No es la crónica de un mundo... es la historia de muchos.

sábado, 30 de abril de 2011

HABLEMOS DE FÚTBOL: EL ENEMIGO EN CASA.

            Hoy tocaría hablar de historia, que me queda por terminar la historia de los Cátaros, pero mis herejes preferidos tendrán que esperar un poquito, ya que hay un tema del que quiero hablar, y quiero que sea antes del Martes, o sea, antes del partido de vuelta de Semifinales de Champions League. Y claro, como podéis suponer, hoy toca hablar de fútbol en el Iconocronos.



            Si hace no muchos años alguien me hubiera dicho que iba a terminar escribiendo un post sobre fútbol en mi blog (vale, alguien que hubiera sabido que iba a hacerme con mi propio blog) me hubiera dado la risa. Y luego hubiera dicho “¡Anda ya!”. Nunca me he definido como futbolero. Barça, Madrid, Atlético… me daba todo bastante igual, no dedicaba ni un momento de mis pensamientos a ello. ¿Qué se jugaba la Liga? Pues estupendo. ¿Final de Champions? Que bien. ¿El Mundial? Por Dios, fútbol a todas horas, que pesadilla. Y era un desinterés personal, en mi casa de toda la vida, mi hermano ha sido un auténtico fanático del fútbol, y como es previsible, madridista. Pero madridista, madridista. Claro, eso quiere decir que, de crío, me he criado viendo los partidos del Real Madrid (legendarios los Real Madrid-Milan de los años Ochenta, por ejemplo). Podría decirse que a nivel futbolístico, mis recuerdos son los del Real Madrid de la Quinta del Buitre, de Hugo Sánchez, Michel, Butragueño y demás. Y sin embargo, nunca conseguí encajar demasiado bien con el “espíritu” del Real Madrid. No sé, había algo que me repelía, no puedo definirlo. Pero vamos, que era algo que me pasaba con el fútbol en general.
           
            Más adelante, en el Instituto, por tocar un poco las pelotas en el entorno, cuando me preguntaban “¿De qué equipo eres?”, yo decía “del Barça”. Y realmente, era una cuestión contracultural, por así decirlo. Vamos, por llevar la contraria. Seguía sin llamarme la atención el fútbol. Así que nada, digamos que era culé… pero tangencialmente, así como de rebote.

            Todo cambió no hace mucho. Todo empezó en el Mundial de 2006. El azar quiso que en varias ocasiones no echaran nada interesante en la tele, y terminara viendo los partidos que echaban en ese momento. No recuerdo muy bien cuales, sí que me llamó especialmente la atención uno de Suecia, que se me hizo muy entretenido. Pero el remate vino con la Eurocopa de 2008. Por aquello de ir con los amigos a ver los partidos, el ver como España iba avanzando pasos, se me abrió un mundo nuevo, un mundo en el que conseguí entender por fin por qué la gente enloquecía por esos colores, por lo que ocurría en 90 minutos en un campo de césped y por la idea de pegarle patadas a un balón y meterlo entre tres palos. Entendí la pasión por el fútbol, y por primera vez, la compartí. Y hubo algo que me fascinó en esa Eurocopa. Bueno, más que algo, alguien, dos nombres propios: Xavi Hernández y Carles Puyol. Dos jugadores como la copa de un pino que, mira por donde, jugaban en el Barça al que yo me había acercado de forma parcial años atrás. Podría haber dicho lo lógico, que supongo que hubiera sido “Ah, pues ahora me gusta el fútbol, habrá que apoyar al Madrid, que para algo vivo donde vivo…”, pero el rechinar que me producía el Real Madrid no había menguado con los años (al contrario, cada vez me daba más dentera), y… qué coño, empecé a ver el fútbol del Barça. Así que, una vez sintiendo finalmente la pasión del fútbol, descubrí que realmente eran el azul y el rojo los colores que me encendían. De pronto, me vi a mi mismo diciendo, desde el fondo del corazón, y encima con la fe del converso, “Soy del Barça”.

            ¿Por qué toda esta historia? Porque no hace mucho que he empezado a ver partidos, porque no hace mucho que tengo experiencia “futbolera”, porque no hace mucho siquiera que he empezado a entender reglamentos o a conocer jugadores. Vamos, porque aún me considero neonato en todo esto, y sin embargo, voy a tener el atrevimiento de abrir la Caja de los Truenos, y hablar de fútbol en mi blog. Porque como se suele decir, tengo que compensar la experiencia con entusiasmo. Y porque aunque efectivamente, no he vivido mucho este tipo de situaciones… hay algo que sí que tengo, que es una gran capacidad de investigación histórica… y la perspectiva del tiempo.

            Aunque he dicho antes que, por algún motivo indefinible, el Real Madrid siempre me ha dado dentera, no puedo evitar tenerles un gran respeto. No como institución, sino como equipo, como uno de los más grandes equipos  de futbol de la historia. Sí, ya no están Michel o Laudrup, los jugadores de cuando yo era un mico, pero continúa  teniendo un panteón de grandes jugadores (los galácticos, las  Estrellas de la Vía Merengue) que han demostrado su grandeza  en decenas de ocasiones. Hablo, por supuesto, de Íker  y de Xabi Alonso, además por supuesto, de los llegados a golpe de talonario, sean más o menos útiles para el equipo, desde el ídolo de masas, Cristiano Ronaldo a DiMaría, pasando por Kaká o Benzemá. Por eso me da tanta pena ver al equipo blanco en manos de… bueno, de Mourinho. Y me apena mucho ver en lo que el portugués está convirtiendo la Casa Blanca. Por suerte, el partido del otro día, el tercero de cuatro, ha servido  para que muchos se den cuenta del peligro que tiene este señor (ante todo, respeto) en el vestuario del Real Madrid. Lo he oído de boca de madridistas en el gimnasio, en el curro… y me alegro, porque quiero que cuando el Barça se enfrente al Madrid, haya épica. Quiero  que sus partidos sean leyenda. No quiero vivir la vergüenza ajena de ver lo que Mourinho está haciendo con el equipo de las estrellas, quiero sentir el miedo de tener enfrente a un equipo capaz de encarar al Barça. Porque dos rivales solo crecen cuando existe verdadera igualdad de condiciones entre uno y otro, porque no quiero vivir en el futbol un  futuro que me recuerde a los años 90, en los que Marvel superó de tal forma a  DC que la calidad dejó de importar. Para  que haya  héroes, tiene que haber antagonistas a la altura. 



            Y el mejor ejemplo, es el partido del otro día. Ante un Real Madrid cuyo planteamiento de juego era el del Villaconejos (con todo  mi respeto al Villaconejos) convirtió al Barça en algo apenas superior  al Tomelloso (de nuevo, todo mi respeto al Tomelloso). No  es digno del Real Madrid jugar al pelotazo. No es digno del  Real Madrid jugar a dejar la pelota en manos de su rival esperando que cometa un error, con más de la mitad del equipo colgando de la portería como murciélagos. No es digno de sus jugadores verse obligados a eso, la pataleta de Ronaldo,  rodeado de jugadores del Barça  y viendo que nadie le apoyaba en ataque, es un ejemplo de ello. Y que en un equipo donde  jugadores GRANDES como Xabi Alonso y Ozil desaparezcan prácticamente del  campo, absorbidos por un planteamiento de juego que se les queda pequeño, no me parece digno. Y me da una inmensa rabia que expulsasen a Pepe el otro día, porque es la excusa perfecta para justificar la derrota,  sin una pizca de autoanálisis. La culpa es de otro, perfecto.

            He oído de todo sobre la tarjeta de Pepe, sobre lo justa o injusta que es. Pero es el problema de convertir  a Pepe (qué no se nos olvide en ningún momento quién es Pepe, por favor) en el emblema del sistema de juego de Mourinho. Pepe (al igual que Dani Alves, ojo), es un jugador que se mueve en el filo de la navaja, que juega con fuego continuamente, bordeando el límite de lo legal y no ilegal. Y cuando juegas así, corres el riesgo de quemarte. El reglamento indica que provocar juego brusco grave es motivo de expulsión, y la entrada de Pepe, con los tacos por delante es juego brusco y grave (vamos, si le engancha bien la pierna a Alves le parte la tibia). Pero aunque solo hubiera sido Amarilla, el Madrid de Mourinho podría haberse quedado aún con menos gente. Mano de Sergio Ramos (amarilla)  + la falta que le hizo a Messi y por la que vio tarjeta= Roja. El pisotón de Marcelo a Pedrito, que los señores de TeleEspe en un alarde de su consabida imparcialidad (no solo futbolística) se empeñaron en negar, otra tarjeta. Adebayor dio sendos manotazos en la cara  a Puyol y a Busquets. Si se hubieran traducido en tarjetas, otro fuera. Y bueno, Arbeloa en la banda con instrucción, parece ser, de golpear todo lo posible a quien se le acercara. Este video lo  dejo por  si alguno ha olvidado como las gasta Pepe.



            La respuesta a esto  es “teatro”. Y que Guardiola utilizó un vídeo con previas agresiones del Madrid, no vistas por el árbitro pero sí captadas por las cámaras. Y las hay: agarrones, patadas, codazos… Como las habrá del otro lado, por supuesto. Pues aquí, lo siento mucho. Si es lícito salir a dar golpes, es lícito salir a fingir que los has recibido. Si no hay golpes, no hay teatro. Crudo y simple. Y no me vale (a mi, es una opinión personal) lo de “el fútbol es un deporte de contacto”, o las declaraciones vergonzosas de Adebayor hablando de que “el fútbol es un deporte de hombres”. Pisar  a un  señor que está en el suelo o ir a partirle la tibia a otro, no es  ni de contacto ni de hombres, al menos no de hombres civilizados. Es agresivo. Y cuando hay agresiones, hay tarjetas. ¿Y por qué hay agresiones? Porque el planteamiento de cerrojo y cesión del balón lo favorece. Cuando el otro tiene continuamente la pelota y se te acerca, vale todo para pararle. Y quizá Arbeloa, Pepe y Adebayor se sientan cómodos con este juego, pero es obvio que el resto  del equipo… como poco, a gusto no están.

            Pero en fin, los resultados son los resultados (ey, al igual que vale para la Final de Copa del Rey y “sí, el Barça estuvo muy bien en la segunda  parte pero el partido lo gana  el  que  marca” vale para este partido también ), y en esta ocasión los goles (dos  goles  como  dos soles,  indiscutibles) de Messi hicieron que ganara el Barça. ¿Qué la expulsión de Pepe lo hizo más fácil? Sí.  ¿Qué  si no hubieran echado a Pepe el Barça no hubiera ganado? Pues no lo sé, no tengo el poder de ver dimensiones alternativas. Pero me pregunto otra cosa. Si no hubieran echado a Pepe,  ¿hubiera  ganado el Madrid? Errr… sigo sin ver dimensiones alternativas, pero no es lo que el Madrid parecía buscar. Y también es triste que todo un Real Madrid considere que un empate a 0 en casa es un resultado deseable.

            El partido acaba… y empieza la rave. Un festival de declaraciones preparadas obviamente por Mourinho desde mucho antes de entrar en la rueda de prensa,  el tío se había aprendido los árbitros que habían pitado al Barça en los últimos  años. Ataca al Barça (bien, vale). A Villar (bueno, vale). ¿A Unicef? ¡Tío, de qué vas! Por supuesto, el árbitro con el apellido más friki del mundo, Wolfgang Stark es el Anticristo, y el Barça solo gana por las ayudas arbitrales (claro, tener a jugadores de la categoría de Piqué, Puyol, Xavi Hernández, Villa, Messi, Iniesta… no cuenta) y se le olvida su propia trayectoria, esa Champions ganada por el Porto que le implicó  en un caso de corrupción futbolística con el curioso nombre de “Silbato de oro” por ayudas arbitrales.  O más cerca, con el Milan y el Barça y el más que cuestionable arbitraje de su amigo Benquerença (ey, tiene un apellido precioso, muy eufónico). Pero ese no cuenta, que barría para casa. En fin, la memoria humana es muy corta y  algunas personas carecen de capacidad de autocrítica. Pero las declaraciones de Mourinho estuvieron por completo fuera de lugar, hasta el punto de que la UEFA decidió actuar de oficio. 
            ¿Qué una vez que  la UEFA había actuado así el Barça podría haberse ahorrado su denuncia privada porque es echar más leña a un fuego en el que el único que se siente cómodo es la persona que lo ha generado? Sí.  Eso sí, que el Real Madrid denuncie al  Barça como respuesta… Alguien no se ha  dado cuenta de que el partido ha acabado,  y  siguen jugando a la contra. En fin, en los  próximos días (6 de Mayo si no me equivoco) la UEFA se pronunciará, y con un poco de suerte, se pondrá algo de cordura en este asunto. Pero dará un poco igual, porque  el día 3 es el partido de vuelta en Camp Barça y los ánimos  van  a  estar caldeados en extremo;  y en estas ocasiones, quien pierde, es el fútbol. 

            En fin, solo espero que antes de  que sea  demasiado tarde, alguien de la Casa  Blanca se de cuenta de tienen al enemigo en casa. Y espero que sea antes de que el  Real Madrid pase de ser un equipo histórico a un equipo histérico.                   

viernes, 29 de abril de 2011

ENIGMA: LE ROI EST MORT, VIVE LE ROI!

El tercero de los discos de Enigma es, al igual que el segundo, una continuación de un viaje. Pero aquí, llegamos más allá. En el tercer disco de Enigma, llegamos más allá de nuestro propio planeta, abandonamos la propia Tierra y viajamos a otros mundos, aunque manteniéndose fieles al estilo que Michel Cretú impone en los dos trabajos anteriores del proyecto. Y el propio título del disco nos avisa de lo que vamos a encontrar. Le Roi est Mort, Vive le Roi! , una frase asociada a la monarquía francesa y que deja claro el ciclo evolutivo del cambio y la permanencia.
            Avanzamos:

Le Roi est Mort, Vive le Roi!

            Escuchamos el sonido de una sonda que se aleja en el espacio, mientras los acordes que marcan la historia de Enigma y que sonaron en el primer y el segundo disco se dejan oír, mientras la voz grabada de la sonda sirve de fondo y de preludio a una voz femenina que nos habla del cambio y la permanencia. Las cosas están cambiando, y pero nada cambia, y aún así hay cambios. El Rey ha Muerto, Viva el Rey. Enigma cambia en sus planteamientos… pero sigue manteniendo sus principios.

Morphing Thru Time

            Y como las cosas cambian, y al cambiar vuelven a ser como eran al principio, Enigma recupera en este tema los cantos gregorianos que ya le habían servido de base en su primer disco, y que abren el camino a uno de los temas más densos musicalmente de la carrera de Enigma, en el que es el propio Michel Cretu quien, con su canción, desgrana aún más la temática del disco. Somos viajeros, pero no sólo nos movemos en el espacio, sino también en el tiempo, mientras cambiamos, evolucionamos hacia el futuro, hacia lo que nos espera, hacia nuestro destino. El uso de coros que aparecen y de desvanecen le da a este tema un aire casi épico, mientras que la letra y la voz de Cretu aportan la mística, generando así un todo equilibrado mientras nos conducen hacia el tercer tema.

The Third of Its Kind.

            Un tema muy breve, el Tercer tema del Tercer Disco. Y como si fuera algo mágico, casi numerológico, Enigma nos habla de la Trinidad. El Primero fue el Padre, el Segundo, la Madre. El Tercero, el niño. El hijo de ambos, de MCMXC y de Cross of Changes, sus dos primeros discos. Ya hemos visto las influencias del padre en los cantos gregorianos del tema anterior… los tonos exóticos de “la madre” nos esperan en el siguiente…

Beyond the Invisible.

            Uno de los temas fetiche de Enigma, sirvió de primer single a este disco. Además de ahondar en el pasado, en Beyond the Invisible vemos también un avance del futuro, ya que en su primera frase, la voz femenina de Enigma, Sandra, nos habla de cómo se contempla en un espejo, y de cómo quiere llegar más allá de él. El cuarto disco de Enigma, The Screen Behind the Mirror, profundiza en este aspecto, pero Beyond the Invisible aún tiene mucho que dar. Utilizando como fondo y estribillo un canto letón, Michel Cretu actúa de nuevo como la voz principal de una canción que habla de lo escondido, y de lo que podemos ver más allá de los que se esconde. Y como nos avisaban en el tema anterior, del padre y de la madre nace el hijo, así que aquí tenemos de vuelta el canto gregoriano, en uno de los fragmentos más hermosos y conseguidos de toda la discografía de Enigma. Un tema mágico, en el que descubrimos lo que hay más allá, ya no de lo visible, sino de lo invisible.

Why!

            Y llega el momento de la rebeldía, de que el niño muestre sus propias ideas, sus propias tendencias. Y lo hace a través de la voz de Cretú, que efectúa una de esas preguntas típicas que asociamos a la infancia y a la adolescencia. ¿Por qué? A través de un tema prácticamente pop. Sin embargo, como muchas veces ocurre, la pregunta de Cretú queda sin respuesta. ¿No hay nadie ahí fuera? ¿Nadie nos responde? ¿O es que quizá, en nuestro viaje a través del tiempo, es demasiado tarde para preguntar? Una de las canciones más desgarradoras de Enigma, una canción que nos engancha y nos hace convertirnos de nuevo en niños, recordar que estamos solos, y que nuestras dudas y preguntas se pierden muchas veces en el vacío.

Shadows in Silence.

            Tras el éxtasis paroxístico de Why!, este tema, prácticamente instrumental, nos trae el reposo. Las Sombras en el Silencio nos envuelven, nos dan la paz que Cretú nos quitó al hacernos conscientes de nuestra soledad en la inmensidad del Cosmos, del vacío que hay a nuestro alrededor. Las Sombras lo llenan, nos acarician, se acompasan a nosotros, nos permiten reposar y continuar el viaje, más allá. Las estrellas nos llaman, el tiempo sigue avanzando… y nosotros con él.

The Child in Us.

            El Niño dentro de Nosotros. El niño que nos acompaña en cada paso del viaje que estamos haciendo, es el protagonista de este tema, una nueva fusión de las raíces anteriores de Enigma, y de la rebelión interior que plantea el Hijo. Arrancamos con el exotismo de un canto en sánscrito que nos conduce al canto gregoriano, y de ahí, de nuevo a la voz de Cretú. La fusión completa entre los tres discos, las cosas cambian, pero se mantienen. El propio canto en latín nos habla de nacimiento, el canto en sánscrito de la felicidad que ha de llegar. Y Cretú habla del niño que ha de llegar, todo tiene un carácter casi profético. Pero ese, es el Niño que está ya dentro de nosotros, aunque no seamos conscientes de ello.

T.N.T for the Brain.

            Pero no es sólo un niño lo que hay en nuestro interior. No todo es paz, no todo es luz. Y Sandra se convierte en la tentadora de nuevo, en la voz que nos lleva al rincón oscuro, al peligro, en una de las canciones más sensuales de Enigma, en la que el otro, el ajeno, se convierte en dinamita para la mente. La pasión, la lujuria, forman parte de nosotros, como lo hace ese niño que nos acompaña en el viaje en el tiempo, hacia el futuro, y como él, han estado con nosotros desde el origen. Están en nuestras raíces, y quizá por eso, este es uno de los temas de Enigma que más eco parece encontrar en nuestro interior, a un nivel primario, casi inconsciente. Sabemos lo que es perder el control, sabemos lo que es que nuestras neuronas estallen ante un roce, ante un olor, ante una caricia. Todo deja de importar, la mente explota. Pero no hay que tener miedo, todo forma parte de un juego. Todos conocemos las reglas. ¿No?

Almost Full Moon.

            Y después de que nuestro cerebro haya prácticamente estallado, después de la explosión de sensualidad, después del clímax, llega el descenso, la calma. Y lo hacemos bajo una luna casi llena, con un sonido que evoca lugares místicos, mágicos, cuajados de estrellas, el inmenso bosque en el que resuenan los cantos primigenios de Beyond the Invisible, quizá. Es el momento de reposar, el momento de tomar aliento. El momento de que el Niño y la Pasión descansen, el momento de esperar. El momento de deleitarse en el propio momento.

The Roundabout.

            Volvemos a hablar del movimiento en este tiovivo simbólico, un círculo de eterno giro. Sonidos tribales, raciales, llegan desde un mundo primigenio mientras Cretú nos explica que la vida es una infinidad de vueltas, un carrusel en el que cada giro trae un nuevo cambio, una nueva fase, e incluso el último giro, la muerte, no es más que otro cambio… Eso sí, el cambio definitivo, el que nos enseña a vivir. Y mientras, la voz primigenia procedente del interior de nuestra memoria racial, no deja de cantar para nosotros, siendo nuestra brújula en el camino.

Prism of Life.

            Sandra vuelve a nosotros para traernos un nuevo giro de este carrusel que es el viaje que hemos iniciado. Los cantos tribales, la voz de Cretú y las voces gregorianas (Santo, Santo es el Señor, Dios del Universo, Llenos están el Cielo y la Tierra de Tu Gloria) se mezclan de nuevo en diferentes giros para hablarnos de luz, de la Luz que nos mueve, que nos empuja y nos espera en cada uno de los giros de nuestro camino.

Odyssey of the Mind

            Y los luminosos ecos de Prism of Life aún se están extinguiendo en el horizonte cuando vuelve otro de los recursos de Enigma, las voces en reverso, y volvemos a escuchar, aunque esta vez al revés, las palabras que abrían el disco. Las cosas están cambiando, pero nada cambia. Y aún así, hay cambios. El Rey ha Muerto, Viva el Rey. La sonda espacial vuelve, se aleja, se desvanece… pero no desaparece, sólo nos prepara para lo que está por venir. Porque este disco, no es más que un nuevo giro del carrusel, y tras él, vendrá otro en el que continuaremos el viaje…

jueves, 28 de abril de 2011

HOWARD PHILIPS LOVECRAFT

El 20 de Agosto de 1890 nacía en la ciudad de Providence, capital del pequeño estado de Rhode Island (Nueva Inglaterra, EE.UU), un niño al que llamarían Howard Philips Lovecraft, y que pasaría a la historia como H.P Lovecraft, uno de los revolucionarios de la literatura universal.
            Su padre fue afectado cuando el niño tenía sólo tres años por una serie de trastornos neurológicos, que terminarían con su muerte en 1898 en el Butler Hospital de Providence, afectado de neurosífilis. Esto hizo que la educación del pequeño Howard recayera por completo en su madre, Sarah Susan Philips Lovecraft, y sus tías, Lillian Delora Philips y Annie Emelie Philips, así como de su abuelo materno, Whipple van Buren Philips, un importante empresario capaz de rastrear su linaje prácticamente hasta la primera llegada de colonos a Nueva Inglaterra en el legendario Mayflower. Quizá fuera el ambiente algo enrarecido de la casa en la que se educó, con dos tías solteronas que, según cuentan algunos biógrafos tenían la costumbre de vestir al pequeño Howard como una niña (en sustitución de la niña que les hubiera gustado tener), o quizá simplemente el niño tenía una naturaleza particular, pero es cierto que Howard siempre fue un poco especial.
            Le gustaba estar solo, y buscaba lugares insólitos para ello, pequeñas cuevas, arboledas o incluso rincones de la mansión familiar. Construía extraños altares a dioses paganos, y mientras otros niños jugaban al aire libre o practicaban deportes, Howard se perdía en la inmensa biblioteca de su abuelo, descubriendo grandes joyas de la literatura, y pese a que sus problemas de salud le impidieron asistir al colegio hasta los ocho años (y realmente sólo estuvo un año, tuvo que retirarse de nuevo por problemas de salud), demostró ser inteligente y autodidacta, ya que comenzó a leer a los tres años, y a los seis o siete ya escribía pequeños cuentos. Quedó fascinado por la astronomía y las novelas de misterio, e incluso se esforzó para volver a la educación pública más adelante, para tratar de convertirse oficialmente en astrónomo, pero la muerte de su abuelo en 1904, el desastroso estado económico de la familia tras esta, y una crisis nerviosa sufrida por el propio Howard, impidieron que pudiera diplomarse, por lo que fue rechazado en la Universidad de Brown, algo que le marcaría durante el resto de sus días.
            Howard se convirtió en prácticamente un ermitaño, compartiendo su vida solamente con su madre, pero esta moriría en 1921, según unos a causa de una enfermedad derivada de la sífilis que ya había acabado con su padre; según otros a causa de unas dificultades postoperatorias. Eso hizo que Howard se volcara en su vocación de escritor, y en 1923 se publicó en la revista Weird Tales el primero de sus relator profesionales, que daría inicio a lo que terminaría conociéndose como Los Mitos de Cthulhu. Y su primera historia, sería Dagón. Otros escritores de la época quedaron fascinados por la prosa de Lovecraft, entre ellos, Robert Bloch, August Derleth, Clark Ashton Smith, Frank Belknap Long o el creador de Conan, Robert E. Howard. Estos escritores intercambiarían numerosas y extensas cartas, formando uno de los círculos de escritores más influyentes de la literatura contemporánea.
            Trabajando la mayor parte de su tiempo como corrector de los textos de otros, y dedicándose cuando podía a su carrera de escritor, Howard se casó en 1924 con Sonia Greene, descendiente de ucranianos, y con la que se mudaría a Red Hook, en Brooklyn. Los problemas financieros les acuciarían prácticamente desde el principio, y ella tendría que trasladarse a Cleveland, mientras Howard continuaba en Red Hook, aunque comenzó a odiar cada vez más la vida neoyorquina, que realmente, le quedaba grande. Aquel mundo de inmigrantes irritaba su conciencia anglosajona y profundamente racista, y finalmente, en 1926, tras sólo dos años de matrimonio, se divorciaron de forma amigable por incompatibilidad de caracteres y problemas económicos.
            Tras el fracaso de su relación y su vida independiente en Nueva York, volvió a Providence, junto a sus tías, y pese a la angustia en que se veía sumido, o quizá gracias a ella, esta fue su época más productiva y genial como escritor, donde escribió el legendario La Llamada de Cthulhu y sus dos únicas novelas largas: En las Montañas de la Locura y la inmensa y terrorífica El Caso de Charles Dexter Ward. Durante estos años, además, continuó su relación postal con el resto de los escritores que formaban su círculo, y que fueron realizando sus propias aportaciones al mundo de Cthulhu, en el que especialmente se centraría August Derleth, aunque quizá el relato más interesante de este género no escrito por Lovecraft pertenecería a Frank Belknap Long, Los Perros de Tíndalos.
            Sin embargo, su salud no mejoró, y su estado moral, tampoco lo hizo. El suicidio de su amigo Robert E. Howard le traumatizó profundamente, y cada vez tenía más manías y más achaques. Finalmente, moriría en 1937, con sólo cuarenta y siete años, víctima de un cáncer de intestino, y sería enterrado en el cementerio de Providence, cuyas instalaciones, aún hoy, son visitadas por sus fervientes seguidores, que le alzarían una lápida algunos años después, ya que él fue enterrado con su abuelo, sin constar su nombre en ningún sitio. En esta lápida, sus seguidores inscribieron las palabras “Yo soy Providence”, con las que firmaba sus cuentos, y cada cierto tiempo (y como era de prever), alguien escribe en su lápida las palabras más famosas del escritor.

Que no está muerto lo que puede yacer eternamente,
Y si vienen extraños tiempos, aún la muerte puede morir.

miércoles, 27 de abril de 2011

NO ME VENGAS CON HISTORIAS

Chicos, hoy, un poco de publicidad adicional. En el blog "No me vengas con historias" se ha convocado un concurso de microrrelato, el Segundo Concurso de Microrrelato No me Vengas con Historias. Pasaos por allí, echad un ojo, y seguro que os encontráis cosas interesantes... ¡e igual alguno incluso se anima a participar!

Aquí os dejo el enlace:

NO ME VENGAS CON HISTORIAS

LINKIN PARK: FROM THE INSIDE

Hace unos días, por algún motivo que no tengo muy claro, me acordé de este vídeo, en el que aparece la iglesia de la Virgen de Loreto de Praga. Estuve buceando un poco entre los vídeos de Linkin Park hasta que lo encontré, y nada, he pensado que, ya que había hecho el esfuerzo para localizarlo, podía convertirse en el vídeo de los Miércoles Musicales del Iconocronos.

Así que, aquí lo tenéis. ¡Que os guste!


martes, 26 de abril de 2011

LA BIBLIOTECA DE LOS MUERTOS

Como comenté en alguno de los últimos posts, iba a hacer una pausa en mis lecturas sobre Geralt de Rivia para leer algo diferente antes de volver a las aventuras del Brujo de pelo blanco. Y el elegido fue La Biblioteca de los Muertos, de Glenn Cooper (bueno, una traducción “libre” que ha hecho Grijalbo, el título original en inglés es The Secret of the Seventh Son). Para qué me meteré yo en según que berenjenales… En fin, vayamos al análisis:

            La premisa de la que parte el libro es, desde luego, bastante interesante: en la isla de Wight, bajo la protección del Monasterio de Vectis, el día de 7 de Julio del 777 (07/07/777) nace, bajo siniestros presagios el séptimo hijo de un séptimo hijo. Y los augurios se cumplen cuando este muchacho (de nombre Octavus, manda huevos), comienza a escribir una lista de nombres y fechas, con dos simples anotaciones: Mors (Muerto) o Natus (Nacido). La historia prosigue, y así…

            En nuestros días se desarrolla en Nueva York la historia de lo que parece ser un asesino en serie. Las víctimas reciben una tarjeta postal blanca con un ataúd dibujado y la fecha de su muerte. El FBI comienza a investigar el caso, que recibe el nombre de “El Caso del Asesino del Juicio Final”, y aquí aparece nuestro protagonista, Will Piper, el clásico investigador duro y a punto de jubilarse, al que asocian con Nancy Lipinski (se ve que Cooper era fan de Expediente-X porque Nancy es igualita, pero igualita a Scully).

            A partir de aquí, la historia, que a priori podría dar mucho de sí, se pierde en el absurdo y la previsibilidad, reduciendo la trama a un vaivén de acontecimientos supuestamente inconexos y que deberían aportar pistas y guiar al lector… pero que son tan obvios que lo hacen es permitir que, antes de las primeras cien hojas, seas capaz de prever lo que va a ocurrir, e incluso plantearte media docena de finales mejores que el que tiene el libro.

            Y es que Cooper reduce lo que podría ser una historia épica y misteriosa y lo convierte en un cajón de sastre en el que todo cabe: asesino en serie, misterios históricos (por cierto, hay uno que queda sin resolver), sectas medievales (la Hermandad de los Nombres… anda que…), el Área 51 (sí, sí, no es coña, el Área 51), asesinatos gubernamentales, conspiraciones… Y ninguno de los temas está bien llevado. Los personajes son auténticos clichés, las tramas no tienen profundidad… y hay dos errores históricos que el autor, con un poco de investigación (o mirando la Wikipedia, tampoco es cuestión de pedirle que investigue en los Archivos Secretos del Vaticano) hubiera evitado: no puede haber un franciscano en Inglaterra quinientos años antes del nacimiento de San Francisco de Asís, y no puede haber un Juan de Madrid, cuando Madrid no era más que campo… vamos, que no era ni siquiera la Magerit musulmana. Que sí, que no son como para arrojar al escritor al fuego, supongo que la mayoría de la gente que lea el libro ni reparará en ellos, pero para mí, no deja de ser una muestra del poco cuidado que han puesto el propio autor, sus correctores, editores, revisores y demás.

            En fin, un libro olvidable que es mejor ignorar. ¡Pasemos al siguiente!

lunes, 25 de abril de 2011

BAJA LA MAREA

            Corre el año 1413, y Europa se ve sometida a grandes disturbios. La Revuelta Anarquista levanta a Chiquillos contra Sires de Oeste a Este, la Inquisición parece acechar a cada uno de los Cainitas allá donde se encuentren. Los Lasombra se alzaron contra su propio creador, y ayudados por los Assamitas, asaltaron su refugio en Sicilia, cometiendo Amaranto sobre el mismísimo Lasombra. Y en medio de todo este caos, dos viejos aliados de los personajes, Lucita y Anatole, buscan refugio en el dominio de Raquel bar-Seraph, el pequeño poblado de Alceditz, prácticamente a los pies de Ceoris, la fortaleza de los Tremere. Allí acudieron también sus compañeros, Pier Francesco Orsini, Mihail Pahlevitch y Antoine Henri, para reunirse con sus viejos aliados e intercambiar noticias. Allí, el Malkavian Anatole volvió a incidir en el peso que el destino tenía sobre los personajes, y en que pronto tendrían que tomar decisiones importantes.
            Lucita y Anatole abandonarían Alceditz, pero los personajes permanecerían allí un tiempo, pues recibirían un mensaje de sus Sires, indicándoles que planeaban reunirse allí con ellos. Para su sorpresa, sus respectivos Sires, movidos por las intrigas de la Revuelta Anarquista, llegaban para exigirles, de una forma o de otra, renovar sus vínculos de sangre. Sólo Raquel bar-Seraph accedió, pero Antoine, Mihail y Pier Francesco aceptaron en cambio cumplir una misión para sus Sires, misión que el Sire de Raquel también le propondría para demostrar su lealtad.
            Siguiendo las instrucciones de sus creadores, los vampiros viajaron a la ciudad de Medias, donde debían ponerse al servicio de la Príncipe Nova Arpad, una Ventrue que representaba los intereses de los Ventrue Orientales en el Siebenburgen, y probablemente la más poderosa de los Príncipes de Transilvania. Según Nova les contó, una tribu de gitanos, los Torenu, habían pasado algún tiempo antes por Medias, y habían conseguido llevarse varias joyas de la mansión de la Ventrue: un pectoral de oro, unos brazaletes, unos pendientes… El encargo de Nova Arpad era que recuperaran las joyas.
            Sintiéndose insultados y manipulados por el uso que los antiguos hacían de ellos, los personajes no tuvieron más remedio que aceptar, y se dirigieron hacia Brasov, donde los Torenu habían acampado. No tuvieron problemas en encontrar el campamento gitano, y mientras Mihail utilizaba su Vicisitud para asemejarse a los gitanos y mezclarse con ellos, Pier Francesco, Antoine y Raquel fueron recibidos por la que parecía la líder de la tribu, Delizbieta Torenu, que les condujo a su carromato. Los personajes se dieron cuenta de que debajo de los chales, Delizbieta llevaba un pesado pectoral de oro, quizá el de Nova Arpad. En el carromato, la Ravnos les realizó una lectura de cartas del tarot, coincidiendo con Anatole en que el destino tenía un gran peso sobre ellos, y que se acercaba el tiempo de las decisiones. Mientras, fuera, Mihail utilizaba sus habilidades para convocar a algunas docenas de ratones de campo que explorasen el campamento en busca de las joyas… pero fueron interrumpidos por la llegada de un grupo de veinte guerreros encabezados por un inquisidor, dispuestos a acabar con los gitanos.
            Delizbieta les pidió ayuda, y aunque gran parte del campamento fue destruido por el fuego, y Mihail y Antoine resultaron gravemente heridos, consiguieron acabar con el Inquisidor y sus hombres, salvando así a la mayor parte de los gitanos. Delizbieta les entregó el pectoral (donde aparecían unos grabados semejantes a los de las tablillas que habían encontrado tantos siglos atrás en la construcción del castillo del Paso de Tihuta). Los personajes permitieron a los Ravnos y a los gitanos escapar, aunque Nova les había exigido que le entregaran al culpable, y copiaron los símbolos para traducirlos posteriormente con la clave que tenían en Alba Iulia. Nova Arpad se mostró furiosa y despectiva con los personajes, expulsándolos de su dominio, y mientras salían de la mansión de la Príncipe Ventrue, encontraron un mensajero con las armas de Symeon syn Draconov, un ghoul que les informó de que uno de los aliados de Symeon les esperaba en Alba Iulia. Allí, los personajes se encontraron con Dragomir Basarab, que les informó de que formaba parte de una alianza de Tzimisce que buscaba repetir la gesta que los Lasombra habían realizado destruyendo a su Antediluviano. Pero para ello, Dragomir y sus aliados necesitaban conocer el lugar donde reposaba Tzimisce, pues hacía al menos un siglo que Lord Damek Ruthven había sido destruido y los Aparecidos Zantosa habían huido de Sarmizegetusa, llevándose con ellos a Tzimisce, gestado como había sido por Mihail. Y el secreto se encontraba en uno de los libros de la biblioteca de Alba Iulia, el Liber Terram. Antoine, aunque reacio, permitió a sus amigos y Dragomir Basarab explorar la biblioteca, y encontraron lo que buscaban, averiguando así que el Más Antiguo se encontraba bajo el Monasterio de Sernog.
            Dragomir partió hacia allí, junto a Mihail, Pier Francesco y Raquel, pues Antoine se negó a participar en lo que iban a hacer, y se quedó en Alba Iulia, traduciendo los signos del pectoral de Nova Arpad (que hablaban del abandono como medio de victoria). Mientras, sus compañeros, se reunieron en las cercanías de Sernov con el resto de los conspiradores Tzimisce, muchos de ellos conocidos, especialmente por Mihail, ya que algunos habían utilizado la fortaleza segura que él les ofrecía en su domino zarayo de Castroniké para reunirse. Dragomir Basarab, Symeon syn Draconov, la matusalén Tzimisce de Praga Shaagra, Velya el Vivisector, e incluso dos de los propios chiquillos del Antediluviano, Lugoj y Lambach Ruthven… y algunos Gangrel liderados por un viejo conocido, Aajav Khan, al que ellos conocieran como Qarakh. Juntos, asaltaron Sernog, haciendo frente a varios vozhd y szlatcha, hasta que finalmente, consiguieron que Lugoj llegara al sarcófago donde descansaba el Más Antiguo. Lugoj diablerizó a Tzimisce, y luego, sus venas se abrieron, manando ríos de sangre de la que los rebeldes (Mihail incluido) pudieron beber, aunque Pier Francesco y Raquel prefirieron abstenerse.
            Mientras abandonaban Sernog, la Tremere y el Lasombra escucharon una voz, la voz del Más Antiguo, diciendo que sus actos serían recompensados cuando llegara el momento… y recordaron las palabras del Profeta Octavio, que hablaba del alzamiento de los hijos contra los padres y la batalla entre los hermanos como uno de los Ocho Signos. Dos se habían cumplido ya… ¿qué les traería el futuro?

sábado, 23 de abril de 2011

LOS CÁTAROS III: UN BREVE RESURGIMIENTO

El  12 de Septiembre de 1213 había supuesto el final de las esperanzas de los occitanos en que la ayuda de Pedro II supusiera su salvación frente al ataque de los cruzados septentrionales. Pero Aragón había perdido en un solo día además de unos 15000 hombres, a su rey, Foix, Comminges y Narbona. El Concilio de Letrán de 1215 desposeía además a los Trencavel y a Raimundo VI de sus tierras, que pasaban por completo a estar bajo el control de Simón de Montfort, mientras el cisterciense Arnaud-Amalric se convertía en obispo de una de las ciudades más prósperas de la región, la antigua ciudad romana de Narbona,  que antaño incluso sirviera como capital del reino visigodo. Y por supuesto, Felipe II se convirtió en el poder tras Simón de Montfort.

            La lucha por el dominio del Languedoc se reanudaría, sin embargo, con la muerte del máximo instigador de la Cruzada, Inocencio III, muerto en Perugia el 16 de Julio de 1216, con 55 años, tras haber ocupado el Solio de Pedro durante dieciocho años. Fue sucedido por el cardenal Censio Savelli, que tomaría el nombre de Honorio III, pero en el Languedoc supieron aprovechar aquel interregno. Raimundo VI, que se había refugiado en Barcelona, volvió al ataque, desembarcando en Marsella junto a su hijo, el que sería Raimundo VII. Los occitanos derrotarían a de Montfort en Beaucaire, que al mismo tiempo tendría que sofocar rebeliones surgidas en todo su territorio ante la llegada de su antiguo señor. Eso obligaría a Simón de Montfort a cercar la propia Tolosa en el año 1218, tratando de reducir así un alzamiento popular. Y allí, de Montfort encontraría su final, herido de muerte por un proyectil lanzado por una de las catapultas que defendían la ciudad de su asedio, una manejada por las mujeres de la ciudad. Eso pondría al frente  de los dominios del Languedoc a Amaury de Montfort, hijo del antiguo señor y de su esposa, Inés de Montmorecy, pero Amaury carecía del genio militar de su padre,  y en los años siguientes iría perdiendo las posesiones que los cruzados habían tomado ante la coalición occitana dirigida por Raimundo VII (su padre había  muerto poco antes) y Roger Bernard de Foix. Castelnadaury, Montreal, Fanjeaux, Limoux, Pieusse, el Carcassés, el Razés, Mirepoix…todas volvieron a manos de los  occitanos, obligando a los franceses a retirarse, ciudad tras ciudad, hasta Carcasona.
            La situación se había  equilibrado, y de hecho, había vuelto a un punto muy semejante a como estaban las cosas en los momentos anteriores a la Cruzada, aunque la mayoría de sus protagonistas había muerto ya, siendo reemplazados por una segunda generación. Felipe II había muerto en 1223, siendo sucedido por su hijo, Luis VIII. La situación podría haber sido muy distinta, pero la esposa de Luis VIII  no era otra que Blanca de Castilla, que había sido elegida para casarse con el Delfín francés por su propia abuela, la mismísima Leonor de Aquitania, de quien Blanca había heredado el carácter. Fue así que, mientras Honorio III excomulgaba a Raimundo VII, poniendo bajo  interdicto sus tierras, por consejo de la reina, el propio Luis VIII se ponía al frente de una nueva campaña para reducir a los levantiscos rebeldes del Languedoc.
            Con la presencia del propio rey en tierras occitanas, los rebeldes no tuvieron más remedio que replegarse poco a poco. Los propios habitantes de algunas  de las ciudades que habían vuelto al dominio de los Trencavel se revelaron contra sus antiguos señores. La muerte de Luis VIII en Montpensier, tras el cerco de Aviñón podría haber supuesto el fin de la influencia francesa  en el Languedoc, pero en Blanca de Castilla, convertida en regente durante la minoría de edad de su hijo Luis IX, mantendría el pulso a los rebeldes occitanos. El último de los Trencavel se vio obligado a huir a Barcelona, y Blanca aplastó a Raimundo VII y el Conde de Foix, que se vieron obligados a firmar en 1229 el infame Tratado de Meaux.
            Raimundo VII se vio obligado a viajar a París y hacer penitencia pública por sus pecados antes de reunirse con la Reina Madre, que sería quien impondría sus duras condiciones. En las 22 cláusulas del Tratado de Meaux, se recoge que el Conde de Tolosa se somete a la Iglesia Romana y al Rey de Francia, obligándose a ayudarles a la erradicación de la Herejía en sus tierras. Además, en pago de compensaciones por los perjuicios causados, todos los territorios de los herejes Trencavel, así como las senescalías de Beaucaire y Carcasona pasaban a formar parte directamente del Reino de Francia. La Marca de Provenza quedaba en manos de la Iglesia, y el Conde se comprometía a desmantelar las defensas de varias de sus ciudades, y participar en un nuevo proyecto de Cruzada. Pero además, el destino del Condado de Tolosa quedaba vinculado al Reino de Francia, ya que se pactaba el matrimonio entre la hija del Conde, Juana de Tolosa, y uno de los hijos de  Luis VIII. Y en el caso de  que de  ese matrimonio no hubiera descendencia, las propiedades del Condado de Tolosa pasarían directamente a la Corona de Francia.
            Con esas palabras, firmadas en París, Blanca de Castilla finiquitaba la Cruzada contra los Albigenses… pero la persecución no había terminado.

viernes, 22 de abril de 2011

ENIGMA: THE CROSS OF CHANGES

Continúa el viaje que iniciamos en MXMXC, pero esta vez, el camino que emprendemos va aún más lejos. Nos alejamos de aquellos bosques sombríos y los monasterios que nos sugería el disco anterior, y viajamos a tierras ignotas y misteriosas, al misticismo de los indios norteamericanos y al exotismo de la India, todo ello con el toque mágico de las producciones de Enigma. Avancemos.

Second Chapter

            Suena el tema introductorio que ya hemos escuchado al principio del primer álbum, el que se convertirá en sello de todos los trabajos de Enigma. Los sonidos de fondo parecen llegar de lejos, y de pronto, aparece la voz de Enigma, el susurro que nos deja claro que estamos en la continuación del disco anterior, aunque esta vez no nos aconseja cómo debemos escuchar la música, sino que habla de la retribución, de una deuda de cientos de años, de la que más adelante sabremos más. Y ahora, comienza a sonar la música oriental...

The Eyes of the Truth

            Que nos lleva al segundo tema del disco, el archiconocido The Eyes of the Truth. Los tambores, los timbales, las flautas... nos encontramos ante una música primaria que pronto se verá reforzada por una voz femenina, exótica, que entona un canto mongol que parece evocar el aroma de las especias, la luz de la India. The Eyes of the Truth es, quizá, la canción de Enigma que más adentro parece llegar, sus ecos reverberan más allá de nuestros oídos, arrastrándonos hacia los siguientes temas, dejando claro que en cualquier momento Los Ojos de la Verdad nos están observando. Exhaustos al final de la canción, la música nos permite tranquilizarnos, respirar y continuar viajando.

Return to Innocence.

            El gran éxito de Enigma, una obra maestra, un auténtico clásico contemporáneo. Una voz anciana, la voz de un nativo americano, nos recibe y nos trae imágenes de amplias praderas verdeantes, de caballos en libertad, de águilas volando sobre nosotros. La música es espiritual, trascendental, y la voz de Michel Cretu desgrana una letra intimista que habla de retorno a uno mismo, y más allá, a la propia inocencia quizá perdida.

I Love You... I´ll Kill you.

            Pero Enigma guarda una sorpresa en cada recodo, y con este tema nos lo recuerdan. Después de la espiritualidad de los temas anteriores, I Love You... I´ll Kill You es una canción terrenal que nos devuelve el Enigma más sensual. Sonidos actuales, sintetizadores, y una susurrante voz femenina que declara su amor... aunque a un alto precio. El tema nos arrastra de forma casi imperceptible, nos dejamos llevar, hasta que de pronto, como un puñetazo, hace su aparición la guitarra eléctrica que nos conduce al paroxismo, al punto álgido de la canción, para luego volver a cierto nivel de relax, de seducción, aunque quizá es la de la Viuda Negra...

Silent Warrior.

            Los sonidos de la naturaleza y unos cánticos lejanos abren este tema, que enseguida se inunda con una nueva voz de tonos nativos americanos, y con este trasfondo, llegamos a la voz de Michel Cretú, espíritu y mente de Enigma, que nos cuenta la historia que compone el fondo de The Cross of Changes, la retribución de la que nos hablaban en Second Chapter. Es la historia de como Occidente se abrió paso a través del continente americano, arrasando y destruyendo en nombre de Dios, en busca del oro. Otro de esos temas que parece revolver algo dentro de nosotros, mágico, evocador y simbólico, que nos deja temblando mientras las voces parecen irse disolviendo lejos, en la distancia del espacio y el tiempo.

The Dream of the Dolphin.

            Los ecos de Silent Warrior se disuelven poco a poco, y llegamos a una canción suave, marcada por el sonido del mar y el piano, un momento de paz necesario tras la energía que hemos recibido de todos los temas anteriores del disco. Una suave voz femenina nos recuerda que el hombre es sólo el sueño del delfín, continuando con el misticismo propio del disco.

Age of Loneliness.

            Y de nuevo vuelven las voces orientales, de corte indio, las flautas que aparecieron en The Eyes of the Truth, y la voz mágica que nos canta en mongol, dando paso a la voz susurrante que nos dice en inglés que no estemos tristes, que la vida está loca. Un tema fascinante, cargado de ritmos hipnóticos y voces lejanas que evocan la imagen de un río Ganges cubierto de flores y de templos dedicados a dioses de seis brazos. De nuevo, la música se disuelve para dar paso al siguiente tema.

Out from the Deep.

            De nuevo, al igual que en MCMXC con Rivers of Belief, Out from the Deep supone un cambio respecto al resto del disco. Un sonido pop, a medio tiempo, una canción ligera que retoma temas ya aparecidos en las canciones que hemos oído, desde Second Chapter. Algunos ecos y de nuevo la guitarra eléctrica acompañan la canción, positiva y llena de energía vital.

The Cross of Changes.

            Sonidos suaves, un piano para la despedida, y la suave voz femenina que nos recuerda que los Ojos de la Verdad siempre nos están mirando. Un adiós majestuoso, que no es más que un hasta luego...

jueves, 21 de abril de 2011

SERIES: LO QUE ESTÁ POR VENIR

            Creo que a día de hoy, a nadie se le escapa que, con el impacto que tuvo Perdidos sobre las parrillas televisivas e incluso fuera de las televisiones, a nivel social, estamos atravesando una nueva era dorada de las series televisivas a nivel internacional. Héroes, Los Soprano, The Big Bang Theory, Cómo Conocí a Vuestra Madre, la nueva versión de V, Fringe, True Blood, Galáctica…son sólo algunos de los títulos de un mercado cada vez más grande, cada vez con más donde elegir, y que ha encontrado un especial filón en los argumentos de corte histórico, como demuestran el éxito y la calidad de series como Los Tudor (absolutamente fantástica) o Roma, e incluso Espartaco: Sangre y Arena, que aún tengo pendiente, por cierto.
            Y ahora, en el horizonte, podemos echar un ojo para ver qué es lo que se nos está echando encima en el panorama de las series, que por cierto, viene de lo más interesante. ¿Algunos ejemplos?
            Quizá lo que más cerca tengamos sea Los Borgia, creada por Neil Jordan (ganador de un Oscar por Juego de Lágrimas) para la cadena Showtime, y que estará protagonizada por Jeremy Irons, que encarnará al valenciano Rodrigo de Borja (de ahí, el italiano Borgia), que se convertiría en el Papa Alejandro VI y daría pie a una de las dinastías más interesantes (y eso significa corruptas, lujuriosas y con instintos criminales) de la Historia, lo que augura una serie de lo más interesante, cercana quizá en contenido y ambientación a la ya comentada Los Tudor. En España, es el conglomerado formado por Telecinco y Cuatro quien ha comprado los derechos de emisión de la serie, que ya está siendo anunciada en Cuatro, donde también hemos podido ver ya Espartaco. Muy, muy, muy buena pinta.

            Camelot es otra de las series que pronto podremos ver en España, ya que Antena 3 ya se ha hecho con sus derechos de emisión. De la mano del creador de Los Tudor, Michael Hirst, podremos asistir a una recreación de la vida y época del mítico Rey Arturo, uno de esos personajes que ha calado profundamente en el imaginario popular y que ha tenido miles de revisiones y versiones en cine, novelas y prácticamente en cualquier medio. La historia que inspiró los poemas de Alfred Tennyson, la fabulosa película Excalibur allá por los ochenta, cómics del calibre de Camelot 3000 e incluso una de mis asignaturas de la Carrera (sí, la única en la que obtuve Matrícula de Honor, Novela Artúrica y de Caballerías), ha sido mejor o peor contada (la película Rey Arturo, protagonizada por Clive Owen y Keira Knightly es especialmente… repelente), pero desde luego, está en la mente de todos; la historia de cómo el hijo ilegítimo de Uther Pendragón y la duquesa Yguerne de Cornualles se convierte, de la mano del mago Merlín en el Rey de Britania y funda la fabulosa y legendaria Camelot. En la serie, veremos a Merlín encarnado por Robert Fiennes, y de nuevo, parece que la presencia e influencia de Los Tudor va a ser marca de calidad.

            Bueno, supongo que no quedará nadie en el mundo friki que no sepa que la cadena televisiva HBO (que ya se encargó de Roma y True Blood) se ha propuesto convertir en un nuevo hit televisivo el éxito de la fantasía épica de los últimos tiempos, Canción de Hielo y Fuego, del autor George R.R Martin y que llegará a la pequeña pantalla bajo el título del primero de los volúmenes de la serie, Juego de Tronos. Yo aún estoy a la espera de que la serie de novelas termine de publicarse para ponerme a leerla, pero me temo que la cercanía del estreno de esta serie me precipite hacia las novelas, para leerlas antes de ponerme a ver la serie. Las críticas de aquellos que la han leído dicen que es un must have, y el argumento, basado en la Guerra de las Dos Rosas de Inglaterra trasladada a un mundo fantástico en el que varias familias nobles contienden por el Trono de Poniente. De aquí a nada, la tendremos en España en Canal +. Hmmmm… creo que ya sé que voy a pedir de regalo para mi cumple… Je, je ,je…


            Tras detectarle al protagonista un linfoma no-Hodking, la serie Espartaco: Sangre y Arena detuvo el rodaje de su segunda temporada, que continuaría la polémica historia llena de sexo y violencia que ya hemos podido ver en la pequeña pantalla. Tras la grabación de la una precuela en forma de película que tendrá el nombre de Espartaco: Dioses de la Arena y después de que se recibiera la noticia de que la enfermedad de Andy Whitfield no remite y que tendrá que ser tratada de forma cada vez más agresiva, se ha decidido grabar finalmente la segunda temporada, en la que Whitfield será sustituido por Liam McIntyre. Aún queda mucho tiempo para que podamos ver la segunda temporada de Espartaco en televisión, pero es bueno saber que ya se está preparando… aunque hubiera sido mejor noticia que Andy Whitfield hubiera mejorado lo suficiente como para poder continuar con el personaje que ya ha encarnado.


            Y para terminar, una serie que aún está en proyecto en Estados Unidos, y de la que hasta ahora sólo han empezado a correr rumores, pero que era de mención obligada en este post. Se está hablando de que la serie de novelas La Torre Oscura, de Stephen King, va a ser convertida en una serie de televisión. Este auténtico hit de la literatura contemporánea, una historia épica protagonizada por Roland Deschain, más conocido simplemente como “El Pistolero”, nos lleva a un mundo fantástico muy semejante en muchos aspectos al nuestro, un mundo que “Se ha movido”, en el que Roland representa al último de la estirpe del legendario Arthur Eld (una nueva revisión del mito artúrico), en un mundo semejante el Lejano Oeste. De momento, no hay muchas noticias de La Torre Oscura, salvo una propuesta del actor que podría encarnar al propio Pistolero, el mismo Javier Bardem.

            En fin, esto es sólo un vistazo a lo que se acerca. Merece la pena, ¿no?

miércoles, 20 de abril de 2011

MELENDI: CORAZÓN DE PEÓN

El último disco de Melendi, Volvamos a Empezar está lleno de pequeñas joyas en la línea de este carismático cantante y poeta urbano. Y una de las canciones más especiales que incluye el disco es, sin duda Corazón de Peón, una canción sobre el amor y otros temas que utiliza el ajedrez como metáfora. A mi, personalmente, me encanta.

martes, 19 de abril de 2011

LA SAGA DE GERALT DE RIVIA: LA ESPADA DEL DESTINO

Pues ya he terminado de leer el segundo de los libros de La Saga de Geralt de Rivia, La Espada del Destino, así que ha llegado el momento de comentarlo. En primer lugar, decir que, al igual que El Último Deseo, que ya comenté hace un par de semanas, este libro más que dedicarse a la saga en sí, es una colección de historias cortas relacionadas con el personaje y que sirven para presentar a nuevos personajes o dar más peso a personajes antiguos, al mismo tiempo que, como ya hiciera, Sapkowski revisita y reinventa algunos de los cuentos clásicos, como La Sirenita o La Reina de las Nieves.
            La narración de La Espada del Destino es aún más dinámica que la del anterior tomo de la saga, y es aquí donde realmente la historia, que al acabar el primer libro no me tenía demasiado convencido, termina de enganchar. Aquí es donde de verdad te quedas con saber más, tanto sobre el brujo que protagoniza las novelas como sobre el mundo en el que se desenvuelve y las situaciones que en él se van a crear. Además, los personajes de su entorno comienzan a tomar forma, como el descarado juglar Jaskier, la hechicera Yennefer de Vergerberg o la reina Calanthe de Cintra. Y es que Sapkowski parece especialmente hábil a la hora de crear mujeres interesantes, con personalidades fascinantes, y retratarlas en apenas unas pocas líneas, como ocurre con las anteriores, o con tres de los personajes más llamativos que aparecen en La Espada del Destino, la poetisa Essi Devem, la sirena Shee´naz y la reina de las dríades del fabuloso bosque de Brokilon, Eithné.
            Realmente, La Espada del Destino sirve como preludio para lo que debe ser la gran historia que Sapkowski tiene preparada, e introduce el personaje que según parece, compartirá el protagonismo de la historia con Geralt, la aún niña Cirilla de Cintra, una “Hija del Destino”, que sirve para demostrar al brujo de cabellos blancos que el Destino tiene un papel elegido para él.
            Para concluir, decir que, si bien acabé El Último Deseo con ciertas dudas sobre por donde iba a seguir la saga y si iba a terminar de convencerme, después de leer La Espada del Destino estoy deseando lanzarme sobre la siguiente novela. Bueno, quizá haga una pausa para leer algo no épico y luego cogerla con más ganas, aún estoy decidiéndolo.
            Y para rematar, una cita del libro, una gran frase de esas que chocan y de la que viene el título del libro, que me dejó impactado: La espada del destino tiene dos filos. Uno eres tú.

lunes, 18 de abril de 2011

CINE: EL RITO

Cuando hace ya algún tiempo (no mucho tampoco, es reciente) vi anunciado en televisió el estreno en el cine de El Rito, pensé que iba a ser una peli más de miedo, con un buen actor al frente (Anthony Hopkins), pero lo dicho, una película más, con un corte parecido al de la ya mítica El Exorcista.
            Pero que va, nada de eso. A grandes rasgos, El Rito cuenta la historia de Michael Kovak (Colin O´Donoghue), el hijo de un embalsamador de procedencia húngara (interpretado por Rutger Hauer), que para escapar del oficio hereditario de su familia, decide abrazar la Iglesia y convertirse en sacerdote. Sin embargo, tiene dudas, y el superior de su congregación decide que alguien de naturaleza inquisitiva como él es lo que la Iglesia necesita para un momento en el que la lucha contra el Diablo parece estar más activa que nunca, por lo que se está realizando en Roma un seminario para formar Exorcistas. El carácter curioso de Kovak le lleva a aceptar, viajando por lo tanto a Roma, donde llama de inmediato la atención del instructor, que le presenta a un exorcista experto que reside en Roma, el padre Lucas (Anthony Hopkins). A partir de ahí, ocurre lo previsible: posesiones demoníacas, exorcismos… pero sin llegar a hundirse en ningún momento en el género del terror.
            Y es que eso es lo sorprendente de El Rito, que a pesar de su ambientación, cargada de claustrofobia y situaciones paranormales, el miedo no es el objetivo de la película. El Rito es un viaje a la fe, a la fe como elemento definitorio del ser humano, al poder de la fe en el Bien y en el Mal, al viaje desde el escepticismo a la iluminación. La transformación del romano Saulo en San Pablo tras la Revelación del camino de Damasco. A lo largo del largometraje, asistimos al viaje el Padre Kovak a su propio interior, a los rincones más oscuros de su personalidad, pero también al rincón donde se encuentra la luz, en este caso representada por la fe.
            Con un Anthony Hopkins en estado de gracia (como siempre, todo sea dicho) y un más que competente Colin Donaghue (que físicamente recuerda en más de una ocasión a Milo Ventimiglia y su Peter Petrelli de Héroes), El Rito es una película sobre demonios, pero una película diferente de las que estamos acostumbrados a ver, sin cuellos girando ni puré de guisantes. Una película diferente.

domingo, 17 de abril de 2011

LOS CÁTAROS II: LA CRUZADA

Inocencio III decidió que, efectivamente, una Cruzada era lo que necesitaba para erradicar la Herjía Cátara del Sur de Francia. De inmediato, acudió al que consideraba uno de sus más grandes valedores, el Rey de Francia, Felipe II Augusto, pero este se negó a dirigir en persona la Cruzada, aunque sí dio consentimiento para que sus vasallos lo hicieran. Felipe II, aunque pendiente de la situación en el sur, tenía litigios vigentes tanto con el monarca inglés como con los Emperadores Alemanes, de modo que no quería abrir un nuevo frente en el que implicarse directamente. Tras la proclamación de la Cruzada, el Papado concedió a los cruzados cuantas tierras pudieran dominar en el sur de Francia, y trató de que alguno de los grandes nobles del norte de Francia tomara el liderazgo de la Cruzada. El Duque de Borgoña y los Condes de Nevers, Bar o Dreux rechazaron sin embargo lo que en parte consideraban un atropello, pero Simón de Montfort, de la Casa de Montfort-L´Amaury, Conde de Leicester por parte de su madre, Amice de Beaufort, dio el paso al frente, y junto al nuevo legado papal, el monje cisterciense Arnaud-Amalric de Citeaux, se puso al frente del ejército Cruzado.
            Temiendo ver sus tierras arrasadas por una marabunta de salvajes procedentes del norte (con los que ni siquiera compartían en el lenguaje, ya que en el sur se hablaba la llamada “lague d´oc”, frente a la “langue d´oil” del norte), el Conde de Tolosa, Raimundo VI, tras una penitencia pública, se unió al ejército cruzado, que se dirigió hacia las tierras de los Trencavel, señores abiertamente cátaros y, como creo que ya he comentado, vasallos del Rey de Aragón; mientras en la propia capital del Languedoc, el obispo Fulco de Tolosa se ocupaba de limpiar la propia ciudad de herejes, armado con la autoridad papal. Béziers fue el primer objetivo de la Cruzada, y donde se cometió una de las mayores salvajadas que ha conocido la historia. La ciudad cayó bajo el dominio de los Cruzados, y muchos de los ciudadanos corrieron a refugiarse a la Iglesia, dedicada como muchas otras del sur de Francia a la Magdalena. Allí, se dice que ante la Madelaine de Beziers, los soldados acudieron ante el legado papal, Arnaud-Amalric, y le preguntaron como diferenciar a los herejes de los devotos católicos. La respuesta del legado cisterciense ha pasado a la historia: “Matadlos a todos, Dios ya reconocerá a los suyos”. Los soldados prendieron fuego a la iglesia.


            La actuación de los cruzados en Béziers sembró el pánico en el resto de las tierras de los Trencavel, y muchos dominios se rindieron sin presentar siquiera batalla, aunque los Cruzados tuvieron que rendir por sed la inexpugnable ciudad de Carcasona. El Vizconde Ramón-Roger Trencavel sería capturado en la ciudad, y arrojado a las mazmorras, en las que moriría de hambre y sed, mientras Béziers, Albi y Carcasona se convertían en el dominio personal del arribista Simón de Montfort., que continuó su expansión y su lucha contra los señores cátaros de la región. Aimery de Laurac, señor de Montreal, conseguiría escapar de su ciudad y reunirse con su hermana Guiraude, en Lavaur, mientras la propia Montreal, Preixam, Fanjeaux, Montlaur, Bram, Minerve, Termes, Puivert, o Lastours se iban rindiendo a su paso. En Bram, Simón ordenó cegar a y romper la nariz a cien hombres, a los que puso en fila, guiados por un tuerto en dirección a Cabaret. En Lavaur, ahorcarían a Aimery de Montreal y lapidarían a su hermana, Guiraude, en uno de los actos más crueles de toda la Cruzada.  
            Todas estas actuaciones, sumadas al hecho de que Simón se acercaba cada vez más a los dominios de los Condes de Tolosa y de Foix, llevaron al Conde Raimundo VI a pedir la ayuda del Rey de Aragón, Pedro II, recientemente nombrado prácticamente Hijo Predilecto de la Iglesia por Inocencio III por su victoria sobre los musulmanes en las famosas Navas de Tolosa, y que decidido a detener la expansión de Simón de Montfort (y de Felipe II Augusto) en el sur de Francia, decidió tomar las armas, en lo que se convertiría una acción sin precedentes, pues un rey apodado “El Católico” se enfrentaba directamente a una Cruzada convocada por la propia Iglesia. Pedro II trataría de negociar con el líder de la Cruzada en varias ocasiones, pero Simón de Montfort se mostraría en todas ellas altivo y despectivo, y sin intención alguna de detener la Cruzada, así que finalmente, el rey aragonés decidió tomar las armas. El conflicto entre Simón de Montfort y Pedro II de Aragón tendría lugar en la Batalla de Muret, en 1213, y sería una de esas batallas que cambiarían la historia del mundo.


            En principio, parecía que Pedro II contaría con la ventaja. Muchos de los señores franceses, acabada la cuarentena, se habían retirado a sus dominios, y Montfort se encontraba en inferioridad de fuerzas dentro del castillo de Muret, cerca de Tolosa. Junto a Pedro II, además de las compañías aragonesas se alineaban los Condes de Tolosa y de Foix. Sin embargo, había tensiones entre los tres líderes, hasta el punto de que los tolosanos amenazaron con retirarse y abandonar a Pedro II; y su convencimiento de que iban derechos a la victoria, hizo que la noche anterior a la batalla, la vivieran prácticamente como si ya hubieran ganado, celebrando algo que no había ocurrido. Al día siguiente, ocurría lo inesperado. Pedro II, campeón de la Iglesia Católica, moría en el campo de batalla de Muret, dando fin a los sueños de expansión catalana-aragonesa, poniendo fin a cualquier posibilidad de resistencia contra los Cruzados del norte, y dejando a su heredero, el futuro Jaime I, en Perpiñán, precisamente bajo el control del hombre que había liderado los ejércitos que habían derrotado a su padre, Simón de Montfort.
            Tras Muret… todo parecía acabado.
            No lo estaba.