No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

viernes, 28 de septiembre de 2012

X-MEN: EL FUTURO SE PINTA DE AZUL Y DE ORO


                Aunque en el último post sobre la Patrulla-X de Claremont hablábamos de que el Patriarca Mutante dejaba a los personajes que le habían llevado (y a los que había llevado) al Olimpo de los dioses, aún le quedaba una traca final, una despedida de órdago, que llegaría del tándem Claremont-Lee en la nueva colección de la Patrulla, X-Men. Y es que Claremont tenía que cerrar la situación sobre el tablero de uno de sus personajes fetiches, quizá su personaje favorito de todos aquellos con los que había trabajado: Magneto. Y es que los tres primeros números de la nueva X-Men se dedicarían precisamente a resituar la imagen del señor del magnetismo, y darle lo que Claremont consideraba un final adecuado a la trayectoria del personaje.





                Tras la debacle de Isla Muir, como habíamos comentado, Xavier y los suyos se encuentran con un buen número de Hombres-X, lo que les pone en una situación completamente nueva. Tras restaurar la Mansión-X (destruida en Inferno), la nueva y ampliada Patrulla-X (que ha vuelto a asumir a sus miembros originales, que hasta ahora estaban en Factor-X) decide adquirir cierto componente más proactivo, y se divide en dos equipos de intervención, que en principio, protagonizarán una serie cada uno. El Equipo Oro, dirigido por Tormenta, y con Coloso, Jean Grey, Arcángel y el Hombre de Hielo se quedarían con la colección clásica, con guiones y dibujos de Whilce Portaccio y la ayuda de John Byrne con los diálogos; mientras que la nueva X-Men comenzaría con guiones de Chris Claremont y Jim Lee, y el dibujo del segundo. En ella se desarrollarían las aventuras del Equipo Azul, dirigido por Cíclope, y con la Bestia, Mariposa Mental, Gambito, Júbilo, Pícara y Lobezno dentro del grupo. Xavier, Banshee y Forja quedaban en retaguardia, como apoyo a cualquiera de los dos. Ambos grupos compartirían protagonismo en la primera saga que vería la luz en las páginas de X-Men, cuando un grupo de mutantes alcanza en refugio orbital de Magneto, perseguidos por un grupo de guardias de SHIELD. Entre ellos se encuentra un personaje de nuevo cuño, Fabián Cortez, que poco a poco irá manipulando a Magneto para que vuelva a dirigirse contra la Tierra. En una saga con tintes de genialidad,  los autonombrados Acólitos de Magneto atacan Genosha, obligando a la Patrulla a enfrentarse a ellos, mientras Magneto descubre en sus genes una manipulación genética que sólo puede ser obra de Moira McTaggert, manipulación que hubiera condicionado sus decisiones y moral desde ese momento. Magneto ataca a la Patrulla, secuestrando a Moira, y obligándola a repetir el proceso en el Equipo Azul, que se enfrentará al Equipo Oro de Tormenta, mientras un comité internacional en el que tienen presencia Val Cooper y Nick Furia ponen en marcha los llamados Protocolos de Magneto, un cañón de plasma orbital preparado para destruir el refugio del Amo del Magnetismo. Tras descubrir que el proceso de Moira falló en el momento en el que Magneto volvió a usar sus poderes, la traición de Cortez queda al descubierto, pues con su poder de aumentar los poderes de otros mutantes, ha llevado a Magneto prácticamente hasta el punto del colapso, y además, activa el cañón de plasma de los Protocolos de Magneto, destruyendo el Asteroide M, del que la Patrulla-X escapa, aunque Magneto queda atrás con sus Acólitos, muriendo.
                Este arranque de auténtico lujo sería el auténtico fin de la etapa de Claremont. El maestro se marcharía, y Jim Lee (con ayuda de Byrne primero y luego de Fabian Nicieza en los guiones) quedaría al frente de la colección. En X-Men veríamos la aparición de Rojo Omega, volverían Matsu´o Tsurayaba, la Mano y Dientes de Sable, ahondaríamos en el pasado de Lobezno y de Gambito (y veríamos el acercamiento entre este y Pícara), se aliarían al Motorista Fantasma, se las verían con el Nido y regresarían Dazzler y Longshot con una revuelta en Mundomojo… Y mientras Lee nos dejaba a todos atontados con sus dibujos en X-Men, Whilce Portaccio trataba de hacer lo mismo en Patrulla-X, con bastante menos éxito, la verdad, ya que su calidad dista mucho de ser parecida a la de Jim Lee. Personalmente, Portaccio no me gusta ni me ha gustado nunca como dibujante, me parece demasiado sucio… sin llegar a ser sucio, demasiado intento de ser Silvestri… sin ser Silvestri…  Y desde luego su dibujo no alcanzaba para cubrir la poca calidad de sus guiones, aunque se marcó un buen órdago al crear al que sería uno de los personajes más relevantes del cómic de los 90, Bishop.  Y es que este viajero del tiempo haría su aparición por primera vez en las páginas  de Patrulla-X, procedente del futuro siguiendo a Trevor Fitzroy, un mutante que descubriríamos estaba asociado con los llamados “Arribistas”, un grupo con el que también se relacionaban los Strucker y Shinobi Shaw (el hijo de Sebastian Shaw), y con el que pronto veríamos que tenía algo que ver Selene y un nuevo personaje, El Maestro de Juegos, que tendrían un especial interés por el Club Fuego Infernal, muriendo en la primera aventura Emma Frost y todos sus Infernales. 



                En Patrulla-X, además de la llegada de Bishop, tendríamos la propuesta de matrimonio de Forja a Tormenta, una versión calcada de una aventura que Portaccio ya había dibujado para Factor-X adaptada a Patrulla-X y en la que volvía al universo Marvel Mijail Rasputin, el hermano mayor de Coloso, con el poder de alterar la materia, y que sería una de las apariciones más breves de la historia de los mutantes, porque poco después, enloquecido, Mijail se suicidaba llevándose consigo a Calisto y a buena parte de los Morlocks que habían sobrevivido a la Masacre Mutante.
                Sin embargo, la colección que marcaría el destino de los mutantes, y el del mundo del cómic en general no sería ninguna de las anteriores. Y es que mientras Claremont se despedía de sus creaciones, hacía tiempo que Los Nuevos Mutantes habían quedado bajo el control completo de Rob Liefeld, y este, como guionista y dibujante, los convirtió en X-Force. Con Cable (personaje que llevaría a grandes enfrentamientos entre Liefeld y Marvel) como líder, lo Nuevos Mutantes se convertían en un equipo de asalto militarista, formado por el propio Cable, la mercenaria Dominó, el antiguo miembro de los Infernales Sendero de Guerra (James Proudstar, hermano del difunto Ave de Trueno; el exiliado de Mundomojo Estrella Rota; la morlock Feroz; la hija de Banshee, Syrin; y los ex Nuevos Mutantes Bala de Cañón y Bum-Bum, X-Force se convertiría en el punto de referencia para los cómics en los 90. La idea de grupos casi paramilitares de acción rápida colaría tanto en el ideario comiquero que todos los grupos de superhéroes tomarían posiciones más activas, viviríamos la transformación de los Vengadores Costa Oeste en Force Works, e incluso en DC, aparecería una JLA Task Force. En X-Force, Liefeld llevaría al extremo su particular estilo de dibujo, con unos guiones que se reducían al mínimo y donde primaba la espectacularidad de los lápices por encima de cualquier otra cosa. X-Force se enfrentó al Frente de Liberación Mutante (un grupo dirigido por Dyscordia, un hombre que era exactamente igual que el enigmático Cable), a la nueva Hermandad de Mutantes Diabólicos del Sapo, a la asociación de mutantes inmortales conocida como los Externos, o a los viejos aliados de Cable, en unos episodios cargados de acción, músculos y armas grandes. Para echar una mano a Liefeld con los guiones, Marvel pondría a Fabian Nicieza, que también participaba ya en X-Men mientras Scott Lobdell tenía que ayudar a Portaccio en Patrulla-X después de que Byrne también saliera de la franquicia mutante…



                Y serían precisamente Nicieza y Lobdell sobre quienes recaería la responsabilidad de continuar estas series cuando, como era previsible, la burbuja de los grandes dibujantes explotó (sin durar siquiera un año). Jim Lee, Whilce Portaccio, Rob Liefeld, Todd McFarlane, Erik Larsen… eran todos dibujantes con demasiada estrella, que se sintieron capaces de ser no sólo dibujantes sino también guionistas, y que pensaron que tendrían éxito creando sus propios personajes. De un día para otro apareció Image, y la franquicia mutante perdió las cabezas que iban a guiar sus destinos. Mientras Marvel buscaba dibujantes nuevos, hubo algún dibujante interino (Rurik Tyler, Mark Pacella…), y los dialoguistas que habían colaborado con las grandes estrellas, se convirtieron en responsables de las series más punteras de Marvel.



                Y mientras tanto, al margen de todo esto (durante un tiempo al menos) se gestaba la que probablemente sea una de las mejores etapas de un cómic de la historia. Un experimentado guionista, Peter David, y un particular dibujante, Larry Stroman, se hacían cargo de Factor-X, con una premisa totalmente nueva: Factor-X sustituiría a la Fuerza de la Libertad como imagen gubernamental de los mutantes, y bajo la supervisión de Val Cooper se reuniría un equipo completamente nuevo y peculiar: Kaos, Polaris, Loba Venenosa, el guardaespaldas de Lyla Cheney (Guido Carosella, Fortachón), el Hombre Múltiple y Mercurio. Peter David es un auténtico maestro del guion, y así lo demostraría en Factor-X: mientras que en el resto del mundo mutante los argumentos se reducían a lo mínimo, Peter David hacía de Factor-X su rincón, con unos guiones magistrales, un sentido del humor sublime y unos argumentos brillantes, demostrando ser capaz de construir toda una historia alrededor de un bote de mayonesa. Eso haría que cuando Stroman abandonase la colección, esta se viera menos repercutida que las anteriores: su guionista era un guionista de verdad.
                Y con este panorama, Marvel decidió que era el momento de unificar sus colecciones, de demostrar que podían seguir adelante sin esos primeros nombres, y que podían seguir haciendo grandes historias… Y llegó La Canción del Verdugo.

jueves, 27 de septiembre de 2012

ULTIMATE COMICS


                               Prejuicios.
                Muchas veces los comiqueros estamos llenos de prejuicios, y a veces, eso nos pierde. O más bien, nos hace que nos perdamos buenas historias, o al menos, que las tengamos que leer a destiempo.





                Hace años, cuando comenzó la línea Ultimate de Marvel, yo era de los que miraba esos cómics por encima y ponía cara rara. O sea, yo era comiquero de toda la vida, ¿qué falta me hacía a mí una actualización/reversión de mis personajes de toda la vida, influenciados por el cine? Es decir, llegaron  de la mano del Spiderman de Sam Raimi, de los X-Men de Bryan Singer… Las propias colecciones del Universo Marvel tradicional parecían girar hacia lo que había ocurrido en las pantallas, y el ejemplo más claro lo teníamos en Patrulla-X, donde se abandonaban los coloristas uniformes de toda la vida en favor de los trajes de cuero rollo Matrix que tanta importancia habían tenido en la imagen de la película.



                Por supuesto, supongo que como todo el mundo, eché un ojo a algunas historias. Me dejaron algo de Ultimate Spiderman (¿Bendis? ¿Y este quien es?), leí en Internet algunos números de Ultimate X-Men (eran los tiempos de dot.com, donde leías los cómics directamente en la página de Marvel), y poco más. Así que aquí Gwen es muy malota… ajá. Así que aquí Coloso es un mafioso ruso y gay… Ajá. Innecesario. O más bien, “esto será necesario para otros, para mi no”.
                Prejuicios al fin y al cabo, porque con el tiempo, estoy descubriendo las grandes historias que me había perdido. Y es sobre todo gracias a Oneyros, que con algunas cosas se pone muy pesado… pero que tiene razón, la verdad. De modo que en estos momentos, además, de los tomos que está publicando Panini recopilando el Universo Ultimate de toda la vida, también estoy leyendo el tomo de Ultimate Marvel, donde de forma mensual, Panini publica las colecciones de Ultimate Comics, The Ultimates, All-New Spiderman y X-Men. Y con estos últimos, me lo estoy pasando realmente teta.
                The Ultimates, con guion de Jonathan Hickman y dibujos de Esad Ribic y Brandon Peterson,  ha encontrado en esta encarnación posterior a la muerte de Spiderman un tono de lo más oscuro, con una formación de lo más reducida para el equipo, el peso de la colección en manos de Furia… ¡y el mejor enemigo de toda la historia! ¡¡Lo llevo años diciendo!! ¡¡Ese personaje es el peor villano de Marvel, y ya era hora de que alguien se diera cuenta!!



                Si The Ultimates está cargada de un tono adulto, catastrofista y casi apocalíptico, All-New Spiderman, de Bendis (que no suelta al personaje ni a tiros, y bien que hace) y el tándem entre Sara Pichelli y Chris Samnee, se adapta al nuevo tono de su protagonista, Miles González, el Spiderman más joven que ha pasado por cómic alguno. Y lo hace con aventuras sencillas y divertidas, acompañadas por el dibujo sencillo y estilo cartoon de Samnee.
                Y finalmente, X-Men, con guiones de Nick Spencer y Paco Medina, se encargan de la que es, para mí, la mejor colección de las tres. Los lápices de Medina recuerdan a su trabajo en New X-Men: Academia-X, donde trabajó junto a Chris Yost y Craig Kyle en las mejores historias que vio esa colección; y Nick Spencer está desarrollando una historia más en la línea oscura de The Ultimates  que en la ligera de All-New Spiderman, con una formación de X-Men de lo más curiosa, un enemigo que también nos lleva a los eventos desarrollados por Yost y Kyle en la franquicia mutante, muchos regresos solucionando las muertes absurdas obra de Loeb en Ultimatum, y una gran ritmo narrativo y gráfico
                Y además, las tres series están bastante bien relacionadas, Spiderwoman desaparece de las páginas de los Ultimates para hablar con el nuevo Spiderman, y así lo vemos. La situación mundial desesperada se refleja tanto en The Ultimates como en X-Men. A lo tonto, Ultimate Marvel se ha convertido en una de las colecciones que con más ganas espero mes a mes.
                Prejuicios.
                Nunca trajeron nada bueno.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

MECANO: SALVADOR DALÍ

Hoy, en este último Miércoles Musical de Septiembre, os dejo un pedazo de obra maestra de Mecano, la que habla sobre ese genio desatado que fue Salvador Dalí. Y es que solo unos genios como los Cano y Ana Torroja podrían componer un tema como este captando todo el detalle de la enajenada genialidad del pintor.


Espero que lo disfrutéis.

martes, 25 de septiembre de 2012

BATWOMAN: HIDROLOGÍA


                Hay personajes que, por algún motivo, parecen calar con fuerza en el público desde su primera aparición, y los sentimos como si los conociéramos de toda la vida. Fue el caso de la actual Batwoman, Kate Kane, a la que Greg Rucka presentó en 52, y que pronto se convertiría en uno de los personajes más interesantes de la DC anterior al reboot.  Y ahora, parece que va a ser uno de los más interesantes después del reboot.



                Hidrología, primer volumen de la nueva serie de Batwoman, cuenta con la carga negativa de que Greg Rucka, creador del personaje y de todos los cómics donde esta había aparecido, había decidido dejar el mundo de los superhéroes mainstream para dedicarse a proyectos más personales, así que no se haría cargo de la serie. Sin embargo, DC si consiguió implicar en el proyecto al dibujante de la etapa de Rucka en Detective Comics, J.H Williams. Y dando un salto más allá, los editores de DC le ofrecieron a Williams hacerse cargo del guion también, como Tony Daniel llevaba ya algún tiempo haciendo en la franquicia del murciélago. Y J.H Williams, mucho mejor dibujante que Tony Daniel, está demostrando ser también mucho mejor guionista… o quizá ser más consciente de sus flaquezas, ya que ha buscado la ayuda de un escritor que colabore con él en la creación de diálogos, por ejemplo, y que le de apoyo en las historias, W. Haden Blackman.
                Acertadamente, Williams ha decidido aparcar los proyectos conjuntos que tenía con Rucka para el personaje de Batwoman, siguiendo las tramas de su trabajo compartido en Detective Comics, explorando el personaje de Alicia, la líder de los seguidores de la Biblia del Crimen y hermana de Kate Kane; y lo ha hecho para explorar su propia perspectiva del personaje. Y lo hace con gran acierto, la verdad. Williams mezcla tramas con gran habilidad, tenemos a Kate en varios frentes, tanto con máscara como sin ella. Mientras Batwoman tiene que investigar las desapariciones de varios niños en la comunidad hispana de Gotham y la presencia de una siniestra criatura llamada “La Llorona” (un mito propio de muchos lugares de América del Sur), Huesos y el DEO, que parecían un poco fuera de todo lo que estaba ocurriendo en el universo DC, quizá desplazados por la más llamativa Jaque Mate, han puesto sus intereses en Batwoman, que también es “pretendida” por Bruce Wayne para su “Batman Inc.”



                A unas tramas ágiles, bien narradas y con unos diálogos bien llevados, hay que sumar, por supuesto, el innegable talento y habilidad de J.H Williams III, que continúa aquí con el maravilloso estilo que ya nos había enseñado en los números de Detective Comics que contaban con Batwoman como protagonista, un estilo llamativo, original y donde la composición de página se convierte en un arma más en manos de un narrador que rompe con todos los esquemas en cada página. Además, para contrastar, Williams se hace con la ayuda de la dibujante Amy Reeder, más sobria, que se encarga de algunas de las secuencias de Kate Kane.
                En fin, que no puedo decir nada más, porque todo es bueno. Pegas cero. 

lunes, 24 de septiembre de 2012

EL PRIMER HOMBRE DE ROMA


                No sé como lo hago, pero parece que en verano, en lugar de dedicarme a lecturas más ligeritas y estivales, termino cayendo en grandes tochazos. El año pasado fue Las Guerras de Dios, sobre las Cruzadas; y este año, como pone en el título, El Primer Hombre de Roma, de Colleen McCullough. La idea era que en algún momento quiero dirigir una crónica de Vampiro ambientada en la Roma clásica, y tengo Yo, Claudio muy leído, así que… bueno, la referencia más obvia sobre novelas históricas ambientadas en Roma es esta escritora de origen australiano.



                El Primer Hombre de Roma está ambientada unos cien años antes del nacimiento de Cristo, en los años anteriores a la llegada al poder de Julio César y el Imperio. Es la gran Roma de la República, y para empezar la gigantesca historia que McCullough traza en siete libros (que suman unas cinco mil páginas, mil de las cuales van ya en el primero) decidió centrarse en dos de los grandes personajes de la historia de Roma, aunque quizá no de los más conocidos entre el público: Cayo Mario y Lucio Cornelio Sila. O al menos en los primeros años de la vida pública de estos dos, ya que el enfrentamiento entre ambos y por el que ambos pasarían a la historia, se desarrollará en el segundo libro, La Corona de Hierba. En El Primer Hombre de Roma, Colleen McCullough nos habla de Mario, Sila y su entorno.
                A través de Mario y Sila, conocemos a otros muchos personajes de la Roma de su tiempo, desde Quinto Servilio Cepio (el de verdad, no el que ahora Pepe Sancho interpreta en Imperium, y que tiene poco o nada que ver con el personaje histórico… como el resto de la serie, la verdad) a  Mario Emilio Escauro, uno de los más interesantes personajes de la novela, Cónsul, Censor, y Príncipe del Senado, además de líder de la facción más conservadora de este, junto a Cecilio Metelo Numídico, enemigo de Mario. También hacen su aparición Marco Livio Druso, Lucio Domicio Ahenobarbo, o el más importante, Cayo Julio César, abuelo del que quizá sea el hombre más conocido de la historia de Roma, su homónimo.
                Tanto Mario como Sila son grandes personajes, quizá en esta novela destaca el primero, personaje que tuvo una carrera senatorial sin precedentes en Roma, consiguiendo el consulado siete veces, dos de ellas in absentia, y seis de las cuales se explican en este libro. Y si Mario es el personaje protagonista; Sila es sin duda el más atractivo. Todo lo contrario a Mario, hombre cabal y de honor, Sila se crio en el Subura, el barrio bajo de Roma, rodeado de gente del mundo del espectáculo y conviviendo con su amante y su madrastra… Mario tuvo que hacerse un nombre, Sila lo tenía y tuvo que sobreponerse a su antigua vida para convertirse en dos de las personas más influyentes de la historia de Roma. El Primer Hombre de Roma habla de como ambos ascendieron en la política romana, a través de la llamada “Guerra de Yugurta” y luego los primeros conflictos entre Roma y los germanos, para concluir con lo que fue un conato de guerra civil, el alzamiento provocado por el demagogo Lucio Apuleyo Saturnino.
                Y lo cierto es que aunque he tardado más de un mes en leerlo (vacaciones, comics… ), no se me ha hecho pesado en ningún momento. Quizá Colleen McCullough es un poco desordenada a la hora de escribir, en el sentido en que pasa sin solución de continuidad de monólogos interiores a escenas de acción o a capítulos epistolares, pero esto más que complicar la lectura, la hace aún más amena. Hay de todo un poco, y todo está bastante bien escrito.
                En fin, voy a descansar un poco de Roma… y en breve volveré con Mario, Sila y los demás. ¡Un gran libro!

viernes, 21 de septiembre de 2012

X-MEN: LA SAGA DE LA ISLA MUIR Y EL FINAL DE LA ÉPOCA CLAREMONT.


                Tras una saga como Proyecto Exterminio, obviamente tocaba número de análisis de lo ocurrido y de introspección mutante, así como de interrelacionar a unos personajes con otros. Eso se resuelve en el 273 de X-Men, uno de esos números dibujados por varios dibujantes al alimón, con lápices de Whilce Portaccio, Klaus Janson, John Byrne, Rick Leonardi, Mark Silvestri, Michael Golden, Larry Stroman y, por supuesto, Jim Lee. Aquí podemos ver escenas como el primer encuentro entre Gambito y Lobezno, o los problemas de convivencia de los Nuevos Mutantes (cada vez más militarizados por Cable) con el resto de los equipos X. Pero obviamente no hay descanso para los mutantes, así que enseguida nos encontramos con la aparición de Lila Cheney, que llega para llevarse a la Patrulla-X. Lila, teleportadora de larga distancia y novia eventual de Bala de Cañón, había hecho varias apariciones en los números anteriores, huyendo de los Shi´ar, y finalmente, Claremont decidió que había llegado el momento de contarnos por qué.



                Más o menos, porque había otro cabo suelto pendiente: Pícara, Magneto y la situación de la Tierra Salvaje. Así, en algunos de los números más espectaculares dibujados por Jim Lee, nos encontramos con que Magneto se ha unido a SHIELD y un cuerpo internacional que, junto a Ka-Zar y Pícara, tienen que enfrentarse a Zaladane, convertida en nueva señora del magnetismo tras haber absorbido los poderes de Polaris. Zaladane ha reunido un ejército con los habitantes de la Tierra Salvaje, dirigido por sus mutados, y ha creado una serie de torres con las que hacerse con el control magnético del Planeta, y serán Magneto, Pícara y los demás (Nick Furia incluido) quienes tengan que impedirlo… mientras el resto de los X-Men y Lila Cheney se dan cuenta de que han caído, ni más ni menos, que en las manos de la Emperatriz Shi´ar… Ave de Muerte, en plena guerra con su hermana Lilandra, aliada con los Saqueadores Estelares… y por supuesto, con Xavier. Los Saqueadores ayudan a la Patrulla-X a escapar, y juntos se enfrentan a la Guardia Imperial, consiguiendo Lobezno dar caza y neutralizar a Ave de Muerte, recuperando así de un plumazo Lilandra el puesto de Majestrix Imperial, mientras que, en la Tierra Salvaje, tras ser traicionados por un general ruso cuyo hijo murió en el submarino hundido por Magneto años atrás, Magneto y Pícara, convertidos en algo más que amigos, consiguen llegar a Zaladane, a la que para horror de Pícara, Magneto mata.
                Y en la galaxia Shi´ar, las cosas no son tan fáciles y sencillas como parecen. Gambito y Júbilo (son los nuevos, hay que darles protagonismo) descubren a Xavier comportándose como un villano, y comienza un enfrentamiento que llevará a varios de los Hombres-X a tener que enfrentarse a sus compañeros, al parecer dominados por Xavier. Lila Cheney, Ave de Muerte, Banshee, Forja y Tormenta se convertirán en rebeldes, mientras Gambito permanece infiltrado en la Saqueadora Estelar, para descubrir todos que tanto el verdadero Xavier como Lobezno, Júbilo y el resto de los X-Men son prisioneros mantenidos por los Skrulls de Guerra para darles poderes y conseguir así el control del Imperio Shi´ar. El equipo de Tormenta, aliado con Ave de Muerte consigue liberar a Xavier y sus aliados, venciendo a los Skrulls, justo a tiempo para que Xavier busque en la memoria de Tormenta, encontrando rastros de la presencia del Rey Sombra, por lo que decide volver a casa, utilizando a Lila Cheney como teleportadora.




                Y lo hacen en el momento en el que el Rey Sombra ha tomado directamente el control de Coloso para conseguir de Stevie Hunter, la antigua profesora de danza de Kitty Pryde, los códigos de acceso a la parte inferior de la Escuela, donde espera poder acceder a todos los secretos de Xavier. Así comienza la que será la última saga de esta etapa del trabajo de Claremont y de la historia de los mutantes, la llamada Saga de la Isla Muir, con Chris Claremont y Fabian Nicieza a los mandos, y con lápices de los que serían los grandes abanderados de la franquicia: Jim Lee, Whilce Portaccio, Andy Kubert, el regreso de Paul Smith y un epílogo de manos de Kirk Javinsen. Durante la Saga de la Isla Muir, sabremos que el Rey Sombra es una entidad psíquica parasitaria que ha ido extendiendo el odio por el mundo, alimentándose de él y pasando de cuerpo en cuerpo, habiendo sido sólo derrotado por Xavier cuando portaba a Amahl Farouk. Bajo el control del Rey Sombra, Moira McTaggert ha reunido en la Isla Muir a varios mutantes, entre ellos Syrin, Jamie Madrox, Guido, y una recién llegada Pícara, que puede percibir la ansiedad que se extiende por la isla , como si el odio y la violencia cada vez estuvieran más arraigados. 

Mientras Xavier se dirige a la Escuela, la Patrulla-X alcanza Isla Muir, pero son derrotados allí por los peones del Rey Sombra (salvo Forja, que consigue mantenerse libre del dominio de la entidad), mientras Xavier llega a tiempo de salvar a Stevie Hunter y tener que hacer frente en persona al propio Coloso, que trata de matarle, siguiendo los impulsos demoniacos del Rey Sombra. Xavier consigue liberar a Peter, y busca el apoyo de Factor-X, que en esos momentos, acaba de volver de su viaje espacial y de dejar a Nathan Cristopher Summers en manos de los Askani para evitar que el virus tecnorgánico de Apocalipsis acabe con su vida. Mientras en Isla Muir continúan persiguiendo a Forja  (que ha diseñado un arma que elimina el control del Rey Sombra, y que ya ha liberado a Pícara y Lobezno), Xavier y Coloso recaban la ayuda de Val Cooper (entre cuyos efectivos está el anfitrión del Rey Sombra, Jacob Reisz) y Factor-X, dirigiéndose junto a ellos a la Isla Muir. Patrulla y Factor se enfrentan a lo largo y ancho de Isla Muir, mientras el Rey Sombra trata de lanzar un ataque a traición contra Xavier, pero se lo impide Val Cooper... o más bien, Mística, que lleva haciéndose pasar por Cooper desde su "muerte". Mística destruye el cascarón del Rey Sombra, mientras Factor-X y los X-Men libres descubren que el Rey Sombra controla Isla Muir a través de Legión y de Polaris, que actúa como "anclaje" de su poder. Para tratar de evitar que sus planes se desmoronen, Legión destruye buena parte de la Isla, aunque salva a los estudiantes de Xavier para poder destruirlos en su presencia. Xavier se enfrenta de nuevo al Rey Sombra en el plano astral, apoyado por Arcángel, Cíclope, Jean Grey, Tormenta y Coloso, mientras los demás comienzan a liberar a los títeres del Rey Sombra. Utilizando a Mariposa Mental, Forja consigue finalmente romper el control del Rey Sombra sobre Polaris, rompiendo el nexo de su poder, y derrotando así a la poderosa criatura, que desaparece, quedando Legión en coma, y Xavier de nuevo postrado en una silla de ruedas como consecuencia de su batalla.



Al final, en un número correspondiente a Factor-X que sirvió como epílogo de la historia, nos encontramos con el preludio de la gran restructuración que tendría lugar en la franquicia mutante alrededor de esta saga. Una nueva colección surgiría, aquí en España titulada simplemente X-Men, y lo haría de manos de Claremont y Jim Lee, mientras la Patrulla-X de siempre contaba con guiones y dibujos de Whilce Portaccio,  ayudado en los diálogos por John Byrne. Los miembros de Factor-X se integraban en los X-Men, y un nuevo Factor-X surgiría, el más divertido de la historia, de manos de Peter David y Larry Stroman, con una alineación y un concepto totalmente nuevos. Los Nuevos Mutantes habían dejado de serlo, Cable había impuesto su punto de vista militar... y Rob Liefeld su punto de vista creativo, cerrándose la colección para dar paso a una nueva, bajo el control completo de ROB!, y que tendría el título de X-Force. Pero los cambios irían mucho más lejos.

Y es que cuando Claremont presentó sus planes para la colección que llevaría junto a Jim Lee, y que incluían la muerte de Lobezno y su resurrección por obra de La Mano (sí, eso lo hemos leído hace no mucho...), el editor Bob Harras se negó a aceptarlos. Harras consideró que la auténtica estrella, el auténtico filón de la colección era el dibujante coreano Jim Lee. Claremont presentaba su dimisión de la franquicia mutante, y la editorial la aceptaba. Acababa así el control por parte del Patriarca de la que había sido probablemente la mejor y más rentable franquicia de Marvel en los años 80, y se abría el paso lo que provocaría una de las mayores crisis de la historia del cómic: la creación de los sellos independientes por parte de dibujantes que se habían convertido en megaestrellas del cómic y que decidieron que podían actuar también como guionistas. Y muchos de ellos, saldrían precisamente de la franquicia mutante: Jim Lee, Whilce Portaccio y Rob Liefeld, que junto a Todd McFarlane y Erik Larsen (procedentes del entorno de Spiderman), encabezarían el éxodo de los grandes nombres. ¿El precio? La mayor crisis creativa de la historia del cómic. ¿Las víctimas? Lectores, personajes, creativos...  ¿El resultado final? Que la mayor parte de esos nombres acabarían volviendo a las grandes compañías, manteniendo su calibre de superestrellas... Pero que cada uno volvería a estar en su sitio: los guionistas guionizando y los dibujantes, dibujando. 

Pero todo esto, es otra historia.

jueves, 20 de septiembre de 2012

X-MEN: PÍCARA, FRANKLIN Y PROYECTO EXTERMINIO


                Para la llega de Jim Lee como dibujante regular de X-Men, Chris Claremont prepararía dos historias que permitirían el lucimiento del dibujante, con tramas diseñadas a su medida, convertidas en un gran espectáculo. Su primera historia, Caballeros de Madripur, reuniría en una trama a dos tiempos ni más ni menos que al Capitán América, la Viuda Negra y Lobezno, mientras que el segundo, Pícara Renacida le permite encontrarse con la que sería uno de sus personajes fetiche: Pícara. Y es que Claremont decidió que había llegado el momento de volver a traer a Pícara, que continuaba desaparecida desde que atravesara junto a Nimrod-Molde Maestro el Portal Peligroso, antes de que lo hicieran el resto de sus compañeros condicionados por Mariposa Mental.



                Pícara regresaría repentinamente al refugio australiano de la Patrulla, para encontrarse de golpe con que había perdido sus poderes, con que Mística había muerto, con que los Cosechadores habían recuperado el control de ese recinto, y con que el Portal Peligroso la había separado de Carol Danvers, creando una nueva Miss Marvel (con su aspecto clásico). Escapando de Miss Marvel y los Cosechadores, Pícara es enviada por Pórtico a la Tierra Salvaje, mientras que Carol Danvers recae en Isla Muir, donde se encuentra en mano de unas muy cambiadas Moira MacTaggert y Amanda Sefton, que mantienen prisionera a Polaris… y donde descubrimos que el Rey Sombra ha conseguido el control de Legión, y a través de él, el de prácticamente todos los habitantes de la isla. El Rey Sombra envía a Carol Danvers a luchar contra Pícara, a la que casi derrota, pero que es salvada en última instancia por Magneto, aunque tendremos que esperar un poco más para saber qué hace el Señor del Magnetismo en la Tierra Salvaje, porque habría dos grandes historias que contar antes.


                Y es que de nuevo los Annuals de 1990 contarían una historia conjunta, uniendo las tramas de Los Cuatro Fantásticos, Los Nuevos Mutantes, Factor-X y Patrulla-X en una historia que pretendía ser un homenaje a la legendaria Días del Futuro Pasado. Se trata de Días del Futuro y del Presente, obra del matrimonio Simonson y Claremont a los guiones, y con Jackson Guice, John Bogdanove, Terry Shoemaker, Chris Wozniak y Arthur Adams a los guiones. En una trama un tanto… en fin, no demasiado espectacular, el fantasma del Franklin Richards del futuro que habíamos visto en Días del Futuro Pasado, regresaba al presente, modificando la realidad, y buscando reunirse con Fénix, su pareja de esos espeluznantes días del futuro dominado por los Centinelas. Franklin utiliza sus poderes para tratar de “corregir” la realidad, y por supuesto, eso le lleva a un enfrentamiento con los Cuatro Fantásticos, los Nuevos Mutantes (ya liderados por Cable), Factor-X y la Patrulla, siendo lo más importante de toda la trama el que en ella se produce el primer encuentro entre Jean Grey y Rachel Grey (rehuyendo la primera a la segunda) y el regreso de Tormenta (niña) a la Patrulla, acompañada de Gambito. 



                Y con ellos tendríamos el reparto completo preparado para la siguiente gran saga de los X-Men. Nuevos Mutantes, Patrulla-X y Factor-X se unirán en Proyecto Exterminio, trama desarrollada por Claremont y Louise Simonson, en la que los autores volverían a esa joya argumental que es Genosha. Los genoshanos deciden lanzar un ataque sobre suelo estadounidense para recuperar a Jenny Ransome y Philip Moreau… y para llevar a juicio a los mutantes relacionados con la Patrulla para juzgarles por crímenes contra Genosha. Así, en un momento en que Jean Grey, la Patrulla-X (Gambito, Tormenta, Banshee y Forja) y los Nuevos Mutantes de Cable se encuentran hacinados en los sótanos de la destruida mansión de Xavier, son atacados por los Magistrados Genoshanos, al frente de los cuales se encuentra Kaos, convertido en magistrado tras su paso por el Portal Peligroso. Gracias a Tormenta, los genoshanos no pueden acceder a las entrañas de la Escuela, pero Kaos y los suyos consiguen capturar a Tormenta, Loba Venenosa, Bum-Bum, Ríctor y Warlock. Por supuesto, de inmediato el resto de los mutantes se organizan para liberar a sus compañeros, mientras parece gestarse una posible guerra entre Genosha y Estados Unidos




En Proyecto Exterminio descubrimos que tras este malévolo plan se encuentra un viejo enemigo de Factor-X, el psicópata Cameron Hodge, inmortal tras su trato con el demonio N´Astirh, y que ha sido montado sobre un cuerpo robótico dotado de grandes armas. Hodge planea utilizar el proceso de mutación diseñado por el Geningeniero Moreau con los prisioneros, y además, quiere hacerse con el virus trans-mod de Warlock, lo que le convertiría en una criatura invencible. Mientras Cíclope y Cable, con el beneplácito del gobierno y Val Cooper organizan al resto de la Patrulla-X y Factor-X para adentrarse en Genosha, Warlock muere, y aunque Bum-Bum y Ríctor consiguen escapar, Tormenta y Rahne son procesadas y convertidas en esclavas mutadas. Y para completar el equipo, Mariposa Mental, Lobezno y Júbilo llegan también a la isla para liberar a los cautivos. Hodge consigue capturar a la mayor parte de los mutantes, sometiéndolos y torturándolos, pero Júbilo consigue reunirse con Rictor y Bum-Bum. Hodge se implica también en conflictos internos con el gobierno genoshano, enfrentándose en varias ocasiones al Geningeniero, lo que lleva a este a diseñar un plan contra Hodge, convirtiendo a Tormenta en la llave que permitirá devolver los poderes a los mutantes procesados. Tras conseguir devolver sus poderes a Kaos, y recuperar Tormenta su aspecto adulto, Mariposa consigue liberar a sus compañeros, y entre todos, se enfrentan a Hodge, aunque les costará la vida del Geningeniero Moreau. Arcángel, Lobezno, Jean Grey, Cíclope, Kaos, Loba Venenosa y Ríctor forman el grupo que finalmente destruye a Hodge. Loba Venenosa y Kaos decidirán quedarse en Genosha, mientras el resto de los equipos regresan a casa, tras una aventura después de la cual, nada sería lo mismo...



Al menos en teoría, ya sabéis. Realmente, Proyecto Exterminio devolvió a la Patrulla-X a la actualidad pública, acabando con la idea de que habían muerto frente al Adversario, y con el regreso de Kaos, teníamos de vuelta a todos los Hombres-X que habían atravesado el Portal Peligroso. La verdad es que recuerdo que cuando leí Proyecto Exterminio en su día me gustó bastante, aunque esta vez ha soportado bastante mal la relectura... y buena parte de la responsabilidad sea del dibujo. O sea, los capítulos de X-Men, de Jim Lee, son la ostia, evidentemente. Pero Jon Bogdanove no tiene sus mejores momentos, Liefeld no se luce exactamente... y las páginas de Guang Yap son directamente abominables.

Lo que sí es cierto es que al final de Proyecto Exterminio todo quedaba enrutado para las que serían las sagas finales de esta etapa de la Patrulla-X, y es que se acercaba la batalla contra el Rey Sombra...

miércoles, 19 de septiembre de 2012

ACE OF BASE: DA CAPO

¡¡¡Miércoles musical de nuevo!!!

Y os traigo un poquito del grupo sueco Ace of Base y de su cuarto disco, que tiene ya algunos añitos. El tema es DaCapo, y va con dedicatoria, claro. ¡Mavado, que te guste!

martes, 18 de septiembre de 2012

VENGADORES: SANCIÓN-X


                Vale, si hay un guionista que dentro de su trabajo tiene una puñetera flor en el culo, es desde luego Jeph Loeb. Es ponerle su nombre a un producto, y se vende como si fuera Coca-Cola. Y últimamente, la verdad es que Loeb está siendo autor de muchos de los mayores fiascos argumentales que están teniendo lugar en la Casa de las Ideas. Y es que es acojonante que el autor de auténticas obras maestras en DC (El Largo Halloween, Si vas a Roma, Silencio) sea en Marvel el escritor de Ultimates 3, Ultimatum y el Hulk Rojo (mantengo que cuando empezó a escribir Hulk, ni él mismo sabía quien era el Hulk Rojo).



                Y el tomo que nos ocupa hoy, Vengadores: Sanción-X sigue en esa tónica. Un guion absolutamente simplón y de andar por casa que, por arte de magia, se ha convertido en el preludio no oficial al gran acontecimiento del año, el Vengadores vs X-Men que se nos viene encima. ¿De qué va la trama? Pues resulta que Cable (que estaba muerto… pero no lo suficiente),  merced de una de esas cuestiones temporales que de vez en cuando afectan a los saltatiempos de Marvel, descubre, con la ayuda de su maestro, Blaquesmith (a quien se encuentra, pero que también estaba muerto… aunque tampoco lo suficiente) que en un momento posterior a su “muerte”, los Vengadores atacaron a la Patrulla-X y fueron culpables de la desaparición de Hope, lo que por supuesto, condenó al mundo.
                ¿Cuál es la determinación de Cable? Atacar a los Vengadores (de forma no letal, claro) para evitar que eso ocurra. Así que consigue que la Legión Letal se libere de un transporte, y aprovechando la distracción causada por los estos, hace de Mike Myers, atacando a los Vengadores uno por uno, para encerrarlos en un viejo carguero (se ve que aprendió derechos de los prisioneros con los Skrulls). Así que realmente cada uno de los cuatro números de Sanción-X cuenta el enfrentamiento entre Cable y uno de lo Vengadores: Capitán América, Iron Man, Hulk Rojo y Spiderman y Lobezno. En fin, no es que haya mucho más, pero no puedo contar más para no contar el final. Pero vamos, que no es que sea predecible, es lo siguiente.



                Por supuesto, Loeb, para contar su paja mental, cuenta con los lápices de un dibujante del calibre de Ed McGuinness (claro, si esto encima lo dibuja Khoi Pham…), que mantiene sus dibujos espectaculares, de grandes viñetas y splash page alucinantes… que supongo deberían servir para enmascarar un guion bastante deficiente.
                En fin, prescindible no. Lo siguiente.

lunes, 17 de septiembre de 2012

NUEVOS MUTANTES: CABOS SUELTOS


                De todas las colecciones que Panini está sacando en tomos, creo que Nuevos Mutantes es la que más echo de menos entre una vez y otra (junto a X-Factor, por supuesto), y es que aunque Zeb Wells no era uno de mis guionistas favoritos, es justo reconocer que se lució con su trabajo en los anteriores tomos de la serie. Y claro, esperaba con muchísimas ganas el tomo que nos ocupa hoy, en el que dos de los guionistas estrella del cómic actual, los cósmicos Dan Abnett y Andy Lanning, artífices del resurgir del lado cósmico de Marvel, y que ahora se encargan de los guiones de Nuevos Mutantes. Y lo hacen en una situación curiosa aquí en España, pues la publicación discontinua de este material por parte de Panini ha hecho que con todo el panorama mutante revolucionado por las consecuencias de Cisma, Cabos Sueltos aún habla de la época anterior, incluyendo el arco en el que los Nuevos Mutantes se las tienen que ver con Miedo Encarnado.



                Como siempre, DnA apuestan por hacer suya la colección desde el momento en que entran en la serie. Los mismos articulistas cuentan que la pareja, lo primero que hizo al llegar a la franquicia mutante, fue plantearse qué objetivo tenía la existencia de un equipo como los Nuevos Mutantes dentro de la jerarquía militarista que Cíclope mantenía en Utopía, más cuando el equipo acababa de salir de experiencias traumáticas como lo ocurrido en el Limbo durante La Caída de los Nuevos Mutantes y las obras de Legión en La Era de X. Por eso, los primero que hacen, además de poner a Moonstar al frente del equipo, es darles una razón de ser. Y es que Cíclope encarga a Dani que ella y su equipo se encarguen de los cabos sueltos que la Patrulla-X ha ido dejando, cabos sueltos que normalmente luego se han dedicado a estallarles en la cara.
                Con esta consigna, Moonstar, Cifra, Warlock, Mancha Solar y Magma (Illyana está prisionera después de lo ocurrido en La Caída de los Nuevos Mutantes, y Sam herido en la misma saga) deben asaltar su primera misión: averiguar que fue de Nate Grey, X-Man, uno de los personajes heredados de La Era de Apocalipsis (curiosamente este mismo mes, como habréis visto, se ha publicado también La Saga del Ángel Oscuro, donde la Era de Apocalipsis tiene una gran importancia) que disfrutó de serie propia durante algunos años, y al que se recuperó en la Patrulla-X Oscura de Norman Osborn. Nate había vuelto a desaparecer después de eso, así que los Nuevos Mutantes deben encontrarlo… para después, involucrarse en la saga del momento en Marvel, la lucha contra el dios nórdico del miedo, la Serpiente, ya que Miedo Encarnado llega a los Nuevos Mutantes.


                Y lo hace, como ya ocurrió con Asedio, a través de Dani Moonstar, antigua Valquiria y relación obvia entre este grupo de mutantes y Asgard. Mientras el Dios del Miedo ataca el mundo, los Nuevos Mutantes buscan la ayuda de Hela, sólo para encontrarse con que la diosa del infierno nórdico ya ha sido atacada… y con que un error en un hechizo de transporte, les lleva a un infierno que no es el adecuado, encontrándose con Mefisto.
                Como veis, el plan no es malo… y sin embargo, con DnA al frente y todo, no es el mejor tomo de los Nuevos Mutantes que he leído. Quizá porque están todavía tomándole el pulso a la colección, quizá porque los dibujantes con que cuentan no son los mejores para estas historias… El primer arco, el relacionado con X-Man, está dibujado por el argentino Leandro Fernández, al que pude conocer en la pasada edición de Expocómic en una charla que dio junto a Rodolfo Migliari, un tío bastante simpático pero que en estas páginas realiza un trabajo demasiado “acartonado” para mi gusto, y empeora con David Lafuente, que hace un Mancha Solar que me recuerda demasiado a la Bestia en su diseño como para que resulte interesante.



                En fin, no es exactamente un tomo redondo, pero estoy seguro de que DnA nos traerán muchas y agradables sorpresas en esta serie. ¡Toca esperar!

viernes, 14 de septiembre de 2012

X-FORCE: LA SAGA DEL ÁNGEL OSCURO



                En el Iconocronos ya hemos hablado en otras ocasiones de una de las colecciones estrella de la actual Marvel, Uncanny X-Force, que está llegado a España en forma de tomos de manos de Panini. Tras La Solución Apocalipsis y Nación Deathlok, Rick Remender vuelve con el grupo más radical de la franquicia mutante en un arco que dará mucho de qué hablar, La Saga del Ángel Oscuro, nombre que ya adquiere tintes épicos al recordarnos la magnífica Saga de Fénix Oscura, obra de Claremont y Byrne que marcara todo un hito de la historia del cómic.



                En sus Imposibles X-Force, Rick Remender está desarrollando toda una historia río, en la que cada episodio enlaza perfectamente con los anteriores y con los siguientes para hacer de estos tres primeros arcos argumentales prácticamente uno solo, una historia que es la de la transformación de Arcángel en el heredero de Apocalipsis tras la muerte de la que debería ser la nueva encarnación de este villano darwinista. A una trama a la que ya se habían añadido elementos ajenos en principio a la historia de este villano (como El Mundo, la creación de Grant Morrison para el Proyecto Arma-X, o Deathlok y sus avisos temporales) y profundizar más en otros (la relación entre Apocalipsis y los Celestiales), en La Saga del Ángel Oscuro nos encontramos con que la distópica alineación de X-Force (Mariposa Mental, Lobezno, Fantomex, Masacre y Deathlok) deben viajar, precisamente, a la más distópica de las realidades alternativas que han surgido de los cómics, y la más relacionada con Apocalipsis: el mundo de La Era de Apocalipsis, donde los mutantes habían prácticamente exterminado a los humanos, y la Patrulla-X existía sólo como un grupo de renegados dirigidos por Magneto tras la muerte de Xavier en manos de Legión. Este mundo decadente y (nunca mejor dicho) apocalíptico, caló hondo en los aficionados, de modo que se ha vuelto a él en diversas ocasiones y de diversos modos: una saga dibujada por Bachalo llamada “Regreso a la Era de Apocalipsis”, donde veíamos qué había pasado tras el ataque atómico de los Centinelas que ponía final a la saga, o de modo individual, a través de los Destello y Dientes de Sable de ese mundo, que formaron parte de esa curiosa serie que fueron los Exiliados.

                Ahora, como primera parte de su Saga del Ángel Oscuro, Remender lleva a su equipo al mundo de Apocalipsis en busca de una Semilla Celestial de Vida, para evitar que Arcángel se convierta en el nuevo Apocalipsis. Pero cuando llegan, se encuentran con que alguien ha ascendido, hay un nuevo Apocalipsis en esa dimensión, y tienen que enfrentarse a él ayudados por los restos de la Patrulla-X en ese mundo: Magneto y Pícara, Dientes de Sable y Chico Salvaje, el Hombre de Hielo, Fuego Solar, Gambito, Samurai de Plata, y tres personajes que afectarán especialmente a Lobezno: la hija de su contrapartida de ese mundo con Mariko Yashida (Kirika), Jean Grey y Rondador Nocturno. Y es que una de las bazas que mejor ha sabido jugar Remender ha sido la relación entre “nuestro” Lobezno con esos dos personajes, que en nuestro mundo están muertos… y que no dejan de ser personajes completamente diferentes de los que él conoce. Intensa, de verdad, cada una de sus conversaciones con Jean Grey (recordemos que en este mundo, Jean era la pareja de Logan, no de Cíclope).



                Pero la lucha contra el heredero de Apocalipsis en esa realidad alternativa no es más que el preludio de la verdadera batalla, que se desarrollará en nuestro mundo, y como una carrera contrarreloj perdida de antemano por el alma de Warren Worthington y por el destino del mundo. Y es que, con la Bestia Oscura de por medio (probablemente el mejor personaje heredado de la Era de Apocalipsis), es obvio que todo es más complicado de lo que parece, y que hay planes dentro de planes y más planes. Y el espíritu “científico” de la Bestia Oscura alcanza un clímax con la creación del concepto “Tábula Rasa”, un proyecto  que mezcla la tecnología temporal de El Mundo con la Semilla de Vida Celestial y los poderes del hijo genético de Apocalipsis, Holocausto, al que aquí llaman Genocidio y que ya pudimos conocer en La Era de Apocalipsis, ya que era uno de sus Jinetes… sólo que aquí, en un ejercicio de continuidad de Rick Remender, descubrimos quien es su madre.
                Una de las grandes bazas de X-Force es el genial uso de Rick Remender hace de los personajes del equipo, y la forma “equitativa” que tiene de repartir el protagonismo. Si Lobezno es el gran protagonista en la visita al mundo de la Era de Apocalipsis, es sobre Mariposa Mental, pareja de Warren desde hace décadas, sobre quien recae el peso de la mayor parte de la historia en la segunda parte del enfrentamiento con el Ángel Oscuro; pero en todo momento, el resto del equipo tiene también relevancia, y Fantomex y Masacre son protagonistas de muchos de los grandes momentos de la narración. Además, Remender recupera a los nuevos Jinetes que ya habíamos visto anteriormente, quizá un poco mermados al no contar esta vez con ningún Hombre-X entre ellos (lo que les deja desprovistos de ese toque de sorpresa y desesperación que trae encontrarte, como ya hemos visto, a Ángel, Lobezno, Caliban, Gambito, Polaris o Fuego Solar convertidos en Jinetes), pero aunque en general son flojitos, la verdad es que el nuevo Hambre, con su tambor, da escalofríos.



                En La Saga del Ángel Oscuro, Remender ha estado acompañado por los lápices de Mark Brooks y Scott Eaton en la parte desarrollada en la Era de Apocalipsis, y por Jerome Opeña (que ya dibujara la mayor parte de los números anteriores de la serie) en la lucha dentro de Tábula Rasa… y todos ellos cumplen atinadamente con lo que se espera de los dibujantes de una historia así. Espectacularidad y dinamismo.
                Quizá lo único negativo a reseñar sobre este tomo (que no sobre la historia) sea que, debido al formato de publicación, La Saga del Ángel Oscuro se ha publicado después de tanto en Patrulla-X como en Lobezno y los X-Men ya se hubieran analizado sus consecuencias, disminuyendo así el factor sorpresa del propio tomo, al adelantarse en esas tramas gran parte de las consecuencias finales de este magnífico arco de Rick Remender. Lo bueno… que según vimos en Punto de Arranque y su capítulo dedicado a los Exterminados, parece que el mundo de la Era de Apocalipsis va a estar muy cerca… Y eso mola.



            

jueves, 13 de septiembre de 2012

ANIMAL MAN 1

                La aparición de la línea Vértigo en DC supuso una inyección de aire para el mundo del cómic, y lo hizo en dos frentes: por un lado, creando personajes nuevos que se adaptaban a ese mundo más sombrío que nos hacían llegar las colecciones editadas bajo este sello. Por otro lado, personajes que formaban desde mucho tiempo atrás parte del colectivo de DC, se vieron cambiados, y pasaron de ser secundarios a protagonistas de historias que, en muchos casos, han marcado la historia del cómic. Ese es el caso de Buddy Baker, Animal Man. Desde su creación en manos de Dave Wood y Carmine Infantino allá por 1965, Animal Man había sido uno de esos personajes “de fondo” del Universo DC, hasta que con la aparición de Vértigo, Grant Morrison se fijó en el personaje, devolviéndole a la palestra en una de las obras más interesantes de este peculiar escocés, un cómic que imbricó a Animal Man en la sombría existencia de Vértigo en un ejercicio de compleja metaliteratura.



                Tras Morrison vinieron Peter Milligan, Tom Veitch, Jamie Delano y Jerry Prosser, donde destacó especialmente la obra del penúltimo, que ya había demostrado su habilidad a la hora de manejar personajes oscuros en una de las colecciones más importantes de Vértigo, la propia Hellblazer, protagonizada por John Constantine. Delano establecía en su etapa la relación de Buddy (que hasta ese momento había recibido sus poderes de manos de unos extraterrestres) con “El Rojo”, la manifestación de toda la vida animal en la tierra, del mismo modo que desde los tiempos de Alan Moore, La Cosa del Pantano era el avatar del Verde, la manifestación de toda vida vegetal, alteración en el trasfondo del personaje que es bastante relevante para la nueva serie que ha comenzado ahora sobre el personaje y que hoy nos ocupa. Con Prosser acabó la serie regular de Animal Man, que se vería rescatado del olvido por el equipo de guionistas de 52, entre los que se encontraba Grant Morrison, de modo que junto a Starfire y Adam Strange, Animal Man se convirtió en uno de los personajes perdidos en el espacio tras Crisis Infinita, accediendo a un nuevo plano de sus poderes al poder entrar en contacto con el llamado “campo morfogenético” del universo, lo que le permite asumir las habilidades de cualquier especie del cosmos… La estela de Buddy se apagó tras 52, pero con los hechos acontecidos en El Día Más Brillante y la incorporación de los personajes de Vértigo al universo DC tradicional, Animal Man ha sido uno de los personajes que ha conseguido colección propia en las nuevas 52.



                El resultado lo tenemos en las manos desde hace ya algunos meses gracias a ECC, que publicó los seis primeros números de esta serie en formato tomo. Los autores elegidos para sintetizar el cómic de superhéroes con el cómic Vértigo han sido un prácticamente recién llegado, el canadiense Jeff Lemire; que había hecho sus primeros contactos con DC en Adventure Comics  y algún especial de Flashpoint; y con los lápices, Travel Foreman, al que habíamos visto en el spin-off de Supreme Power, Doctor Spectrum; una de las miniseries de Ares  y algunos números de Puño de Hierro, junto a David Aja. Y el resultado es un poco… peculiar, por decirlo de alguna manera.
                El guión de Lemire es muy Vértigo, y eso, en principio, es bueno. La trama es retorcida, oscura, sombría, y la evolución de la historia algo lenta, quizá incluso redundante en algunos momentos. Buddy Baker, como representante del Rojo sobre la Tierra, se encuentra de pronto con que su hija es un avatar de la Vida, y tiene que hacer frente a una entidad que busca la destrucción tanto del Rojo como del Verde (y por lo tanto, tiene mucho que ver también con La Cosa del Pantano) llamada Podredumbre, que envía tras la pequeña de los Baker a unas criaturas bastante desagradables llamadas “Los Tres Cazadores”. Nada estridente ni revolucionario, como veis, pero que podría ser bastante entretenido de no ser por esas redundancias que os he dicho…



                Y por el dibujo de Foreman. Excesivamente plano y excesivamente feo son los dos primeros adjetivos que se me ocurren. Luego, iría confuso. Me recuerda vagamente a Peter Snejberg, ilustrador habitual de Vértigo (Los Libros de la Magia, por ejemplo), pero sin la habilidad narrativa que tenía este. Es más, el dibujo de Foreman cae tanto en los límites del feísmo pictórico que llega a ser desagradable. Y sin una trama demasiado trabajada y un dibujo de este calibre… o hay pronto cambios, o me temo que Animal Man sea una de las colecciones más breves de las Nuevas 52… A ver qué trae el futuro para Buddy.

miércoles, 12 de septiembre de 2012

ENRIQUE IGLESIAS: TAKIN´BACK MY LOVE

¡¡Segundo Miércoles Musical post-vacacional, y aquí os dejo una de las canciones que más me ha gustado de este verano!! Se trata de un tema de Enrique Iglesias y Ciara, Takin´ Back My Love, que Santi y yo escuchamos y bailamos en el Havana, en Malta. ¡¡Buenas vibraciones!!



¡¡Que lo disfrutéis!!

martes, 11 de septiembre de 2012

X-MEN: ¡¡LLEGA GAMBITO!!


                La Patrulla-X se había dispersado. Unos teóricamente muertos, otros más allá del Sitio Peligroso… y Lobezno solo, atrapado por los Cosechadores de Donald Pierce… y sólo capaz de contar con la ayuda de una jovenzuela que respondía al nombre de Júbilo, que tenía el poder e lanzar fuegos artificiales de plasma, y de los fantasmas convocados por su propia mente, recuerdos de tiempos pasados decididos a volver a formar parte de la personalidad de Logan: Nick Furia y Carol Danvers. Lobezno parecía tenerlo todo enfrente… pero gracias a Júbilo, consiguió escapar de los Cosechadores, y en un número dibujado por Rick Leonardi, juntos protagonizaron un alucinante número de persecuciones tras el cual finalmente Lobezno y Júbilo escapaban de los Cosechadores, poniendo tierra de por medio entre ellos y su antigua base australiana.


                Así nos encontramos con que la Patrulla-X ha desaparecido por completo… pero al mismo tiempo, llegan las primeras noticias del regreso de uno de los desaparecidos: nos encontramos con Tormenta, o lo que parece ser una versión infantil suya, que resulta estar siendo perseguida por alguien a quien llaman “Rey Sombra”, una especie de criatura telepática que ha tomado el cuerpo de un agente del FBI, Jacob Reisz. Y mientras tanto, Moira McTaggert, en Isla Muir, parece estar decidida a no dejar que la Patrulla-X desaparezca así como así… más aún cuando Lorna Dane, libre de la merodeadora psíquica Malicia y con nuevos poderes de fuerza y resistencia, se pone en contacto con ella, afirmando que la Patrulla-X sigue viva. Eso piensan también los Cosechadores, que traman un plan para acabar con todos los residentes de Isla Muir. Ajena a esto, Moira envía a Calisto a buscar rastros de la Patrulla-X en los restos de la Mansión, destruida por Míster Siniestro al final de Inferno, pero allí la líder de los Morlocks es emboscada y desaparece. En estos capítulos de la Patrulla, Claremont solapa más que nunca sus historias, dejando cabos sueltos que se irán atando en el futuro, enganchando una trama con otra. Así, aunque la historia principal se desarrolle con el ataque de los Cosechadores a Isla Muir, tendremos soslayada la trama de Tormenta y dejaremos pendiente a Calisto, en manos de su antiguo seguidor Máscara; y pronto nos mostrará también brevemente que Mariposa Mental está en manos de la Matsu´o Tsurayaba, uno de los líderes de la Mano…



                Los Cosechadores atacarán la Isla Muir, decididos a acabar con todos los supervivientes del ataque de los Merodeadores al Callejón en la Masacre Mutante, pero como he dicho por ahí arriba, Moira McTaggert (un poco más violenta que de costumbre, otro argumento secundario), ha reunido una nueva “Patrulla-X”. Banshee, Polaris, Amanda Sefton (la hechicera novia de Rondador e hija de Margali Szardos), la brigadier Alysande Stuart (personaje habitual de Excalibur), los ayudantes de Moira, Tom Corsi y Sharon Friedlander se enfrentan a los Cosechadores, pero entre los presentes, Legión comienza a manipular la situación, fomentando el caos. Mientras, Destino, de la Fuerza de la Libertad comienza a tener visiones sobre lo que ocurre en Isla Muir, y Forja solicita ayuda a Val Cooper la ayuda de la Fuerza de la Libertad para salvar a los habitantes de Isla Muir. De forma reticente y convencida por Destino, Mística accede, y Forja y el equipo de Mística se dirigen a Isla Muir, donde se enfrentarán a los Cosechadores, con dramáticos resultados, ya que Muro de Piedra y la propia Destino mueren, esta última en manos de Legión, y habiendo predicho su propia muerte. Y mientras, Jacob Reisz encuentra a Tormenta, que consigue escapar, aunque el Rey Sombra se hace con una nueva esclava, la doctora Lian Shen.
                Hasta ahora, los crossover que se habían desarrollado en la Casa de las Ideas habían estado o bien centrados en los mutantes, o bien habían afectado a todo el universo Marvel por igual. Sin embargo, había llegado el momento de que los Vengadores probaran suerte como epicentro de una gran saga cuyas consecuencias se expandieran por todos los rincones del Universo Marvel. Su título fue Actos de Venganza, y entre otras colecciones, estos Actos de Venganza enlazarían con la propia Patrulla-X. Actos de Venganza resultaría ser un plan conjunto de varios villanos clásicos (Magneto, vuelto al “lado oscuro” por mano de Byrne en sus West Coast Avengers, Cráneo Rojo, Kingpin, el Mago, el Mandarín y el Doctor Muerte, todos reunidos y engañados por Loki), que decidieron probar suerte atacando a los héroes dentro de un plan organizado y cambiando de enemigos habituales. Los episodios de Actos de Venganza que tendrían cabida en Patrulla-X, tendrían como protagonistas a Lobezno y Júbilo, que se tendrían que enfrentar al Mandarín, enemigo clásico de Iron Man, y a la Mano, en una lucha cuyo premio sería precisamente Mariposa Mental… aunque se trataría de una Elizabeth Bradock sumamente cambiada, en un cuerpo oriental y con habilidades ninjas, aunque mantendría intacta (y quizá más potente) su telepatía. Matsu´o Tsurayaba había pervertido la mente de Mariposa, poniéndola al servicio del Mandarín, que la convertiría en Lady Mandarín, para a través de ella hacerse con el control de las mafias chinas. Por supuesto, Betsy se sobrepondría al control mental de la Mano, y junto con Lobezno y Júbilo, derrotarían al Mandarín para huir de China a Madripur, donde Logan contaba con amigos y conocidos.
                Estos números de Actos de Venganza estarían dibujados de nuevo por Jim Lee, que volvería a cautivar a los aficionados con su estilo detallista, en una maniobra editorial en la que se quería probar durante varios números a este dibujante. Silvestri acumulaba cada vez más retrasos, y en la editorial, planeaban cambiarle a Lobezno, de modo que ya estaban buscándole un sustituto para X-Men.
                Aun así, aun faltaban meses para eso, y Silvestri volvería tras Actos de Venganza, y lo haría trayendo de la mano de nuevo una historia relacionada con Genosha. Como era de esperar, los genoshanos no se habían tomado bien la huida de Philip Moreu y de Jenny Ransome, así que su Patrulla de Enganche acudió en su búsqueda, a pesar de que eran refugiados políticos en Estados Unidos. Un hombre misterioso, amnésico y desnudo que decía llamarse Peter Nicholas evitó que Jenny y Philip pudieran ser secuestrados, mientras en una playa privada de Malibú, el guardaespaldas y mayordomo de la cantante Lyla Cheney (habitual de Nuevos Mutantes), Guido, encontraba a una mujer también amnésica pero a la que él reconocía: Dazzler. Y así, nos encontramos ya con Mariposa, Coloso y Dazzler de nuevo sobre el tablero, cada uno con historias que se desarrollarían en paralelo, al tiempo que Forja y Banshee iniciaban la búsqueda de la Patrulla-X, sufriendo un atentado a manos de Fenris del que escaparían por poco, decidiendo hacerse pasar también por muertos para el mundo, ya que el ataque revelaba la presencia de un traidor en el ámbito de Moira McTaggert.



                Mientras Dazzler hacía frente a un antiguo acosador psicópata, Silvestri se despedía de la colección en un número en el que Lobezno contrataba a un grupo de antiguos agentes de SHIELD para fingir un secuestro y comprobar como funcionaban en equipo Júbilo y Mariposa, ya que la primera no terminaba de fiarse de la segunda. Sería el fin, un poco venido a menos, de una de las más grandes etapas a nivel gráfico de X-Men, y hasta que Jim Lee se asentara como dibujante fijo, tendríamos varios números de relleno… aunque realmente importantes a nivel de argumentos. Kieron Dwyer, Mike Colins, Bill Jaaska y Whilce Portaccio (junto a Jim Lee) serían los encargados de llevar adelante las sagas que Claremont había planteado desde tempo atrás. Así, Banshee y Forja se unirían a Jean Grey y un amnésico Coloso para libertar a Calisto de Máscara y sus Morlocks, en una historia que además serviría para hablarnos más del pasado de Forja y para que el escocés y el Cheyenne pudieran verificar que, efectivamente, la Patrulla-X seguía viva. Tras escapar de los Morlocks, Coloso, Calisto, Jenny Ransome y Philip Moreau, encontrarían refugio junto a Banshee en la Nave de Factor-X, aunque sólo Jean Grey y la Bestia estarían allí con ellos, mientras Forja conocía a la detective Charlotte Jones, junto a la que tendría que hacer frente al ataque de una unidad genoshana que operaba de forma ilegal en suelo americano, unidad que llegaría a atacar la Nave de Factor-X, librándose posteriormente de cualquier castigo gracias a triquiñuelas gubernamentales. Y mientras esto ocurría en primer plano, en el segundo veíamos aparecer a un antiguo personaje del pasado de Coloso y de la Patrulla, el general ruso Alexei Vazhin, implicado al parecer en el caso del Rey Sombra, llegado para avisar a Val Cooper de lo peligroso de su posición como máxima responsable de los mutantes en EE.UU. El aviso de Vazhin llegaría un poco tarde, al estar él mismo vigilado por el Rey Sombra: Val Cooper se convertiría en una de las agentes del Rey Sombra, y se le ordenaría el asesinato de Mística, misión que cumplió con celeridad, según pudimos ver.
                Y con el Rey Sombra siguiéndole los talones, la Tormenta-niña tendría que hacer frente a los sabuesos que enviaba tras ella Jacob Reisz, con la ayuda de un personaje que tendría un gran peso en el futuro de la Patrulla-X: Gambito, el joven cajún de labia encantadora, extrema agilidad, y el poder mutante de cargar objetos de energía cinética. Gambito y Tormenta se aliarían para escapar de Lian Shen y los sabuesos del Rey Sombra, para ir a caer en manos de Nanny y Creahuérfanos, que buscaban a su “hija perdida”. Así, Claremont nos contó finalmente lo que había ocurrido con Tormenta: el cuerpo encontrado por sus compañeros era un Simulacro Dotado de Vida sobrante de SHIELD (sí, se ve que ya por aquellos tiempos abundaban), mientras Nanny había rejuvenecido a Ororo a una edad en la que fuera más manejable… inútilmente, pues la jovencita había escapado. Tras enfrentarse en Nueva Orleáns a ellos, Tormenta y Gambito se librarían por fin el acoso de estos dos peculiares personajes, estableciéndose como dos “Robin Hood” en la ciudad…
                Y preparando la llegada definitiva de Jim Lee.