Cuando
el primer número de Astonishing X-Men llegó a las librerías especializadas lo
hacía con la vocación de best seller,
de superventas. No era la primera vez que se utilizaba el título, ya había
aparecido durante la Era de Apocalipsis
y durante Rupturas, pero esta vez
venía no como una serie secundaria, sino como un auténtico superventas. Marvel
había conseguido por fin que Joss Wheddon, guionista de las series Buffy y Firefly fichara para la Casa de las Ideas, y lo hacía para estar
acompañado de un dibujante que había alcanzado el estrellato con su trabajo
junto a Mark Waid en Capitán América, John
Cassaday. Con ellos, Astonishing X-Men
se convertía en un trabajo de culto, estilo que Marvel intentó mantener cuando
los dos se apartaron finalmente del proyecto. Warrel Ellis y el tándem Simone
Bianchi/Phil Jiménez fueron los llamados a sustituirlos, pero sin sus grandes
estrellas, la serie no tardó en convertirse en una más de las que llenaban las
estanterías con historias de la franquicia mutante. Kaare Andrews se
convertiría en su dibujante, y las estrellas dejarían paso a guionistas más “de
la casa”, como Daniel Way o Christos Gage (cuyas tramas se alternarían) o Greg
Pak, que utilizaría Astonishing X-Men como
puente para el relanzamiento de X-Treme
X-Men antes de dejar el testigo de la serie en manos de Marjorie Liu.
Liu
había comenzado sus contactos con Marvel tiempo atrás, escribiendo novelas
sobre la Patrulla-X, y ya se
había encargado del guión de series como Lobezno
Oscuro y X-23, centrándose en
personajes derivados de Lobezno. Liu había demostrado ya su pericia,
especialmente en la serie X-23, y
llegó a Astonishing X-Men con un Nuevo
concepto, relacionado con Cisma y lo que estaba ocurriendo tras la division de
la Patrulla-X entre los partidarios de Cíclope y los de Lobezno. Astonishing quedaba englobada en el
ámbito de Lobezno y su nueva escuela, convertida la colección en el entorno del
“equipo urbano” de la Patrulla-X. La escritora de Philadelphia formó su grupo
con Lobezno y una serie de personajes “clase B”, es decir, de fuera de la
primera línea, creando un equipo original, con Lobezno como personaje
destacado, y tras él, Ave de Guerra (personaje de nueva creación de Jason Aaron
para su Lobezno y los X-Men), Karma, Cecilia
Reyes, Gambito, el Hombre de Hielo y Estrella del Norte. De hecho, sería este
personaje el que Marjorie Liu utilizó como reclamo para llamar la atención
sobre su serie, con la boda de Estrella del Norte y su novio Kyle, la primera
boda homosexual en el comic mainstream. Fue un movimiento inteligente, sobre
todo a nivel publicitario, pues si bien, como he dicho, los superventas fueron
los numeros de Wheddon, fue Liu quien apareció en las noticias de medio mundo.
Marjorie
Liu se ha convertido curiosamente en la guionista de la colección con la
numeración más alta de Marvel, ya que no se ha visto afectada por Marvel Now, y
desde su llegada, ha demostrado ser una guionista más que competente, que se
las ha apañado para moverse entre aguas con los crossovers principales y que
incluso ha conseguido salir victoriosa de alguno impuesto, como el que ha
mantenido la colección con X-Treme X-Men y los Exterminadores,
y de la que ha extraído la saga que actualmente publica Panini, Hielo , con un Bobby Drake de lo más
amenazador. En un mundo de grandes nombres y movimientos editoriales, Astonishing X-Men se ha convertido en
una serie secundaria… pero a la que merece la pena echar un ojo, o incluso los
dos.
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