X-Factor Visionaries: Peter David, Vol. 1 by Peter David
My rating: 5 of 5 stars
Después de la Saga de la Isla Muir, había llegado el momento de realizar grandes cambios en la franquicia mutante, y además de lo más "gordo", que sería la aparición de la nueva colección X-Men, la serie de Factor-X también viviría un gran cambio, de hecho tan grande que no tendría nada que ver con su historia anterior. Y es que podría haber sido una colección perfectamente nueva, porque cambió de equipo creativo, cambió de alineación y cambió hasta de objetivo el equipo. A estas alturas, la Fuerza de la Libertad había desaparecido, así que había quedado vacía la posición de equipo de mutantes vinculado con el gobierno, y Valerie Cooper, que ya había sido enlace mutante en tiempos anteriores, va a organizar un nuevo equipo "oficial" de mutantes, asentados en Washington y que actuarán en los casos en los que el gobierno de EE.UU necesite tratar con cuestiones mutantes. Y así, tendremos un nuevo equipo liderado por Kaos y con Polaris, Loba Venenosa, el Hombre Múltiple, Mercurio y el antiguo guardaespaldas de Lila Cheney, Guido Carosella (que pronto tomará el nombre clave de Fortachón) como miembros.
Y con uno de los mejores números de presentación del equipo que se ha escrito nunca, girando alrededor de un tarro de mayonesa, pronto nos iremos adentrando en las primeras misiones del equipo, encontrándose con que su Hombre Múltiple podría ser una copia descarriada, y enfrentándose a los que serán sus primeros enemigos, los Chicos Malos... y descubriríamos que tras ese nombre absurdo y el boicot dirigido por un senador de los Estados Unidos, había algo mucho más... Siniestro. En las siguientes historias, el grupo se enfrentaría al Frente de Liberación Mutante de Dyscordia, a un villano llamado Cyber y sus seguidoras, las Bellas Infernales, y a una crisis de propia estructura al tener que hacer frente a la llegada de un barco de refugiados genoshanos que ponen a prueba la consistencia de la propia ideología d e los Estados Unidos. Y es que como veríamos a lo largo de sus etapas en Factor-X, Peter David iba a ser capaz de darnos escenas divertidísimas acompañadas de fondos muy realistas y elementos traumáticos. Y en estos primeros números, lo veríamos acompañado por Larry Stroman, un dibujante que, si bien puede no se del gusto de todo el mundo... a esta serie le viene como anillo al dedo, creando entre ambos una etapa corta pero inolvidable.
Por cierto, valga esta reseña para los números del 71 al 83, para dejarlos justo antes de La Canción del Verdugo.
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