Junio de 2012, La Valetta (Malta)/Londres (Reino Unido)
Después de haber obtenido tras la muerte de Hopkins (o Cassandra Irving) el Expediente Drácula, los agentes comenzaron a estudiar la documentación, sorprendidos por el extraño fenómeno que se producía al intentar fotografiarlo, fotocopiarlo o realizar cualquier tipo de reproducción mecánica del texto. Sin embargo, pese a toda la información que parecieron encontrar en el libro, incluyendo el motivo del pseudónimo de Hopkins, ya que en una de las notas del Expediente se nombraba a los otros intervinientes como Van Sloan y Cushing, los nombres de los actores que habían interpretado a Van Helsing en las dos interpretaciones cinematográficas más famosas de Drácula, lo que convertía a Cassandra en Hopkins, por Anthony Hopkins y el Drácula de Coppola, los agentes tenían claro que el primer hilo del que querían tirar era localizar al hombre al que Gaijin había perseguido después del atentado en Tizziano's, y que eso les llevaba a Londres y a intentar obtener información del MI6. Así, mientras Lukyan decidía que permanecería en Malta un tiempo tratando de cubrir el rastro que pudieran haber dejado en la isla, John y Peter se centraron en el análisis del documento como tal, descubriendo una serie de manchas de sangre seca en el libro correspondientes a lo que parecía ser una salpicadura de unos setenta años atrás. Incluso John consiguió obtener muestras suficientes de esa sangre como para darse cuenta de que era humana pero había una anomalía genética (un número desmesurado de glóbulos rojos) que no se relacionaba con una enfermedad que él pudiera identificar. Más movido por la fe, Peter realizó varios experimentos, aplicando agua bendita y otros elementos relacionados con los vampiros, pero sin conseguir ningún resultado. Gaijin aprovechó el espacio de tiempo (los aeropuertos estaban cerrados por el atentado) para intentar empaparse de los mitos sobre los vampiros occidentales (distintos a los que él había conocido en la cultura japonesa), dando por entendido que si realmente el terrorista que él había identificado como miembro del MI6 era realmente parte del MI6, estaba ya seguro fuera de Malta. Y el padre Ruggiero tanteó a las autoridades locales para saber el estado de la investigación, comprobando que esta no se estaba llevando a cabo por la policía local si no por unidades de lucha internacional contra el terrorismo, y verificando que la investigación estaba cerrada, pues se había responsabilizado del ataque a los dos terroristas muertos, y no había ninguna confirmación oficial de un tercero. De hecho, una simple búsqueda en redes sociales le reveló que había gente que había grabado o tomado fotos de la persecución de Gaijin, pero las autoridades habían descartado que estuviera asociado al atentado, y sin duda eran un ladrón y un turista.
Finalmente, 3 días después del atentado, Gaijin, Ruggiero, John y Peter partieron hacia Londres, tratando de llamar la atención lo menos posible, e incluso utilizando sus identidades habituales. Después de encontrar alojamiento en un hotel de mala muerte cerca de London Bridge, Peter contactó con uno de sus contactos en Londres, un miembro del MI5 llamado Daniel Biggs, con el que concertó una cita en un lugar llamado Buck'n'Dark Palace, una gran discoteca situada en Whitechapel, y dentro de la cual solo parecía regir la propia ley del local. Ruggiero acudió como refuerzo, pero Peter tuvo que dejar el móvil en la entrada, y dentro el ruido era tan atronador que de cualquier forma no hubiera escuchado nada, mientras John y Gaijin comenzaban a buscar lo que ellos entendían que podían ser armas contra los hipotéticos vampiros (madera de serbal, lámparas de infrarrojos...). Mientras asistían a un espectáculo de lucha extrema en un entorno que horrorizó a Peter, y aunque en principio Biggs no parecía dispuesto a facilitarle ninguna información sobre el MI6 (una cuestión de seguridad nacional), Peter le convenció de que podía tratarse de un topo, y Biggs aceptó tratar de localizar al hombre que aparecía en las fotos que Ruggiero había obtenido en Malta y que Lukyan había tratado para que fueran visibles. Además, le facilitó el contacto de una periodista política de la extrema derecha británica, que solía tener información sobre cuestiones relacionadas con el MI6. Y después obligó a Peter a quedarse de fiesta toda la noche con él.
Al día siguiente, un resacoso (y sucio en su interior) Peter compartió con sus compañeros la información obtenida de Biggs, y mientras él y Gaijin (que estaba durmiendo de día y vigilando de noche) descansaban, John y Ruggiero se encargaron de rastrear el contacto que Biggs les había dado hasta una periodista, Angela Holcriss, que colaboraba con diferentes publicaciones de la derecha británica, contraria a Europa y a los inmigrantes (detalle que también les había indicado Biggs). Serían finalmente John y Ruggiero quienes acudieran a una breve cita con Ángela en su despacho en Portobello, y tras situarse a su lado políticamente y conseguir John incluso atraer su interés físico, aceptó indagar en sus fuentes sobre el hombre de la fotografía, pero además les entregó una copia de un artículo de un periódico de 1951 en el que se hablaba del asesinato en Argentina de un noble británico, y que ella sospechaba que el MI6 había estado detrás de esa muerte, y los dirigió hacia un almacén de congelados en Cross Angel, donde Ángela había localizado actividad del MI6, y no sabía exactamente por qué. También mencionó un nombre que llamó la atención a los agentes, el de Lord Holmwood, un miembro de la Cámara de los Lores que parecía ser supervisor de las operaciones del MI6, y que tenía el mismo apellido que uno de loe personajes del libro de Stoker, Lord Arthur Holmwood, prometido de Lucy Westenra. Además, mientras estaban en la reunión con la periodista (que tuvo que marcharse para un evento en la embajada de EE.UU), Peter recibió un mensaje de Biggs que indicaba que el hombre de la foto era un agente del MI6 llamado Paul Aydin, pero que no había mucha información sobre él,ya que constaba como muerto en Afganistán en una misión en 2009 y había rumores sobre algo llamado Edom, pero aquello era una especie de agujero negro que no dejaba escapar ninguna información.
Después de esa reunión, Ruggiero y Peter decidieron continuar explorando el aspecto preternatural del Expediente (buscando la ayuda de un contacto de Ruggiero, el padre Matt Shelby), para realizar un exorcismo sobre el libro por si hubiera alguna entidad ligada a él (lo harían al día siguiente, sin ningún éxito). Y John y Gaijin, comenzaron a vigilar el almacén de Cross Angel, descubriendo que efectivamente que estaba mucho más vigilado de lo que correspondería, y con vigilancia incluso de lo que parecían ser policías militares (que los descubrieron allí, obligándoles a abandonar el área). Decididos a ver el lugar por dentro, John y Gaijin volvieron al día siguiente, con una identidad falsa, haciéndose pasar por un inversor japonés y su abogado, y consiguiendo John colocar diversos aparatos de espionaje en el interior de la nave de congelados, descubriendo una puerta oculta, en un entorno que le recordó muchísimo a la extraña fábrica que él había investigado en Oregón unos años atrás.
Mientras John y Gaijin terminaban su reunión en JackFrost (desde donde les dirigieron a su sede en Newport para todo lo que tuviera que ver con negocios), Peter se apartó de Ruggiero para volver a Buck'n'Dark Palace... y volarlo con los aires utilizando granadas para acabar con aquel antro de perversión. Quizá Ruggiero, que comenzó a seguirlo con cierta desconfianza pudiera haber hecho algo por evitarlo, pero mientras le seguía, fue asaltado en un callejón por el propio Paul Aydin, que les avisó de que igual que Gaijin parecía haberlo reconocido a él, él también había reconocido a Gaijin, y que habían llegado a Londres con sus identidades habituales, así que estaban localizados y ubicados. Y que más les valía apartarse de todo aquello cuanto antes. Ruggiero consiguió zafarse de Aydin, pero no antes de que este le diera una mensaje para Gaijin "Si no dejáis esto... no será necesario esperar un año"
Y es que "Nos veremos en un año" fueron las últimas palabras que Gaijin le había dicho a su madre la última vez que se habían visto en Japón, varios meses atrás.