Marvel Masterworks: The Uncanny X-Men, Vol. 13 by Chris Claremont
My rating: 3 of 5 stars
El número 200 de la Patrulla-X había traído uno de los cambios más importantes para la Patrulla-X: Xavier se marchaba junto a Lilandra y los Saqueadores Estelares, y Magneto se convertía en miembro de la Patrulla-X y, sobre todo, en el director de la Escuela Xavier. Pero este tomo abre con nuevos cambios, y es que Cíclope y Madelyne viajan a Westchester para que la Patrulla-X conozca a su hijo (más adelante sabremos que se llama Nathan Christopher, aunque durante muchos números va a ser simplemente "el niño"), y en esa situación, Cíclope, a pesar de la renuencia de Madelyne, se plantea recuperar el mando de la Patrulla-X... solo que Tormenta, a pesar de no tener poderes, no va a renunciar a su liderazgo y va a combatir con Cíclope por la Patrulla-X... y ganará, de modo que Cíclope y Madelyne volverán a Alaska, y Tormenta se mantendrá como líder de la Patrulla-X. Además, a nivel de encuentros importantes, es el primer encuentro entre Rachel (la hija de Cíclope y Jean Grey de Días del Futuro Pasado) y Nathan Christopher, hermano en esta realidad.
Y más allá de esto, gran parte de la narrativa de este tomo, dibujada por John Romita Jr (el número 201 había contado con lápices de Rick Leonardi), va a centrarse precisamente en Rachel y su rivalidad con el Todopoderoso, lo que va a llevar a la Patrulla-X a San Francisco, donde ella intentará en un par de ocasiones acabar con él, primero por sí misma, y luego tomando (de forma voluntaria o no) las esencias del resto de los miembros de la Patrulla-X. El desenlace de las tramas del Todopoderoso no tendrían lugar en estas páginas, sino en Secret Wars II y los Vengadores, pero más o menos viene siendo ahora cuando por fin desaparece, y cada escritor puede dedicarse ya a sus cosas. Y en el caso de Claremont, la Patrulla-X tendrá un encontronazo con la nueva encarnación de la Hermandad de Mutantes Diabólicos, la Fuerza de la Libertad, formada por Mística, Destino, Mole, Pyros, Avalancha, Espiral y la nueva Spiderwoman que había aparecido en Secret Wars, pero será la propia policía de San Francisco la que, haciendo gala de la apertura de miras que siempre ha representado esa ciudad en el imaginario estadounidense, quien permitirá que la Patrulla-X se marche, volviendo a NY y refugiándose en los túneles Morlocks un tiempo. Pero de nuevo, Rachel va a poner al equipo en un brete, y es que después de no haber podido acabar con el Todopoderoso, va a dirigir sus esfuerzos a acabar con Selene, para lo cual se decide incluso a infiltrarse en el Club Fuego Infernal. Pero Lobezno, que después de que Rachel robara su esencia para hacer frente al Todopoderoso parece haber quedado atrapado en un vínculo psíquico con ella, va a perseguir a Rachel, con el objetivo de evitar que cometa un asesinato, para lo cual está decidido incluso a acabar con ella.
Esta trama llevará a la cúspide de otro argumento recurrente, el de Nimrod, y es que el combate a varias bandas entre la Patrulla-X (que acude a salvar a Rachel) y el Club Fuego Infernal (que acude a todo lo contrario) en Central Park, va a llevar a la aparición de Nimrod, que se enfrentará a ambos, provocando la primera alianza entre la Patrulla-X y el Club Fuego Infernal, y que dejará bajas en ambos lados (el Alfil Negro Harry Leland muere en el combate, y Rachel desaparece en manos de Espiral, que se la lleva a su Tienda de Cuerpos). Pero sobre todo, además de poner fin (de momento) a la trama de Nimrod, sirve para abrir otra trama, que es la incorporación de Magneto al Club Fuego Infernal, ya que se le ofrece convertirse en el Rey Blanco... lo que generará nuevas tensiones, y aunque de momento no serán tan perceptibles en estas páginas, si lo serán en las de Factor-X, ya que el equipo formado por la Patrulla-X original duda de acudir a la Patrulla-X precisamente por su vinculación con Magneto... y el Fuego Infernal.
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