Con un poco de retraso
debido a la acumulación de lecturas, vamos a dedicar el post de hoy a uno de
los personajes que más cambios ha sufrido con la llegada del reboot de DC y sus
Nuevas 52. Me refiero, claro, a Bárbara Gordon, que ha sufrido todo un momento revival con la llegada del reboot y su
transformación de nuevo en Batgirl. Quizá estemos hablando del cambio más
controvertido dentro de lo que ha sido el nuDC, y es que, hagamos memoria, hace
muchos años (muchos), que en La Broma
Asesina de Alan Moore, Bárbara recibía un tiro del Joker que le seccionaba
la columna vertebral y la dejaba en silla de ruedas, creíamos entonces que de
por vida. Seamos realistas, con esa maniobra, Bárbara dejaba de ser un
personaje más o menos estúpido y se convertía en un personaje de verdad:
superaba sus propios límites y se convertía en Oráculo, la coordinadora de la
mayor parte de los superhéroes del Universo DC, que llegó a ostentar la
titularidad en la Liga de la Justicia, y que se convirtió en uno de los
personajes más importantes del mundo del Murciélago.
Su transformación de
nuevo en Batgirl hizo que todos nos lleváramos las manos a la cabeza, y en el
número uno de la colección, de manos de Gail Simone y Ardian Syaf, vimos que al
menos Simone no había ignorado lo ocurrido anteriormente, sino que lo había adaptado,
camino que ha seguido en este segundo tomo publicado por ECC. Bárbara ha estado
tres años ligada a la silla de ruedas en que la confinó el Joker, pero ahora,
por motivos que se explican en este segundo tomo (y que la verdad, suenan
bastante “cotidianos” para lo que todos esperábamos), puede volver a caminar, y
se encuentra en proceso de adaptación para volver a ser Batgirl.
Lo cierto es que el
camino normal que han llevado las colecciones del nuDC en general ha sido el de
ir mejorando (o nosotros nos hemos adaptado a la nueva situación, que también
puede ser), pero al tratarse de un segundo tomo (bastante retrasado respecto al
resto de lo que he leído), con los números del cuatro al ocho de la colección,
me ha dado la sensación de que Simone aún está tanteando el terreno que tiene
por delante, antes de implicarse en las sagas que después han absorbido al
Murciélago (La Noche de los Búhos y La Muerte de la Familia). En este tomo,
Simone nos presenta a dos personajes de nueva creación, una telépata de
historia trágica llamada “Gretel” y un asesino metahumano con poderes
eléctricos y caprichos de gourmet que recibe el poco imaginativo nombre de “Grotesco).
Lo cierto es que tanto Gail Simone como Ardian Syaf son autores bastante
solventes, y el segundo cuenta en este tomo con la ayuda de Jesús Cifuentes, de
modo que como he dicho antes, lo negativo del tomo es haberlo leído tan tarde
respecto al resto de las publicaciones de DC, estoy convencido de que mejorará.
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