Uncanny X-Men (1963-2011) #281 by John Byrne
My rating: 3 of 5 stars
Bueno, como no he encontrado un formato en tomo que contenga los cómics que he leído, lo dejo aquí, en el 281, que es el primero de la etapa, y voy a comentar hasta el 293, en las puertas de La Canción del Verdugo, el crossover que reuniría de nuevo a todas las colecciones mutantes, ya sin Chris Claremont al frente. Y es que en estos números de Uncanny, vamos a tener el principio de esa etapa en la que los mutantes van a vivir lejos del paraguas de Claremont por primera vez en más de diez años. Y aunque en el encabezamiento pone que es la época de John Byrne... bueno, pues la verdad es que es mucho decir. La verdad es que Byrne (que regresó a X-Men en cuanto Claremont salió por la puerta), lo hizo siendo solo el dialoguista de la serie, pues los guiones y el dibujo estarían en manos de Whilce Portaccio y Jim Lee... en su mayor parte. Y es que esta fue la época de la aparición de Image, de los abandonos masivos, y tanto Portaccio como Lee fueron de los creadores que salieron de Marvel en aquel momento, de modo que por estas páginas pasarían también Scott Lobdell como dialoguista y guionista, y Rurik Tyler o un novato Tom Raney en los lápices.
En estas páginas tendríamos las aventuras de una de las dos agrupaciones de la Patrulla-X (el resto estarían en su nueva colección, X-Men), el Equipo Oro, liderado por Tormenta y que contaba con Jean Grey, Coloso, el Hombre de Hielo y Arcángel como miembros (la división de equipos tendría lugar en las páginas de X-Men, ya hablaremos de ello). En los primeros números, el Equipo Oro acudiría a la llamada de Emma Frost, según la cual el Club Fuego Infernal estaba sufriendo una serie de ataques de un enemigo desconocido... Y el enemigo se revelaría como un nuevo personaje creado por Portaccio, Trevor Fitzroy, que, efectivamente, aliado con Shinobi Shaw, lanzaría un ataque mortal contra el Club Fuego Infernal. Y además, persiguiendo a Fitzroy desde el futuro, llegaría un personaje que con el tiempo se convertiría en un miembro más de la Patrulla-X, Bishop, el policía mutante capaz de asimilar y reutilizar la energía. Además, esta aparición de Fitzroy y Shinobi nos pondría sobre la pista de los llamados "Arribistas", una colección de nuevos enemigos cuyo sentido y origen explicarían algo más adelante Nicieza y Lobdell, ya después de que sus creadores hubieran abandonado la colección.
Además de la lucha con Fitzroy y sus delincuentes del futuro, en estos números tendríamos también una repetición (tal cual) de la Saga de los Celestiales de Factor-X, con el Equipo Oro siendo absorbido junto a Fuego Solar (en versión Portaccio) a una dimensión alternativa, y en la que se encontrarían de nuevo en posiciones opuestas de una guerra. En este caso, además, la historia serviría para traer (durante poco tiempo) de vuelta a Mijail Rasputin, el hermano desaparecido de Coloso, que se revelaría también como mutante con poderes energéticos. Antes de la Canción del Verdugo, aún tendríamos tiempo de ver un enfrentamiento entre el Hombre de Hielo y los tecnosamurais que Portaccio ya presentara en Factor-X, la proposición de matrimonio de Forja a Tormenta y la salida del equipo del cheyenne, y un enfrentamiento con Calisto y los Morlocks, con una intervención muy especial del recién llegado Mijail.
Y bueno, si algo he sacado de esta relectura es que el dibujo de Portaccio me ha parecido menos desagradable de lo que me pareció en su momento, y creo que tiene incluso alguna cosa chula. No muchas, pero alguna sí. Luego es verdad que a esta parte le tengo mucho cariño porque fue mi acercamiento gordo como coleccionista, pero en fin, es evidente que no es la mejor etapa de la Patrulla-X, y de hecho, creo que una vez que salieron las "estrellitas", la serie ganó mucho con Lobdell y Peterson, y luego Romita Jr. Seguimos con ello.
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