y por qué Vendas está segura de que uno de sus compañeros va a morir? ¿Y quién es Jonas Graymalkin y que tiene que ver con el equipo?
Con todos estos planteamientos sobre la mesa, Guggenheim y Paquette desarrollaron el primer arco de la colección, que sin ser nada llamativo, sí que al menos es bastante entretenido. No explosivo ni nada del otro jueves, pero bueno, correcto. Y me gustan mucho Vendas y Arena, así que...
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