X-Men (1991-2001) #1 by Chris Claremont
My rating: 3 of 5 stars
Y cerramos el repaso de las colecciones de grupos mutantes (es que nunca seguí Lobezno y sigue sin llamarme mucho la atención su colección particular) en el nuevo status quo surgido tras la Saga de la Isla Muir, y ha quedado para el final la que sin duda es la serie más importante de esta nueva situación. X-Men (simplemente, sin título añadido), arrancaba con los guiones de Chris Claremont, que cerraría así en esta colección su primera etapa al frente de los mutantes, y lo haría con el que sería su reemplazo, Jim Lee, una de las mayores figuras del momento (y probablemente de la historia de los cómics por la repercusión que tuvo su llegada a X-Men y el paso a Image). Con la salida de Claremont, Jim Lee se convertía en guionista y dibujante, aunque pronto contaría con la ayuda de Fabian Nicieza o Scott Lobdell en los diálogos, y hacia el final de este primer año, ya ni siquiera estaba en la serie, pues se había marchado a Image, lo que haría que nos encontráramos algunos números dibujados por Art Thibert... que en fin...
Los primeros tres números de la colección estarían dedicados a un nuevo enfrentamiento entre la Patrulla-X (en este caso, los protagonistas de esta colección serían el llamado Equipo Azul, liderado por Cíclope y con Lobezno, Júbilo, Mariposa Mental, Pícara, Gambito y la Bestia; aunque el Equipo Oro de Tormenta también aparecería en estas páginas) con Magneto, en una de las que quizá sea una de las mejores representaciones del antihéroe (a estas alturas entiendo que nadie va a considerar a Magneto un villano) que se han visto en sesenta años de historia de los X-Men. Acompañado (y empujado) por un nuevo grupo de seguidores, los Acólitos, dirigidos por el maquiavélico Fabian Cortez, la Patrulla y Magneto tendrán un enfrentamiento de alto nivel en el Asteroide-M, en lo que supondría una de las historias de mayor tensión y confrontación entre ambas fuerzas... y que concluiría con la muerte (evidentemente no por mucho tiempo) del Amo del Magnetismo.
Después de esto, y ya con Claremont fuera, Jim Lee se centraría en presentarnos nuevos personajes enraizados en el misterioso pasado de Lobezno, como Rojo Omega o Rebelde, que se mezclarían aquí con la Mano, Matsu'o Tsurayaba e incluso Dientes de Sable, para afrontar luego un cruce ni más ni menos que con El Motorista Fantasma, una colección que en aquellos años vivía un momento tremendamente dulce, lo que permitió juntar a tres de los personajes más icónicos del momento, como eran Lobezno, Gambito y el Motorista Fantasma, en una historia que se desarrollaba en Nueva Orleáns y que exploraría el pasado de Gambito, presentando los Gremios de Ladrones y Asesinos, a la esposa de Gambito, Bella Donna... y trayendo de vuelta a unos enemigos tan clásicos como el Nido. Y por último, Jim Lee trataría de aclarar parte de la situación de Dazzler y Longshot, llevando a la Patrulla-X a Mundo Mojo en una aventura espectacularmente dibujada... pero que no pasa de ahí. De tener un dibujo muy espectacular (si te gusta Jim Lee, claro). Habría otros dos números, ya con Fabian Nicieza, que se dirigirían al pasado de Charles Xavier (sí, está visto que esta colección iba de explorar el pasado de los personajes), y a las pruebas desarrolladas por su padre en Alamogordo, pero en fin... vamos a olvidar esos números, que no aportan nada y solo hacen bajar la nota de esta etapa...
En general, estos primeros 13 números de X-Men, con 11 de ellos dibujados por Jim Lee, son explosivos, llamativos, noventeros... y bueno, icónicos por lo que significaría esta división en Equipo Azul y Equipo Oro, porque gran parte de estos argumentos y uniformes son los que se llevarían a la serie de dibujos... y por los tres primeros números, una despedida por todo lo alto para el Patriarca Mutante. Y nada más, la verdad.
Salvo que te guste Jim Lee.
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